De hecho, el ministro recordó que tanto la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) como la Comisión Europea han alertado de que los beneficios fiscales de los planes individuales son regresivos, ya que benefician a las rentas más altas y no a las medias y bajas, como deberían, por lo que no cumplen el objetivo para el que estaban pensados.
Por ello, defendió fomentar los planes de empresa, que sirvan «genuinamente para generar ahorro a medio plazo», y se mostró confiado en que la reducción de las aportaciones hará que la industria «vaya desplazándose a planes colectivos en lugar de individuales».