Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras: «Sin duda el salario mínimo va a subir a 1.000 euros en enero»

lucía palacios MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Mariscal

El recién reelegido líder del sindicato defiende que los políticos deberían tomar ejemplo de la relación entre los agentes sociales

24 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Han pasado más de cuatro años desde que Unai Sordo (Bilbao, 1972) desembarcó en Madrid para iniciar la aventura de liderar CC.OO. Ayer, reelegido por abrumadora mayoría secretario general del sindicato, puede presumir de haber incrementado la afiliación más de un 6 % y poder financiarse en un 84 % con recursos propios.

-¿La pandemia ha reforzado el papel de los sindicatos?

-Sí. Creo que el diálogo social y ese papel de agentes sociales que tiene un sindicato como CC.OO. se ha visto reflejado en esta pandemia de forma notable.

-¿Deberían los políticos tomar ejemplo de la relación que hay entre sindicatos y patronal?

-La política debería mirarse en el espejo y sacar alguna enseñanza del diálogo social. Debería autointerpretarse en España desde la competencia cooperativa y no desde la competitividad sin cuartel. Se nota que hay un alejamiento enorme entre sindicatos y organizaciones empresariales, pero con todo y con eso, somos conscientes de que estamos condenados a tratar de llegar a acuerdos porque, si no, no hay convenios colectivos.

-En la recuperación se han colado turbulencias, como el alza de la luz. ¿Puede ponerla en peligro?

-Hay un nivel de incertidumbre importante sobre la evolución de la economía, sobre los precios, pues no dejan de ser un problema en España. Pero creo que lo que hay que hacer es, aprovechando los fondos europeos, promover un cambio en profundidad de nuestro modelo productivo. El país del futuro se tiene que reconstruir desde ahí.

-¿Las medidas para frenar la escalada de la luz son suficientes?

-Se han tomado medidas en algunos casos incluso valientes. Por ejemplo, en materia de precios energéticos. Pero va a haber que seguir tomando más. España tiene una dependencia enorme de energías que tenemos que importar y ahora, con los fondos europeos como palanca, tiene la oportunidad de buscar mayor autonomía a través del desarrollo de las energías renovables. Eso es parte de la transformación productiva que necesita nuestro país. Mientras tanto, hay que modificar el sistema de precios.

-¿Dejaron ya pactado con este Gobierno, aunque no esté por escrito, que el salario mínimo subirá en enero a 1.000 euros?

-Si se lee el acuerdo no hace falta ser un intérprete del cirílico para entender que ahí se está apuntando claramente a los 1.000 euros. Pero el Gobierno lo que alegaba es que si lo dejábamos cerrado, de alguna manera estábamos pasándole por encima a ese período de consultas que hay que abrir para el año 2022. Pero evidentemente va a subir a 1.000 euros, no me cabe duda. Y si no, vamos a tener un conflicto con el Gobierno.

-La patronal critica que el Gobierno hace demasiado anuncio y poca aplicación. ¿Está de acuerdo?

-A veces tienen razón. No tanto que haga demasiados anuncios que luego no se materialicen, sino que a veces se hacen anuncios en medio de negociaciones que acaban condicionándolas.

-¿Como con la reforma laboral, que no termina de derogarse?

-Es la tercera vez que negociamos la reforma laboral. Creo que en ese terreno el Gobierno no debiera hacer tanto anuncio, sino más bien tratar de dar salida a las negociaciones que ya tenemos encima de la mesa y que tienen que acabarse en cuatro o cinco semanas.

-¿El acuerdo tripartiro es prácticamente imposible?

-Yo nunca lo descartaría del todo, porque creo que puede haber también incentivos para que CEOE no se desligue de ese acuerdo. Pero sí es verdad que igual es un poco ingenuo pensar que una parte a la que se fortaleció con la reforma del PP va a renunciar a todo ese poder. Va a ser difícil.

-Y luego la reforma de las pensiones. ¿Cómo será el nuevo factor de sostenibilidad?

-El índice de equidad intergeneracional no puede ser un sucedáneo del factor de sostenibilidad. Hay que abordar una mejora en la estructura de ingresos, pero no desde la lógica de recorte.

-Pero el primer paquete de medidas, ¿no incrementará el gasto?

-En efecto. Derogar la reforma del 2013 lo que hace es prever un incremento importante del gasto en pensiones del año actual al 2047.

-¿Es difícil negociar con el ministro Escrivá?

-Más que la dificultad, creo que tiene que tener cuidado con los mensajes que lanza en público. A veces han distorsionado las negociaciones, incluso las han opacado.