El Gobierno presiona para que los salarios no suban tanto como la inflación

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Martina Miser

Pide contención en sueldos y beneficios para no retroalimentar los precios

05 mar 2022 . Actualizado a las 09:18 h.

Con dos años de retraso, patronal y sindicatos han vuelto a sentarse esta semana oficialmente a la mesa con el objetivo de alcanzar un pacto en el quinto Acuerdo Interconfederal por el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), la hoja de ruta que marca las negociaciones sectoriales y en las empresas a nivel estatal, incluyendo, por supuesto, las subidas salariales. Y en un contexto tan complicado como el actual, con una inflación disparada (un 7,4 % interanual este mes de febrero, récord en 33 años) y ya no tan transitoria como se esperaba, espoleados los precios por la guerra en Ucrania, que también supone un riesgo para la recuperación económica, el Gobierno presiona a los agentes sociales para que alcancen con celeridad un pacto de rentas. Es decir, se trata de que compartan el sacrificio que todo lo anterior supone, asumiendo los sindicatos contención salarial y menores márgenes y beneficios las empresas.

Después de que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, lanzara el primer mensaje tras el Consejo de Ministros del 22 de febrero, instando a sindicatos y empresarios a mejorar los sueldos, dejando atrás la precariedad, para impulsar la economía del país, esta semana el presidente del Gobierno redobló la presión por el acuerdo, pero introduciendo matices. El pasado miércoles, en el Congreso, pidió a los agentes sociales «un gran pacto de rentas» para «evitar caer en una espiral inflacionaria, que mine el poder de compra de las familias, de los ahorradores y que ponga en riesgo la recuperación económica».

Apenas 24 horas después, fue la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, la que volvió a enviar el mismo mensaje, coincidiendo con la primera reunión de los agentes sociales.

No al efecto de segunda ronda

Si ya era importante cerrar un nuevo acuerdo salarial por la carrera descontrolada de los precios —el último AENC expiró en el 2020— la invasión de Ucrania aún tensa más una situación peligrosa para el crecimiento de la economía y que, además, dinamita la esperanza de que la inflación se contenga a partir de la primavera. A esta tormenta perfecta se suma el riesgo de que una subida salarial para evitar la erosión del poder adquisitivo retroalimente a su vez los precios, en una espiral que contagie sus efectos nocivos a toda la economía. Es lo que se conoce como efectos de segunda ronda, de los que el Banco de España lleva meses alertando y que podrían colocar al país a las puertas de los peores escenarios: estanflación (inflación sin crecimiento económico), hiperinflación o incluso recesión, llevado al extremo.

El equilibrio es la clave

Por eso, ante la incertidumbre creciente desatada por las impredecibles consecuencias de la guerra, desde el Gobierno se empuja a empresarios y sindicatos a alcanzar cuanto antes un acuerdo salarial moderado.

Moderación y equilibrio son las claves para compatibilizar una subida salarial que tire del crecimiento económico, dando estabilidad y confianza, pero sin sobrecalentar los precios.. Idéntica contención se pide en los beneficios y dividendos empresariales. Para lograrlo, el Ejecutivo ha convocado el lunes a los agentes sociales a una reunión, dos días antes de que empresarios y sindicatos vuelvan a la mesa de negociación, tras mantener el pasado jueves una primera toma de contacto en el que se confirmaron sus posiciones enfrentadas.

Cabe recordar que, a diferencia de lo que ocurre en otros ámbitos del diálogo social, en los que el Gobierno es parte de la negociación, en el AENC los únicos interlocutores son sindicatos y empresarios.

El alza salarial es el gran escollo para un acuerdo en la negociación colectiva

La subida salarial es el principal punto de fricción entre las organizaciones empresariales y sindicales en las negociaciones del quinto acuerdo de negociación colectiva. Así lo confirmaron ambas partes tras la primera reunión oficial mantenida este jueves —previamente hubo contactos—. El AENC incluye otros asuntos laborales (desde la formación, la digitalización, la transición energética o la aplicación de la reciente reforma laboral), pero, dado el actual contexto inflacionista, la revisión retributiva se ha convertido en el gran escollo a salvar.

Los planteamientos de sindicatos y patronal están alejados, ya que mientras que los primeros plantean una subida del 5 % que evite la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadocres (la inflación cerró febrero con una subida interanual del 7,4 %), CEOE y Cepyme lo rechazan. De hecho, ayer el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, señaló que «este año lo que toca es apretarse el cinturón». Ofrecen un incremento del 2,5 %. Dijo «apostar por la moderación» y por «la prudencia» para no crear «un mal mayor», en referencia al riesgo de instaurar una «inflación estructural», y recordó que la patronal sigue apostando por el diálogo social, como lo prueban los numerosos acuerdos alcanzados.

Los sindicatos están dispuestos a ceder, a cambio de que se incluyan en los convenios cláusulas de revisión salarial con las que compensar la pérdida de capacidad de compra. El próximo encuentro, después del del lunes con el Gobierno, será el miércoles.