Airbus anunció en junio del 2020 un duro plan de ajuste ante el desplome de su producción por la primera ola de la pandemia, con el recorte de 15.000 empleos de un total de 135.000. No obstante, la supresión de puestos de trabajo fue bastante menor, gracias a las ayudas especiales y a los sistemas de paro temporal (ERTE) puestos en marcha por los principales países donde tiene su actividad (Francia, Alemania, España y Reino Unido).
La recuperación progresiva de las entregas y los importantes nuevos pedidos de aviones que el grupo europeo ha conseguido pese a la persistencia de las restricciones en los vuelos de larga distancia, han llevado al grupo europeo a decidir un aumento de la cadencia de producción de las aeronaves de pasillo único.