Francia apuesta por la nuclear mientras España reniega de ella

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

BENOIT TESSIER

El país vecino construirá más reactores para asegurar el suministro eléctrico, papel que aquí desempeñará el gas

11 nov 2021 . Actualizado a las 08:24 h.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha puesto los dientes largos a los defensores de la energía nuclear tras anunciar que, por primera vez en varias décadas, el país vecino volverá a construir reactores nuevos para afianzar su papel como guardaespaldas de las renovables. Así, cuando no haya viento o sol, la energía atómica será la garante de que no habrá apagones.

¿Podría ocurrir esto en España? La respuesta es que no. Aquí, entre tanto no se desarrolle una infraestructura suficiente de almacenamiento de energía (baterías y centrales hidráulicas de bombeo), el respaldo de eólica y fotovoltaica es y será, al menos hasta el 2030, el gas natural y las plantas de ciclo combinado que lo usan para generar electricidad.

Así figura en la hoja de ruta diseñada por el actual Gobierno para avanzar hacia un sistema eléctrico libre de emisiones de CO2: el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). En él se marca la meta final del 2050 para tejer un entramado eléctrico que no libere dióxido de carbono. Pero hay un objetivo intermedio, para dentro de nueve años, en el cual se mantendrá intacta la potencia de ciclos combinados (26.612 megavatios instalados), la segunda mayor tras la eólica, y se reducirá en un 57 % el parque nuclear. De hecho, hay pactado un calendario de cierres progresivos de los siete reactores que quedan activos, que arrancará en el 2027 y culminará en el 2035. Los ciclos combinados deberán desaparecer para el 2050.

Por eso, y por lo que contiene el PNEIC, tanto la patronal nuclear como las principales empresas eléctricas del sector (Endesa e Iberdrola) descartan construir centrales, como Francia.

El Ministerio para la Transición Ecológica ratificó este miércoles la apuesta por el gas en lugar de la nuclear. «La iniciativa impulsada por el Gobierno francés responde a sus propias estrategias nacionales [...], pero no tienen nada que ver con nuestra propia orientación, que aparece recogida en PNIEC 2021-2030», argumenta el departamento dirigido por Teresa Ribera. Ese plan «contempla un cierre gradual y escalonado de las centrales nucleares españolas, acorde con el pacto alcanzado con las compañías eléctricas, que prevé la clausura de estas instalaciones entre el 2027 y el 2035. Nada ha cambiado con relación a este compromiso», añade. Y continúa: «España apuesta por conseguir un sistema eléctrico 100 % renovable, prescindiendo del resto de tecnologías. La retirada del parque nuclear, como ya está sucediendo con el de carbón, se compensará con el aumento de la generación renovable y del desarrollo a gran escala del almacenamiento y de la gestión de la demanda».

«España apuesta por conseguir un sistema eléctrico 100 % renovable, prescindiendo del resto de tecnologías»

La patronal Foro Nuclear da por perdido el debate sobre el futuro de esa tecnología. Aunque celebra el anuncio de Macron, porque se trata de una «muestra de que la energía nuclear es fundamental para asegurar el suministro eléctrico, contener los precios de la electricidad y luchar contra el cambio climático».

Foro Nuclear subrayó también que el anuncio francés beneficiará a la industria española, «exportadora de servicios, productos y tecnología a más de cuarenta países».

Pros y contras

Los reactores no emiten CO2, aunque tienen el problema de la gestión de los residuos, que mantienen sus propiedades altamente radiactivas durante cientos de años. Amén de que un accidente en una planta nuclear puede resultar fatal. Los ciclos combinados emiten dióxido de carbono y, además, utilizan gas que España importa en su totalidad de países políticamente más inestables, como Argelia, que acaba de decidir el cierre de uno de los dos gasoductos que traían combustible a España. Además, la cotización del hidrocarburo está por las nubes y es responsable del fuerte encarecimiento actual de los precios eléctricos.

Pero aunque España reniegue de la nuclear, consume energía procedente de esa tecnología, pues importa más electricidad de Francia de la que exporta. De enero a octubre, las compras casi multiplicaron por tres las ventas, según datos de Red Eléctrica.

El país galo obtiene ya de los reactores el 70 % de la energía; en España es la fuente principal, pero con el 21 %, seguida de la eólica.