—¿Confía en que el Gobierno llegue a tiempo de cumplir el plazo con la reforma laboral?
—No tengo ninguna razón para creer que no vaya a ser así.
—Los agentes sociales están de acuerdo en que la temporalidad en España es excesiva, pero en las negociaciones es evidente que difieren en los mecanismos para ponerle coto.
— Los contratos temporales o por tiempo limitado no son malos en todas las circunstancias. Pero la legislación de la UE impide que la legislación nacional permita un uso reiterado e ilimitado de los trabajos de duración determinada. Las personas necesitan poder hacer planes para su futuro, especialmente los jóvenes, dos tercios de los cuales tienen contratos temporales en España. No me adelantaré a los detalles finales del paquete de reforma laboral que se propondrá, pero es tranquilizador que se esté abordando la precariedad.
—¿Considera el plan español lo suficientemente ambicioso?
—El plan de recuperación y resiliencia de España contiene medidas destinadas a mejorar la empleabilidad de los jóvenes y reducir aún más la tasa de abandono escolar prematuro. También propone una simplificación del menú de contratos para reducir el abuso de la contratación temporal. Se realizan inversiones sustanciales para mejorar y capacitar a los trabajadores y modernizar el sistema de educación y formación profesional. El plan también incluye acciones en el ámbito de las políticas activas del mercado laboral, incluida la reforma del sistema de incentivos a la contratación, el desarrollo de vías individuales de asesoramiento, el refuerzo del sistema de aprendizaje de adultos y la modernización de los servicios públicos de empleo.