El Gobierno sacrifica limitar la contratación temporal para que la CEOE firme la reforma laboral

Ana Balseiro
ANA BALSEIRO MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Ministerio de Trabajo y Economía Social

En su última propuesta renuncia a penalizar la eventualidad, como exigía la patronal

08 dic 2021 . Actualizado a las 07:06 h.

El Gobierno quiere conseguir a toda costa que la patronal estampe su firma en la reforma laboral, algo en lo que Bruselas no deja de insistir, dado lo sensible de la materia que se regula. Así que para atraer a unos empresarios enrocados en su negativa a asumir límites en la contratación temporal —uno de los principales puntos de fricción—, el Ejecutivo ha sacrificado dicha pretensión, que primero pasaba por reducir a un máximo del 15 % la temporalidad en las empresas y luego a limitarla en función del número de trabajadores en plantilla.

Esa es la principal novedad del nuevo documento que el Ministerio de Trabajo presentó ayer en la reunión del diálogo social, en respuesta a la propuesta de máximos que la CEOE remitió la semana pasada y que suponía prácticamente una enmienda a la totalidad de lo planteado por el Gobierno. El pie en pared de los empresarios provocó que el Ejecutivo haya movido ficha, suavizando su postura y acercando el acuerdo, esta vez parece que sí, según confirmaron las fuentes consultadas, dado que el calendario apremia.

La idea de Trabajo ahora pasa por definir las causas de la contratación eventual en función de las necesidades de producción de la empresa, que puedan obligarla a realizar incorporaciones temporales, como ocurre en campañas como la de Navidad o las rebajas. La duración máxima de dichos contratos sería tres meses y su necesidad deberá estar adecuadamente justificada. Se eliminan así los límites anteriores a la eventualidad que tanta resistencia habían encontrado en la patronal.

Contrato fijo discontinuo

En la reunión de este martes, que tendrá continuidad este próximo viernes, Ejecutivo, sindicatos y empresarios abordaron, además de la regulación de los contratos eventuales, también los de interinidad en coberturas como las vacaciones, la nulidad en caso de fraude de ley en la contratación temporal o el tiempo de los contratos circunstanciales de corta duración.

Según confirmaron desde CC.OO., en relación al contrato fijo discontinuo, quedan también «asuntos importantes por acercar posiciones». Es el caso de los criterios objetivos y formales del llamamiento, las causas por las que se justifica la posible falta de incoporación ante un llamamiento, para que eso no se considere una dimisión de la persona trabajadora, el período garantizado de trabajo efectivo y el cómputo de la antigüedad.

Cabe recordar que la semana pasada el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, defendía un acuerdo de mínimos como mejor opción frente a la falta de respaldo de la patronal e incluso planteaba seguir negociando más allá del 31 de diciembre, algo que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, nunca contempló.

El acuerdo, próximo: hay «consenso» en la filosofía

Pese a los más que sonados desencuentros de las últimas semanas y que todas las partes admiten la «dificultad» para llegar a un acuerdo, este se ve cada vez más próximo, como la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo aseguraba este lunes. Las fuentes consultadas subrayan que hay «consenso» en la «filosofía y en el esquema de contratación» que se plantea en los últimos documentos.

«Se van acercando algunas posturas, que vienen a suponer avances», indicaron ayer desde CC.OO., insistiendo en que todos siguen trabajando con la vista puesta «en un acuerdo final por el que todas las partes apostamos». La próxima cita del diálogo social será este viernes.