Las bolsas y el petróleo caen por el miedo a la nueva variante del virus

La Voz REDACCIÓN

ECONOMÍA

Altea Tejido | Efe

El Ibex 35 se deja un 3,6 % con los valores turísticos en caída libre

26 nov 2021 . Actualizado a las 13:32 h.

Poco se sabe todavía de la nueva variante sudafricana del covid, pero las alertas sobre su potencial capacidad de resistir a las vacunas han hecho saltar las alarmas en todo el globo. La Comisión Europea ha recomendado vetar los vuelos desde el sur de África a Europa y el repliegue fronterizo de los países está provocando serias turbulencias en los mercados y las bolsas. Los selectivos europeo están entre los más castigados. 

El Ibex 35 arrancó en rojo, siguiendo la estela de las bolsas asiáticas, y se desploma a estas horas del viernes un 3,4 %, con los valores turísticos en caída libre. Se trata del mayor golpe bursátil desde junio del 2020. Los inversores tratan de huir de las compañías más expuestas a los rigores de un eventual confinamiento a las puertas de Navidad. La  incertidumbre en torno a la severidad y resistencia de esta variante, que se está propagando de forma veloz, ha hecho que muchos busquen refugio en el yen y el oro, que subían esta mañana un 1 %. Las bolsas europeas cotizaban también al inicio de la jornada con pérdidas superiores al 3 % en el caso de Fráncfort, Londres y París.

El mayor correctivo en España lo está encajando este viernes IAG, el grupo de Iberia, cuyas acciones acumulan pérdidas del 12,35 %. Los inversores dan por descontado que las restricciones actuales y un escenario futuro de cierre amplificado volverá a horadar las cuentas del holding. Le siguen Amadeus (-8,05 %), AENA (-6,07 %) y Meliá Hoteles (-5,56 %). También los bancos están sufriendo para aguantar el tipo. El Santander se deja un 5,47 %; El Sabadell un 4,34 % y BBVA un 3,90 %.

Ni siquiera escapan del efecto arrastre otros valores como Repsol (-5,22 %) o Arcelor Mittal (-4,67 %). Y es que un escenario de confinamiento o restricciones a la movilidad puede desencadenar una nueva contracción de la demanda de hidrocarburos ante posibles intermitencias y cierres en fábricas, que hasta ahora estaban demandando más energía y materias primas para acelerar la recuperación. De hecho, el precio del barril de Brent, referencia para Europa, se sitió a primeras horas del día en un precio de 78 dólares, tras caer un 4,5 %, mientras que el Texas se colocaba en los 74 dólares, tras retroceder un 5 %.

La cotización del euro frente al dólar se colocaba en 1,1241 billetes verdes, mientras que la prima de riesgo española se situaba en 74 puntos básicos, con el interés exigido al bono a diez años en el 0,446 %.

Las criptomonedas tampoco han cotizado ajenas a los temblores en las bolsas. En concreto, este mediodía el bitcoin caía un 7 % hasta los 53.978 dólares (47.860 euros), en tanto que el ethereum se dejaba el 8,97 % y cotizaba en torno a los 3.991 dólares (3.538 euros). En general, el mercado de criptomonedas pierde este viernes un 7,7 %, según datos de Coingecko recogidos por Europa Press. No obstante, en esta correción pesa mucho el aluvión de medidas regulatorias que ha adoptado China para mantener el constrol sobre estos activos. 

Consecuencias

La caída de las bolsas anticipa y materializa el creciente temor a un frenazo en la recuperación incompleta de las economías tras más de un año y medio de pandemia. Las consecuencias de un nuevo confinamiento estricto podrían dilapidar cualquier previsión económica hecha hasta el momento y obligaría a revisar todas las políticas de estímulos, que España ya había empezado a relajar para poner en orden las cuentas públicas. 

El primer efecto que se podría notar es el descenso de los precios de los carburantes. Las restricciones a la movilidad condujeron al barril de petróleo a entrar en terreno negativo en el peor pico pandémico del 2020. Por otro lado, la caída de la demanda de hidrocarburos y energía -si se vuelve al teletrabajo- empujaría a la baja la factura eléctrica, disparada en el último año al calor de la recuperación. 

Con la producción parada, es probable que los precios de las materias primas se relajen, siempre que no haya movimientos de fondo para hacer acopio, aprovechando las vacas flacas. Eso mismo hizo China en el 2020: adquirió hidrocarburos a precios de saldo para procesarlos en sus refinerías. 

El impacto sobre la logística es una incógnita. Los precios en el transporte marítimo -los fletes se han multiplicado por siete en el último año- deberían volver a descender si se paraliza el comercio, pero los cuellos de botella que se están experimentando -con retrasos de hasta un mes en la entrega de mercancías- podrían agravarse si los puertos chinos, donde aún no se ha vuelto a la normalidad, cierran.