El sector se apuntó el 41,2 % del total de las exportaciones totales gallegas por una suma de 10.558 millones de euros, y un crecimiento del 13,4 % respecto al 2020, lo que sitúa a Galicia como la cuarta comunidad autónoma que más envía fuera productos del metal, solo por detrás de Cataluña, el País Vasco y Madrid.
f. fernández
El estallido, hace dos semanas, de la guerra de Rusia contra Ucrania aceleró la carrera sin freno que habían iniciado los precios de los productos energéticos el verano pasado. La industria fue aguantado el tirón con bajadas de producción para ahorrar costes, pero a finales de año ya advirtió de que no aguantaría mucho más, que, o el Gobierno tomaba más medidas, o en el 2022 empezarían a cerrar. Y así está ocurriendo. Megasa y Ferroatlántica han apagado los hornos y, por tanto, toda la producción; y Xeal, la empresa que adquirió las fábricas de Ferroatlántica en Cee y Dumbría, ha apagado los de la primera planta, aunque mantiene activos los dos de la segunda. Y también está pasando que el metal gallego ya sufre paros parciales por falta de acero y aluminio, un problema agravado por el incremento de los costes energéticos.
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