Ignacio Gutiérrez, Iberdrola: «Necesitamos normas claras del Gobierno y las autonomías para invertir en la eólica marina»

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL / LA VOZ

ECONOMÍA

JOSE PARDO

El coordinador de Desarrollo de Eólica Marina de la eléctrica sostiene que la capacidad de la industria gallega es una de sus fortalezas en el desarrollo de los proyectos del sector

10 dic 2021 . Actualizado a las 04:55 h.

Tras más de una década en el mercado de la eólica marina a nivel internacional, Iberdrola apuesta por desarrollar proyectos en España. Dos de los tres que ha diseñado estarían ubicados en Galicia, aunque aún resta un largo camino por recorrer, ya que no se ha completado la fase regulatoria necesaria para que esta tecnología sea una realidad en el mar. Ignacio Gutiérrez, coordinador de Desarrollo de Eólica Marina de la eléctrica de origen vasco, advierte de que si España quiere cumplir los objetivos que se ha marcado en el sector para el 2030, es necesario que el próximo año se lleve a cabo la primera subasta de megavatios.

—Afirma que Francia, Portugal o Italia están ganándole la carrera a España en el sector de la eólica marina, ¿por qué?

—Hay que tener en cuenta que países como Francia y el Reino Unido, que han podido desarrollar la tecnología de cimentación fija, nos llevan ventaja a nivel regulatorio. España intentó hacer proyectos hace diez años, fueron complicados, porque eran de mucha cercanía a la costa, la tecnología flotante no existía como tal, y no se podían hacer. Ahora es el momento. Todos creemos que estamos capacitados. La industria española, de la mano de los proyectos de cimentación fija que se han hecho en el pasado a nivel internacional, está preparada. Queremos aprovechar esta oportunidad y necesitamos que se establezcan normas claras a nivel regulatorio por parte del Gobierno y las comunidades autónomas para saber en dónde podemos invertir.

—Tras los parques en otros países europeos, Iberdrola quiere jugar en casa. ¿Qué les piden a las empresas gallegas de su cadena de suministro?

Iberdrola creyó en esta tecnología, en el off-shore, hace más de diez años. Nos hemos posicionado muy bien y es un punto clave en el futuro de la compañía. Ahora creemos, como defensores de nuestro país, que es importante para la revitalización de su futuro industrial. Hemos sufrido una crisis muy fuerte con el covid y este es el momento de aprovechar las oportunidades. La industria gallega, junto a la asturiana, está muy capacitada, y de hecho es una de las mayores fortalezas que tenemos para lanzar los proyectos, y lo que queremos es desarrollar estas capacidades en España, y después exportarlas. 

—Han diseñado proyectos para implantar tres parques en España. ¿En qué fase se encuentran?

—Todavía no se pueden tramitar proyectos en este país, porque no existe la regulación. Lo que estamos haciendo los distintos promotores es plantear las mejores ubicaciones que entendemos para esos parques. Hemos presentado al ministerio tres documentos iniciales de proyectos, que son unos documentos en los que indicamos a Transición Ecológica nuestro interés por hacer estos proyectos, esperando la respuesta de distintos agentes, para crear ese diálogo, siempre respetando en dónde el Gobierno indique que se pueden realizar.

—El sector pesquero ya se ha manifestado en contra, aunque organizaciones como Asime defienden la importancia industrial de este sector.

—Sabemos que en Galicia el sector pesquero es muy importante, representa una parte muy importante del PIB local y por supuesto es un asunto en el que tiene que haber diálogo. Nosotros creemos que puede haber coexistencia, como está habiendo en distintos parques de Europa. A través del diálogo, y demostrando que puedes coexistir, se puede llegar a un entendimiento, porque también tiene ventajas para la pesca. Por ejemplo, la reserva de zonas que puedan ser de benjamines, de santuarios futuros, para poder generar más pesca. Debemos recordar siempre que este tipo de proyectos generan un empleo de presente y de futuro. Esa atracción de empleo de calidad también propiciará mucho más comercio industrial y local en la pesca.

—¿Manejan algún plazo estimado de cuándo podrán celebrarse las primeras subastas para la adjudicación de megavatios para el sector?

—No tenemos esa información. Sabemos que el plan del Gobierno es tener entre uno y tres gigavatios de eólica marina en el 2030. Para que eso suceda, hay que empezar ya. La tramitación de los proyectos es muy larga y creemos que la primera subasta debería lanzarse en el 2022, porque estamos preparados para acometer estos trabajos.

—Dos de los tres parques que han proyectado estarían ubicados en Galicia.

—Galicia es la zona con mayor recurso de viento de la geografía española. Es cierto que tiene unas condiciones oceánicas complejas, porque su mar es duro, pero nada que no esté al alcance de la tecnología, por lo que vamos a intentar desarrollar proyectos aquí. Ya está posicionada la industria gallega, las primeras plataformas flotantes del mundo se han fabricado en Navantia en Fene. Lo tenemos todo para poder jugar en casa, demostrar al mundo que somos capaces, y poder exportar luego esas capacidades en el futuro.

—¿Seguirán contando con Navantia y Windar en los futuros contratos?

—Nosotros, como empresa desarrolladora, tenemos que hacer un mecanismo de competencia, como hacen con nosotros también. La empresa que sea competente y esté capacitada, tendrá la oportunidad de trabajar. Navantia y Windar lo han demostrado, creemos que son capaces. Nosotros estamos encantados de trabajar con la industria local, seguimos reforzando el mensaje de que para nosotros el contenido país es muy importante, España es muy importante en este nivel. Eso se refleja en el buen hacer del pasado y del presente, en el que trabajamos conjuntamente y de forma positiva.

—Han lanzado inversiones en el Reino Unido, Alemania, Francia, Japón y Estados Unidos. ¿Qué papel tendrán los proyectos españoles en esa apuesta?

—España necesita ese cambio industrial, esa regeneración. Hemos vivido una crisis muy fuerte y este es uno de los sitios en los que queremos trabajar.