Las empresas garantizan el suministro para las Navidades de los gallegos

Cristina Porteiro
c. porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Ricardo Rubio

Los negocios hicieron acopio de mercancías para las fiestas antes del verano

20 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«No hay desabastecimiento, ni corremos ese riesgo. Ni en Galicia ni en Europa». Es la primera aclaración que hace el gerente del Clúster da Función Loxística de Galicia, Iago Domínguez, al hablar de los cantos de sirena que apuntan en las últimas semanas a un Black Friday y unas Navidades venezolanas. «Lo que dicen algunas personas de que van a estar semivacíos los lineales de supermercados y que no vamos a tener acceso a determinados productos no está justificado a la luz de los datos», sostiene.

A los almacenes gallegos han llegado la mayor parte de los pedidos para estas fiestas. Reconoce los retrasos en la recepción de ciertas mercancías, pero le resta importancia: «Las empresas tienen planificados los acopios desde hace tiempo. Esta campaña no se prepara de la noche a la mañana. Sí es cierto que en origen, desde Asia, los productos están sufriendo retrasos, pero son situaciones que estaban más o menos planificadas», explica, desacreditando a los profetas que auguran estos días un gran apagón energético o unas fiestas a pan y agua. 

En efecto, el gran colapso se produjo durante la temporada alta de transporte marítimo: agosto y septiembre. Los precios de los fletes alcanzaron máximos históricos. Las empresas, desesperadas por garantizar sus stocks, llegaban a pagar casi 15.000 euros por fletar un contenedor desde China hacia Europa. Mientras eso pasaba, las mercancías ya iban camino de España. Y llegaron. Muestra de ello es que, a las puertas del Black Friday, las tarifas se han relajado hasta los 11.500-12.500 euros.

Para agilizar los plazos, las empresas en Galicia optaron por reforzar sus plantillas de logística entre un 5 y un 10 %. Los grandes fabricantes y distribuidores ya se habían puesto manos a la obra antes del verano. «En Semana Santa todos los actores se pusieron las pilas. Desde entonces ya se estuvo preparando el Black Friday y la Navidad», señala el responsable de bienes tecnológicos de Aecoc, Alejandro Lozano.

Es precisamente ese sector, el tecnológico, el que más está sufriendo. No solo los retrasos, también los sobrecostes. No hay microchips para tanta demanda tecnológica. Por eso fabricantes de automóviles han tenido que parar máquinas y extender los plazos de entrega de vehículos nuevos. Gigantes como Apple han notificado 6.000 millones de dólares en ventas perdidas por la falta de semiconductores este año. Admiten que sus problemas persistirán hasta Navidad y que eso afectará a una parte importante de su catálogo. Han optado por utilizar los chips en los productos que más se demandan. Esa es la razón por la que se han agotado a estas alturas algunos móviles nuevos de alta gama o por la que apenas quedan consolas en las tiendas físicas y será casi imposible conseguir algunas tabletas. Desde la Asociación Nacional Grandes de Empresas de Distribución (Anged) —a la que pertenecen empresas como el Corte Inglés, Fnac, Ikea o Media Markt—, admiten que «la situación de la logística internacional está complicando la operativa de muchos sectores», pero se muestran más preocupados por los sobrecostes que por una eventual crisis de desabastecimiento, al igual que el 66 % de las empresas. Son optimistas de cara a esta campaña: «Es indudable que se está generando un incremento de costes asociados al transporte de mercancías y ciertos retrasos en algunas de ellas [...] Si bien se pueden dar incidencias puntuales en algunos productos, no se espera ni mucho menos el desabastecimiento», deslizan. Según datos de las patronales, las materias primas se han encarecido de media más de un 22 %, los precios de la energía acumulan una subida de casi el 60 % y el transporte marítimo se anota un alza del 328 %. Y esto, inevitablemente, se está trasladando al precio final de venta, como revela el IPC, en el 5,4 % —1,4 % excluyendo la energía y los productos frescos—. «Es inevitable que una parte se repercuta en el cliente», reconocen fuentes del sector.

Pequeño comercio

¿Qué hay del pequeño comercio, el eslabón más débil de la cadena? Los comerciantes no cuentan ni con la logística ni el músculo financiero de sus competidores internacionales, pero han sabido organizarse (la mayoría): «En líneas generales, en los comercios gallegos hay productos. Pasamos mucho tiempo con los comercios cerrados, hubo restricciones y todo ese material está en tienda, se aprovechará ahora con los descuentos para el Black Friday», anticipa el presidente de la Federación Gallega del Comercio, José María Seijas, quien anticipa unas campañas con ventas moderadas: «No habrá la locura de ventas de otros tiempos. Serán un Black Friday y unas Navidades muy normalitas».

Los regalos llegan a Galicia por tierra, mar y aire

Primero fueron los atascos en los puertos chinos, después los rebotes en las terminales y la falta de operarios y finalmente, el colapso de los puertos de llegada, desde los europeos como Róterdam a los americanos, que no dan abasto. El propio presidente estadounidense, Joe Biden, ha dado carta blanca para poder operar 24 horas los siete días de la semana con el objetivo de llegar a Navidad.

«Algunos contenedores tardan en ser embarcados, sobre todo cuando hay un puerto de transbordo, que están saturados. Donde hay más tensión, las empresas están buscando alternativas», asegura Iago Domínguez.

Las cifras lo avalan. Las compañías están enviando las mercancías por aire y por tierra. Las tarifas de cargo en aviones desde Hong Kong a Europa batieron récord este mes ante el temor de los importadores a quedarse sin existencias para las fiestas. Y, según recoge Bloomberg, se han multiplicado por diez las reservas aéreas por Internet en el último año. Ocurre lo mismo con el transporte terrestre, que ha aumentado en Europa un 11 % en los primeros seis meses del año.

Vías de transporte

¿Qué han hecho las empresas para disponer de los regalos de Navidad de los gallegos? Según Datacomex, el 81 % del volumen total de las mercancías desde China llegaron este 2021 a la comunidad por mar. El 16,3 % por tierra y solo el 2,21 % lo hizo volando. Eso sí, los productos de más valor optaron por diversificar y utilizar camiones o aviones para garantizar el suministro.

El textil gallego, por ejemplo, importó de China mercancías por valor de 148 millones de euros. El 47 % por mar, el 29 % por tierra y el 24 % —mercancías de más valor— en avión. En cuanto a los juguetes, el 78 % del valor total de las importaciones (5 millones) desembarcaron en puerto. Solo el 20 % llegó en camión y apenas el 2 % aterrizó en pista. El 95 % del valor total de los productos pesqueros vino en barco y solo el sector del automóvil optó por primar la carretera: el 84,2 % del valor total de los componentes viajó en camión.

El sector de la alimentación no ve la escasez y anticipa una campaña positiva

Al igual que en el sector juguetero o el de la electrónica, las empresas del alimentario aseguran que los problemas de suministro para estas fiestas serán puntuales. Puede que no se pueda comprar la Play Station 5, el último modelo de iPhone o tomarse una copa con Seagram's, pero el gerente del Clúster Alimentario de Galicia (Clusaga), Roberto Alonso, insiste: «No existe desabastecimiento de alimentos. Otra cosa es que haya productos importados que puedan faltar. Nuestras empresas tienen capacidad de proveer al mercado», sostiene. Anticipa unas Navidades «positivas» con los lineales llenos, ahora que restaurantes y bares pueden funcionar con normalidad: «Esperamos que el consumo se active y que la gente disfrute con los alimentos de aquí».

Los problemas asoman, eso sí, por el lado de los sobrecostes. «Estamos teniendo incrementos en los costes logísticos, las materias primas, la energía...Esto es lo que está tensionando un poco la cadena y ya se está trasladando a los productos finales». Cree que, a pesar de las dificultades para conseguir insumos a precios razonables, no habrá paradas o cierres como los que sufrió la industria cárnica del Reino Unido. ¿Hasta cuándo puede aguantar el sector? Aunque Alonso admite que hay un escenario de «muchas incertidumbres», las empresas son optimistas de cara al 2022 y no manejan un escenario de paralizaciones. De hecho, desde Clusaga no detectan que las empresas gallegas hayan perdido competitividad a pesar de las dificultades «arancelarias y logísticas».

Problemas con los envases

La nota negativa tiene que ver con uno de los sectores más importantes de Galicia: el conservero. «Hay problemas con la distribución del vidrio, pero se nota también con la hojalata, el plástico... Los productos dependientes de estos materiales no tienen una situación crítica, pero es complicada. Hay ciertos retrasos y eso implica envases más caros. En los embalajes, ahí sí hay problemas de suministro. Puede dar problemas, aunque por ahora las empresas tienen stock».