Industria suaviza el reparto del dinero europeo para que entre el motor gallego

Manoli Sío Dopeso
M. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

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No fabricar baterías para coches eléctricos ya no será un criterio excluyente

21 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El próximo jueves, 23 de diciembre, se celebrará la última comisión delegada del gobierno para asuntos económicos del año. Este órgano debe de ser el encargado de dar luz verde definitiva al PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) del coche eléctrico y conectado. Cuando esto ocurra, se conocerán los detalles de uno de los proyectos estrella del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia que movilizará 3.000 millones de euros en ayudas con cargo a los fondos europeos Next Generation.

El dinero ya está disponible, después de que la Comisión Europea aprobara la partida económica el pasado 9 de diciembre. Ahora quedan por definir los criterios de reparto en los que, de entrada, Galicia estaba excluida, ya que el plan gallego, denominado Autoáncora, no incorporar la instalación de una planta de producción de baterías para vehículos eléctricos, una premisa que, al menos hasta que se publiquen las bases del proceso, no consta oficialmente, pero que desde el departamento de Reyes Maroto se daba por sentada, hasta que ayer el número dos del Ministerio de Industria, Raúl Blanco, anunció que la producción de baterías de litio para coches eléctricos ya no será un requisito imprescindible para acceder a las ayudas europeas.

 Stellantis Vigo entra

«Hemos flexibilizado esa condición para garantizar que todos tenga posibilidades, porque el PERTE, a pesar de todo lo que se dice, es una convocatoria en concurrencia competitiva, por lo que esperamos que se presenten muchos proyectos asociados a varios fabricantes», declaró Blanco a La Tribuna de Automoción.

Fuentes de Industria aclararon que, para que tengan cabida más proyectos, se ha permitido dar entrada a los planes industriales que incluyen la producción de los denominados battery pack (consiste en unir las celdas y ponerlas en la carcasa), que es lo que prevé el plan de la automoción gallega que lidera Stellantis Vigo.

«La producción del battery pack le daría cumplimiento a esa cadena de valor. Evidentemente, una gigafactoría, que requiere una mayor intensidad de inversión, tendrá más puntos que un battery packer», aclaró el director general de Industria, dando por sentado que el proyecto que lidera Volkswagen para Cataluña, y que incluye la producción de células de litio, tendrá mayor puntuación que la iniciativa gallega, sin que esta última llegue a quedar excluida.

Durante las últimas semanas, varias comunidades, entre ellas Galicia, manifestaron su rechazo a los criterios de reparto de los fondos para la automoción, advirtiendo que sería inviable que en España cada autonomía planteara la construcción de una factoría de baterías. Y las protestas parece que no han caído en saco roto.

 Hablado con todos

«Este cambio es para garantizar que todos los fabricantes puedan estar presentes, y para que haya concurrencia competitiva», afirma el ministerio, matizando que «no es un traje a medida de nadie, sino que es la oportunidad histórica de traer la inversión más grande que se haya podido hacer nunca en España de las casas matrices. Es ver cómo garantizamos el futuro de la automoción, y de la manera en que se ha hecho tienen cabida todos».

Y es que, según el segundo de Reyes Maroto, «con las condiciones que hay ahora todos los fabricantes se van a presentar porque están en posibilidad de hacerlo. Excepto Nissan, claro. Hemos hablado con todos».

Desde el sector gallego explican también que Autoáncora es el plan que garantiza el desarrollo de las líneas de producción de los futuros vehículos eléctricos que la planta viguesa de Stellantis consiga a partir del 2026. Añaden que las decisiones que tomará la multinacional se adoptarán mucho antes de esa fecha, y contando con las ayudas que el grupo reciba en cada país y en cada fábrica.

La amenaza de quedar sin inversiones afecta a todo el motor gallego, que genera el 17 % del PIB, factura 8.000 millones y da empleo a 30.000 personas. De ahí que, todavía ayer, la Xunta apelara de nuevo a la sensibilidad del Gobierno para que la automoción gallega tenga cabida en el PERTE.

La producción de coches cae por sexto mes consecutivo

El desabastecimiento de componentes electrónicos por falta de semiconductores está afectando a la industria de la automoción mucho más de lo que lo hizo la pandemia y el cierre de fábricas por confinamiento el año pasado.

La escasez de piezas ha provocado que las 17 factorías españolas (16 ahora, tras el cierre de Nissan en Barcelona) hayan producido entre enero y noviembre un total de 1.950.729 unidades, lo que supone un 5,8 % menos en comparación con el mismo período del ejercicio anterior. Esta situación provocará que el año cierre por debajo de la producción del 2020, tras acumular seis meses consecutivos de caídas.

En noviembre, el total de vehículos producidos en España fue de 193.449 unidades, un 28 % menos que las unidades ensambladas en el mismo mes del 2020, según datos publicados ayer por la patronal española de fabricantes de coches (Anfac).

La automoción gallega es una de las más afectadas por esta coyuntura. De hecho, el 2021 podría haber sido un año de récord de producción para Stellantis Vigo. Pero el grupo cerrará el ejercicio con alrededor de 450.000 unidades fabricadas, porque el desabastecimiento de componentes electrónicos ha impedido que se ensamblaran un total de 110.000 unidades que, de no ser por la crisis de los microchips, habrían situado a la planta gallega en la élite productiva de la multinacional francoitaliana, por encima de los 550.000 coches en un año.

No es España la única damnificada por esta grave crisis global. Los principales países europeos también muestran un aumento de los problemas de la producción conforme avanza el año. La variación de la fabricación en este último trimestre del ejercicio es bastante negativa para muchos países. Alemania (-46,7 %), Italia (-31,7 %), Portugal (-38,1 %), el Reino Unido (-39,5 %) y España (- 36,1%), respecto de lo registrado en el 2019.

En lo que va de año, España se mantiene como noveno productor mundial de vehículos, tras haberle adelantado Brasil el pasado mes de agosto.