José María Rey López: «El medio rural es desconocido para el urbano, que es el que dicta las normas»

Sofía Vázquez
sofía vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Miguel souto

Nutrimentos Deza produce 250 millones de kilos de pienso al año y comercializa 300.000 cerdos

22 ene 2022 . Actualizado a las 11:17 h.

Hombre de frases cortas, de pocas palabras [quizá por desconfianza], y dicen que con un entendimiento total con el sector ganadero. José María Rey López es el presidente de Nutrimentos Deza (Nudesa), con una facturación de 120 millones y 122 empleados.

—Nudesa nació en 1977, impulsada por el actual consejero delegado, José Carlos Fondevila Pérez. Él trabajaba en una fábrica que cerró, buscó socios y así nació Nudesa. Hoy la compañía tiene 10 granjas de madres de porcino, entre propias e integradas, produce 250 millones de kilos de pienso al año y vende 300.000 cerdos también en el mismo período (280.000 directos, a los que se suman los que se comercializan a clientes). Al sector del vacuno le vendemos pienso, pero no tenemos granjas propias.

—¿Cuál es su mercado?

—En Galicia y Asturias vendemos piensos. En Burgos tenemos de cliente a Campofrío, al que le vendemos porcino. Al igual que en La Bañeza (León), donde operamos con Embutidos Rodríguez. Mientras que en Portugal, que como dicen ellos es el mercado más preto, también comercializamos pienso y porcino.

—¿Piensan abrir mercado en otras zonas de España?

—Los costes de transporte del pienso no permiten realizar grandes distancias. Sobre los cerdos, cuanto más cerca estén los mataderos, mejor competimos.

—Están acometiendo una inversión de 6 millones en una nueva fábrica de piensos.

—Sí, ahora mismo tenemos una fábrica en Silleda y estamos construyendo otra también en la misma localidad. Aumentaremos la venta libre y queremos incrementar la producción un 100 %. La doblaremos. Estará operativa a finales de este año o a principios del que viene, y en tres o cuatro ejercicios, a pleno rendimiento. Si es antes, mejor.

Miguel Souto

—Deduzco que tienen tantos clientes que no son capaces de suministrar todo lo que le piden.

—Por eso impulsamos la nueva instalación.

—En los ránkings, Nutrimentos Deza está catalogada como gran empresa. No hay tantas compañías en Galicia que facturen 120 millones.

—En el sector primario, no. En el medio rural conocen nuestra manera de trabajar. Fabricamos nuestros piensos con materias nobles: maíz, cebada y soja. Nunca con subproductos. Tenemos más de 3.000 clientes, entre ganaderos y distribuidores. Nudesa ha adquirido el compromiso de enseñar a los titulares de las granjas y también a sus hijos. Es la manera de que el negocio tenga continuidad. Al rural hay que apoyarlo para que siga existiendo. Nosotros lo hacemos desde siempre.

—¿La administración apoya al sector primario?

—Lo que puedo decir es que Nudesa nunca pidió una subvención. Acata la normativa y no se plantea hacer las cosas porque la Administración le aporte fondos, sino porque el negocio funcione.

—Pero Nudesa verá que las granjas cierran.

—No, no. Nuestros clientes están creciendo. Por eso crecemos nosotros. Se forman, se les enseña a los hijos y están al día. Ellos tienen que ganar dinero para crecer. Tienen un relevo generacional mucho mayor que el de otras empresas del sector. El 70 % del negocio de Nudesa son ganaderos independientes a los que prestamos servicios. Solo un 30 % es autoconsumo.

—Dice que les ayudan a que haya relevo generacional.

—A los hijos los llevamos a nuestras granjas. Aprenden a trabajar en ellas. Ven que pueden ser modernas: con horario, con limpieza, con una forma de operar ordenada. Siempre tenemos en cuenta la bioseguridad, los adelantos en ingeniería, elementos técnicos de altas prestaciones. La tecnología está vinculada a Nudesa. Tres de nuestras granjas han ganado premios nacionales por su calidad.

—¿Qué le parece la polémica con el ministro Garzón? Sobre las explotaciones intensivas dijo que «contaminan el suelo, el agua y luego exportan esta carne de mala calidad de estos animales maltratados»...

—Respecto a los ganaderos no es verdad lo que dice. La carne se produce con mucho rigor.

—¿Ustedes tienen granjas intensivas?

—Sí. E insisto, nuestro trabajo está realizado con mucho rigor. Y no lo digo yo, lo dice el Ministerio de Agricultura que es el que realiza las inspecciones y nos ha dado tres premios nacionales como las mejores granjas de España respecto al medio ambiente, bienestar y reducción de antibióticos. Lo que ha dicho el ministro no es cierto ni para el caso de Nudesa ni para el sector.

—¿Los animales para nada están estresados y maltratados?

—Para nada. Las legislaciones más exigentes en el mundo son las europeas. Por lo tanto, también la española.

—¿Cómo se le ocurre al ministro decir estas cosas y poner en duda toda la calidad de la carne española?

—Son palabras desafortunadas. Galicia tiene una distribución de las explotaciones diferente a la del resto de España. El mayor porcentaje de todo tipo de explotaciones está en Galicia, aunque el censo es bajo. Por ejemplo, hay un 30 % de granjas de porcino y solo un 8 % del censo, lo que quiere decir que el tamaño de las explotaciones es mucho más pequeño. En Galicia se sigue teniendo un porcentaje muy grande de granjeros autónomos, mientras que en el resto de España el sistema de integración arrasa. Eso significa que nuestros clientes y el sistema de producción se corresponden con granjas pequeñas e independientes. ¿Que existe algo de integración? Existe. ¿Que tenemos granjas industriales de un tamaño algo grande? Sí. ¿Con problemas? No. Tienen autorizaciones ambientales integrales, están inscritas en los registros oficiales, vigilan los gases emitidos, controlan los purines. Se cumple con toda la normativa.

—El ministro se refería a las grandes granjas.

—Pero ese concepto no existe. No hay ninguna norma que regule lo que es una macrogranja. Hay granjas que están fuera de norma porque tienen un tamaño más grande que el autorizado. Estas ya existían cuando se hizo la norma. En Galicia hay alguna granja de 4.000 cerdas, pero la norma no deja granjas de más de 2.400 madres. Entiendo que con 2.400 no eres una macrogranja porque estás dentro de la norma. Todo lo que supere esa cantidad podría considerarse macrogranja, pero no existe nada que regule lo que es una macrogranja.

—Hay cierto enredo entre la norma y lo que dice el ministro. ¿El ministro se referirá a esas que pasan del número que establece la norma?

—Ni idea. Eso lo sabrá él. ¿Qué es una macrogranja? Ni idea. No hay ninguna definición de ese término. Quizá una persona del área urbana piensa que una granja de cien cerdos es macrogranja, pero es minúscula. Las declaraciones del ministro no son buenas para el sector. Si hay que abrirlo, abramos el debate. Pero de manera clara. Hay desconocimiento del medio rural por parte del medio urbano, que es el que dicta las normas. De ahí estas polémicas raras. ¿Las macrogranjas son las que están fuera de la normativa? ¿Se refiere a ellas el ministro? Nadie lo sabe. Una granja tiene que tener una dimensión mínima para tener un rendimiento económico, y organizar esa empresa de tal manera que los trabajadores puedan tener vacaciones, descansos, ordenar su trabajo y que sea digno. Del rural se va la gente porque tiene que trabajar 24 horas y sin vacaciones. Una granja de 200 madres la puede atender un solo trabajador, siempre que no tenga descansos. El volumen permite ciertos beneficios laborales. Tienes que tener una empresa dimensionada para generar esos puestos de trabajo.

De vacaciones, «cuando se puede», a San Vicente do Mar y a disfrutar de los dos bisnietos

Al hablar con José María Rey López (Silleda, 19 de marzo de 1949) uno tiene la sensación de que el trabajo es su prioridad. Casi una afición de esas que llenan el alma de quienes la practican. Con su familia gestiona una explotación porcina, Finca Rielos, que no forma parte de Nutrimentos Deza (Nudesa).

Está casado, tiene cuatro hijos, cuatro nietas y dos bisnietos (de 17 y de 8 meses): «Estoy muy, muy contento». Al hablar de aficiones, asegura que una de ellas es, «cuando se puede en verano, irnos de vacaciones» a San Vicente do Mar, «un sitio precioso, claro que sí». Le gusta disfrutar con sus amigos, otro de sus pilares.

Rey López abrió el mercado portugués de venta de animales vivos de Nudesa, y está enamorado del país. Sigue yendo a visitar clientes y, si puede, aprovecha e incrementa su número.