El organismo pone a España como ejemplo de lo que no se debe hacer con las pensiones: convertirlas en un arma política o una herramienta para ganar votos. «El caso español ilustra que una política consistente a lo largo del tiempo requiere de un amplio consenso político antes de implementarla. De lo contrario, las medidas corren el riesgo de ser políticamente insostenibles, debilitando la confianza».
Dique de contención frente a los baby boomers
La OCDE sí se muestra algo más optimista con el dique de contención que ha desplegado el Gobierno para evitar que la jubilación masiva de baby boomers ponga contra las cuerdas al Estado: el Mecanismo de Equidad Intergeneracional. Aunque admite que su planteamiento todavía es muy «vago» y ni siquiera está aprobado, ve con buenos ojos el aumento del 0,6 % de las contribuciones hasta el 2032, con el objetivo de volver a llenar la hucha. No obstante, su puesta en marcha apenas lograría recaudar 20.000 millones de euros en diez años. Una cantidad que apenas llega para cubrir las pensiones españolas durante dos meses.
Por todo ello y, «en ausencia de nuevos recursos para poder financiar las pensiones», la OCDE sugiere que se aumenten las contribuciones o se extiendan las carreras de cotización. De lo contrario, la sostenibilidad se verá comprometida.
G. Lemos
Como una tirita para taponar una hemorragia. El plan del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, para afrontar la jubilación de los españoles del baby boom apenas conseguiría recaudar 20.000 millones de euros en diez años, una cantidad que apenas daría para abonar dos nóminas mensuales de pensiones (que superan ya los 10.200 millones de euros). Así se desprende del documento presentado el martes por el Gobierno a los agentes sociales para empezar a configurar el futuro mecanismo de equidad intergeneracional con el que se pretende garantizar la sostenibilidad financiera del sistema.
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