Altri invierte en potenciar su negocio en Portugal antes de dar el salto a Galicia

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

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Aumenta la capacidad de producción y reciclaje de sus tres plantas lusas

09 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El grupo portugués Altri va lanzado. Los resultados económicos acompañan a una estrategia de inversión que sitúa en Galicia (probablemente en la provincia de Lugo) su mayor y más novedosa apuesta industrial: la construcción de una planta de producción de biofibras para el sector textil, con una inversión valorada en 800 millones de euros.

De hecho, este mismo martes el Parlamento gallego aprobaba por unanimidad (con los votos a favor de PPdeG, BNG y PSdeG) una iniciativa de los populares para apoyar que la fábrica de Altri se instale «preferentemente» en la provincia de Lugo. El texto aprobado pide «dar prioridade ao proceso de deseño» de esta factoría «por ser unha grande aposta, tanto dende o punto de vista económico e laboral, como dende o punto de vista estratéxico», ya que, explican, permitiría cerrar el ciclo de producción de la madera en Galicia. Además, el texto del Parlamento reitera al Gobierno central la necesidad de establecer líneas de apoyo en el marco de los fondos europeos Next Generation para «o desenvolvemento desde proxecto coa maior celeridade posible».

Faltan pocos meses —en la segunda mitad del 2022— para que el grupo papelero luso ratifique el memorando de entendimiento (MOU) firmado con la Xunta que dará luz verde a la inversión, para la que contaría con el apoyo de fondos europeos Next Generation y de una veintena de grandes y pequeños socios locales integrantes de toda la cadena de valor del negocio forestal.

A la espera de que los estudios técnicos determinen el emplazamiento viable según criterios urbanísticos. medioambientales, logísticos y de operatividad, Altri ha arrancado el 2022 con un plan de refuerzo y aumento de capacidad de su negocio de celulosa en Portugal, en donde cuenta con tres centros de producción. Para ello acaba de anunciar a sus accionistas una partida de 40 millones de inversión en nueva planta de biomasa para «hacer verde» —es decir, reducir el impacto medioambiental— su actual factoría de Caima. La nueva infraestructura debería de estar terminada a finales del 2024 y, según Altri, convertirá a Caima en la primera fábrica de fibra celulósica de la península Ibérica capaz de producir sin utilizar combustibles fósiles.

Lo hará incorporando «un sistema único en el mundo que aumenta la eficiencia en la producción de pasta de papel y permite reforzar la capacidad de producción diaria en alrededor de un 2,5 %», explica el grupo.

La firma papelera también se ha volcado en el blindaje de su factoría estrella, Celbi, con sede en Figueira da Foz, en la que acaba de inyectar una inversión millonaria (la cifra no ha sido revelada todavía) para optimizar su producción con «un sistema único en el mundo», según fuentes de la compañía. «Esta tecnología permite valorizar los residuos finos resultantes del proceso de conversión de la madera, garantizando el aprovechamiento de la totalidad de la materia prima y maximizando la rentabilidad del proceso», asegura.

Celbi produce alrededor de 800.000 toneladas de pasta de papel al año, a partir del eucalipto, apta para papeles finos de imprenta, laminados decorativos de uso doméstico y para embalaje.

 Hay negocio

En conjunto, Celbi, Biotek y Caima, las tres unidades productoras de celulosa del grupo Altri en Portugal, registraron un récord absoluto de producción y ventas en los primeros nueve meses del 2021, al haber producido 865.900 toneladas de fibras celulósicas, lo que corresponde a un aumento de 4.5 % en comparación con el mismo período del 2020. En ese período, las ventas crecieron un 7 %, hasta las 884.500 toneladas, de las cuales el 86 % se destinaron a mercados exteriores.

En su última comunicación a los accionistas Altri, que es la segunda mayor empresa de su sector en Portugal, por detrás de Navigator, garantiza a sus socios la rentabilidad del proyecto que pretende levantar en Galicia, porque, según sus cifras, hay mercado. De hecho, el plan sigue convenciendo a los analistas del Banco Santander, que en un informe de finales de este pasado mes de enero han vuelto a situar a Altri «entre las acciones ibéricas preferentes para el 2022» y no solo como una oportunidad para lograr «un crecimiento significativo», sino también por la posibilidad de elevar de manera importante su rentabilidad y su valor en bolsa.

La estrategia industrial de Altri se basa en el pleno aprovechamiento de todos los componentes que pone a su disposición el bosque portugués y también el gallego: pulpa, licor negro y residuos forestales.

«Producimos fibras de celulosa de eucalipto con una gestión forestal sostenible»

El grupo Altri se define como «un referente europeo en la producción de fibras de celulosa de eucalipto y gestión forestal sostenible». Así lo afirma Sofía Reis Jorge, directora ejecutiva de Sustentabilidad de la compañía, que destaca que invertir en investigación y desarrollo de productos sostenibles es una de sus mayores apuestas. «Este es el caso de nuestra fábrica en Caima, que es la única en Portugal y una de las pocas en Europa que produce pasta soluble para su uso en la producción de textiles, lo que garantiza enormes ventajas ambientales en comparación con las fibras sintéticas de origen petroquímico. y algodón natural», ejemplifica, evitando hacer alusión al proyecto gallego.

El grupo está volcado en una campaña de imagen que ponga en valor su apuesta por la sostenibilidad tras las fuertes críticas que ha recibido en su país por su sistema de explotación extensiva de los bosques lusos. De hecho, toda su estrategia de inversión hasta el 2030 va enfocada a reducir el impacto medioambiental de su actividad, según explica la responsable de la compañía, ante una demanda mundial de producción que está creciendo.

Según la consultora Search and Markets, en su informe Lyocell Fiber Market: Forecast 2021-2026, que analiza el mercado de la fibra textil de origen forestal, de importancia creciente en muchos sectores, especialmente la moda, la demanda de este tipo de fibra mostró un crecimiento moderado entre el 2015 y el 2020; pero, según sus estimaciones, en el 2026 puede alcanzar un valor global de 1,6 billones de dólares. Ahora, las empresas con especial actividad en el sector del lyocell tienen sede en China.