Las bolsas europeas abren con pérdidas por el temor a ómicron y una subida anticipada de tipos de interés

C. P. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Altea Tejido

El Ibex 35 cae esta mañana un 1,1 % con Cellnex, Solaria y Siemens Gamesa a la cabeza

06 ene 2022 . Actualizado a las 11:31 h.

Las bolsas europeas se tiñen de rojo este día de Reyes, festivo en España, ante el temor del impacto económico de ómicron en la economía -las bajas laborales se han disparado y su rápida propagación podría congestionar todavía más las cadenas de suministro globales- y una eventual subida de tipos de interés anticipada en Estados Unidos, como medida para meter en cintura la galopante inflación en el país norteamericano. Esa medida podría cortar el flujo de crédito barato a la economía, enfriando la recuperación global.  

El Ibex 35 también ha notado la sacudida. El selectivo español pierde a estas horas un 1,1 % con Cellnex (-4 %), Solaria (-3,93 %) y Siemens Gamesa (-3,75 %) a la cabeza. Caixabank es el valor que mejor resiste, con ganancias del 0,65 %. No es el único parqué en pérdidas. Prácticamente todas las bolsas europeas se mantienen en negativo este jueves. La de París se deja a estas horas un 1,23 %. Fráncfort (Alemania) se ha contraído un 1,13 % y Londres cede un 0,61 %. 

Estos movimientos a la baja se producen tras el mal cierre de la bolsa estadounidense, con el Dow Jones cayendo un 1,07 %, el S&P 500 un 1,94 % y el Nasdaq otro 3,34 %. ¿Qué hay detrás de la desconfianza de los inversores? Los miembros del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) estadounidense han sugerido que la anunciada subida de tipos de interés podría adelantarse al mes de marzo, tres meses antes de lo previsto. A esta subida le seguirán otras dos, como mínimo. Además, el organismo recortará desde este mismo mes la compra de activos en 30.000 millones de dólares. Se trata de un volantazo en la política acomodaticia para evitar que la inflación en el país -alcanzó el 6,8 % en el mes de noviembre- se desboque. 

Ese cambio de estrategia también podría sentar un precedente. El Reino Unido suele actuar de forma pareja y la presión podría obligar al Banco Central Europeo (BCE) a seguir el mismo camino antes de lo previsto. Su presidenta, Christine Lagarde, descartó a finales de año una subida de tipos en el 2022, pero si persisten los precios al alza -la inflación subyacente [excluyendo energía y productos frescos] en España ya está por encima del umbral de seguridad del 2 %-, podría verse obligada a actuar. De hecho, la institución ya decidió ir cerrando el grifo del dinero barato -el ritmo de compra de deuda- en su última reunión del 2021. 

Los desplomes se producen también en un escenario de contagios masivos por ómicron. Los expertos todavía no saben cuantificar el impacto que podría tener su propagación en la economía, tanto en el crecimiento económico -en un entorno de bajas laborales y menor actividad y consumo-, así como a la aparición de otra variante del covid-19 en Francia, denominada temporalmente IHU. Por el momento preocupa más la inflación que el impacto de ómicron, al menos si se atiende a la evolución del precio del barril de petróleo Brent, referencia para el Viejo Continente, que se situaba en un precio de 81 dólares, tras subir un 3,74 %.