Casi un millón de hogares, con acceso a la fibra ultrarrápida de R

f. f. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

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Los clientes de la cablera gallega podrán cambiar los equipamientos por otros más avanzados de forma gratuita

31 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La cablera gallega R, propiedad desde agosto del grupo MásMóvil, comenzó en primavera a sustituir la red de fibra que tiene desplegada por la comunidad por una de última generación que permitirá acceder a servicios avanzados como el 5G. Ya podrían hacerlo los residentes en 900.000 viviendas de la comunidad (el 70 % de la red), a las que ya ha llegado el despliegue. A finales de año serán un millón.

El plan de modernización tecnológica se está ejecutando en la infraestructura de telecomunicaciones de las tres empresas integradas en MásMóvil, esto es, R, Euskaltel y Telecable, y en los tres territorios principales en los que operan: Galicia, el País Vasco y Asturias.

Las operaciones consisten en cambiar la red HFC, híbrida de fibra óptica con cable coaxial, por la FTTH (fibra hasta el hogar), que proporciona velocidades simétricas de navegación de hasta diez gigas (cuatro veces la capacidad de descarga anterior), wifi 6 y wifi mesh o mallada y televisión con el decodificador Deco 4K, entre otros servicios avanzados. La red permitirá simultanear teletrabajo, teleformación, videollamadas, streaming y videojuegos.

A medida que se va desplegando la nueva red, los clientes de R pueden cambiar los equipamientos por otros más avanzados de forma gratuita. Además, las nuevas altas están contratando mayoritariamente la fibra óptica.

Cuando se complete la renovación de la red y se instalen los equipos compatibles, Galicia estará en la avanzadilla europea en la implantación de la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil. El 5G dará diez veces más velocidad que el 4G, mayor capacidad y gestión de una cantidad ingente de datos, estableciendo comunicaciones ultrarrápidas sin apenas latencia.

El anterior consejero delegado del grupo Euskaltel, José Miguel García, explicaba en marzo pasado que la primera fase del proyecto de modernización de la red de todo el grupo precisaría una inversión próxima a los 300 millones a lo largo de dos años, y que la mitad de ellos se dedicarían en Galicia.

El actual consejero delegado, Meinrad Spenger, reconoció hace unos días que para acelerar el proyecto no descartaba crear una empresa y dar la entrada a un inversor o banco para financiar el proceso. «Un acuerdo de financiación, no vendemos nada», precisó.