Alemania destina seis veces más dinero que España para compensar la subida del precio de la luz

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Ricardo Rubio

Teresa Ribera achaca esta desigualdad a la ausencia de una respuesta común en la Unión Europea

10 feb 2022 . Actualizado a las 19:57 h.

Suben los precios del gas, los del petróleo y, con ellos, la factura energética de las familias y empresas españolas. La inflación se ha anclado en umbrales que no se veían desde hace 30 años, poniendo contra las cuerdas el consumo privado, pero también la competitividad de la industria española. 

El Gobierno ha tratado de contener las pérdidas de poder adquisitivo y mantener a raya los costes de producción, que han empujado a algunas firmas a reducir la actividad e incluso paralizarla. Sin embargo, la respuesta está siendo mucho más modesta que la de los países vecinos, donde se han desplegado enormes colchones de liquidez para aguantar la tensión. 

Según confirmó este jueves la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en una conferencia de energía organizada por IESE y Deloitte, España ha destinado tan solo 5.000 millones de euros para rebajar vía impuestos la factura final de los pequeños consumidores a través de la bajada del IVA del 21 al 10 %,  el impuesto especial sobre la electricidad del 5,1 al 0,5 % y la congelación del impuesto sobre la producción (7 %), del que se benefician las energéticas. ¿Qué hay de las empresas? Apenas han contado con ayudas por 500 millones de euros. 

Las cifras palidecen si se compara con el despliegue alemán: 36.000 millones de euros para compensar a consumidores e industrias. Tampoco Francia se queda atrás. El país galo ya ha gastado 21.000 millones de euros para contener la subida de precios energéticos. 

Esta «desigualdad», que ha denunciado Ribera, es consecuencia, según la ministra, de la falta de una respuesta común en la Unión Europea, donde Bruselas ha frenado los planes de España para intentar reformar el mercado eléctrico y el método de fijación de los precios. Países «con más bolsillo», se pueden permitir el gasto, poniendo a sus empresas e industrias en una situación de ventaja frente a las españolas. «No puede ser que países con más bolsillo tengan más recursos para cubrir su industria, generando una diferencia de costes energéticos muy notable que es difícil ser cubierta por otros países con menos capacidades», ha denunciado, según recoge Europa Press. 

Riesgo de deslocalización empresarial

Así, advirtió de que la ausencia de una respuesta conjunta de la Unión Europea a esta crisis puede «generar tensiones y derivar en un riesgo de deslocalización industrial en el mapa europeo». Ribera lamentó que la reacción de la Comisión Europea el pasado mes de octubre a esta crisis fue la de «no tocar el mercado» y que la solución se cargara sobre el contribuyente, algo que supone «detraer recursos y que la capacidad de cada Estado miembro sea diferente».

Por ello, insistió en la necesidad de que la respuesta a esta situación «se gestione desde Europa», que, sin embargo, ha preferido partir de «premisas cuestionables», como que el problema era «coyuntural y temporal» o que había que mantener «la estabilidad en la regulación del mercado como una señal de los operadores para invertir ese diferencial en acelerar la transición», algo que consideró «más que dudoso».

Por otra parte, la ministra reconoció que las Administraciones «no están dotadas y dimensionadas adecuadamente» para gestionar el aluvión de proyectos renovables que reciben, un problema que es necesario resolver «bien y pronto».