La plantilla aprueba la oferta de Alcoa, que apagará la electrolisis en el 2022 y el 2023

RAMÓN GONZÁLEZ REY CERVO / LA VOZ

ECONOMÍA

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Sindicatos y empresa firmarán hoy el acuerdo para mantener el empleo hasta el 2026 a condición de parar las cubas dos años

29 dic 2021 . Actualizado a las 10:51 h.

La plantilla de Alcoa aprobó, con un respaldo de en torno al 70%, la propuesta de la multinacional para continuar en San Cibrao hasta el 2026, condicionada a parar las cubas de electrolisis de la planta de aluminio durante el 2022 y el 2023. El referendo celebrado ayer no es vinculante, aunque el comité respetará la decisión de la plantilla. Los sindicatos tenían de plazo hasta hoy para firmar un acuerdo, según la compañía, que presentó su oferta el día 22.

Tras casi dos años de conflicto laboral, que comenzó cuando Alcoa anunció su intención de cerrar la única fábrica de aluminio primario de España, la multinacional presentó una proposición «final» para continuar en A Mariña, supeditada a apagar la electrolisis y la planta de ánodos durante dos años, para evitar pérdidas que cifra en «20 millones de dólares mensuales» y que achaca al precio de la luz. Parar las cubas, el corazón de un complejo industrial que incluye también una refinería de alúmina, suponía una línea roja para el personal en su lucha por mantener los empleos y la producción, pues funcionan en continuo y un rearranque tiene un coste millonario.

En el ámbito laboral, la propuesta de Alcoa pasaba por permisos retribuidos durante el cese productivo y por mantener el empleo -sin realizar EREs o ERTEs- hasta el 31 de diciembre del 2025. Además, a última hora, la multinacional incluyó aplicar en el nuevo convenio colectivo, desde el 1 de enero de 2020 hasta el final de 2025, las subidas pactadas en el anterior acuerdo laboral -un 2,2% anual o el IPC si es superior- e incorporar desde el 2022 a los trabajadores eventuales que tuvieron contrato durante el 2021, así como revisar el 1 de enero del 2024 las descripciones de puestos de electrolisis y de la planta de ánodos. Para aminorar el impacto en las empresas auxiliares, garantizaba contratos hasta el 2024, aunque se negó a requerir a cambio a las contratistas que no hubiese despidos colectivos.

En cuanto a las inversiones, la multinacional comprometía en mejorar la planta de aluminio 90 millones de euros (103 millones de dólares): 37 irían destinados a conceptos de transporte y carga, paso a gas y reconstrucción del horno de cocción para ánodos grandes; 5,30, para un TRG con ajustador de tensión, con capacidad para suministrar a 200.000 amperios; 2,65 millones para un horno de homogeneizado; 10,6, para barras de compensación de campo magnético; 4,42, para mesas de colada de tocho walgstaff, y 31 para el rearranque de la maquinaria. La empresa ofertaba constituir un depósito restringido por importe de la cantidad total comprometida en mejoras.

Además, ofrecía llegar a pactos con ocho empresas para el suministro de energía desde 2024: el pasado domingo, Greenalia anunció un preacuerdo con Alcoa.

La oferta estaba condicionada a un cese temporal de la electrolisis desde el 1 de enero del 2022 hasta el 31 de diciembre del 2023, un apagón de la maquinaria a completar en tres semanas.

Alcoa exigía también el fin de la huelga indefinida que los trabajadores retomaron el pasado 27 de septiembre, al no ver avances para una venta de la fábrica. La empresa rechazó primero una oferta de la SEPI, después reclamó la tutela del Estado en un traspaso, alegando que así lo requerían también los ofertantes, y finalmente realizó una oferta para quedarse sobre la que los sindicatos no veían garantías.

Recelaban sobre el rearranque de las cubas. Alcoa había insistido en pararlas con un ERE que tumbaron TSXG y Tribunal Supremo. Los sindicatos censuraron el «abandono» de las Administraciones: criticaron que el Gobierno no apoyó un marco energético a dos años que evitase parar las cubas, y que el Ministerio de Industria y la Xunta eludieron firmar un posible acuerdo para dar seguridad a la plantilla. En las negociaciones, las centrales propusieron en vano un paro parcial de las cubas, ofreciendo a la firma funcionar al 50% o 35%.

La Xunta se comprometió ayer a apoyar el resultado, aunque calificó un cese productivo de «salida en falso» e instó a Alcoa y Gobierno a dar una solución al conflicto «adelantando» un marco energético favorable antes del 2024.