Evergrande suspende la negociación de sus títulos en la Bolsa de Hong Kong

La Voz REDACCIÓN | EFE

ECONOMÍA

Crisis de Evergrande
Crisis de Evergrande TYRONE SIU | REUTERS

El endeudado gigante inmobiliario chino informó de esta decisión, que afecta a también «todos los productos estructurados relacionados con la empresa»

04 oct 2021 . Actualizado a las 11:38 h.

El endeudado gigante inmobiliario chino Evergrande anunció hoy que ha suspendido la negociación de sus títulos cotizados en la Bolsa de Hong Kong, sin ofrecer más detalles al respecto.

El grupo informó de esta suspensión, que afecta a también «todos los productos estructurados relacionados con la empresa», en un comunicado emitido a través del parqué hongkonés, que regresó hoy a la actividad tras un parón de tres días.

La empresa escaló el pasado miércoles un 15 % en bolsa tras anunciar la venta de buena parte de sus acciones en un banco a una compañía estatal y después de que la agencia de calificación de deuda Fitch rebajase la calificación de la deuda a largo plazo del grupo por la incertidumbre sobre sus bonos offshore.

La matriz del grupo ha perdido un 78,3 % desde principios de año y los expertos creen que su futuro podría pasar por una reestructuración con la que se pasarían proyectos a otras promotoras para garantizar su finalización antes de que una compañía estatal actuase como «inversor estratégico» para resolver los problemas de financiación del grupo.

Si bien lo que ocurra en el futuro con Evergrande todavía se mantiene en el terreno de la especulación, Fitch rebajó la semana pasada la calificación del riesgo emisor a largo plazo del endeudado gigante inmobiliario chino Evergrande de «CC» a «C», el tercer nivel más bajo de su escalafón.

A finales de junio, según los datos ofrecidos por el grupo, su pasivo total superaba los 300.000 millones de dólares, de los que tiene que devolver 37.000 millones en préstamos antes de que termine el primer semestre de 2022. 

¿Puede la quiebra de Evergrande provocar otro Lehman Brothers?

c. porteiro

Las enormes moles de cemento que se elevan hacia el cielo de Luoyang guardan un parecido asombroso con los complejos residenciales que se quedaron a medio hacer en España tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. No se sabe si algún día se podrá entrar a vivir en ellos porque la empresa promotora, el gigante chino -y mundial-, del ladrillo Evergrande está a las puertas de la quiebra. Acumula una deuda de 256.000 millones de euros, más que toda la riqueza que produce un país como Finlandia en un año. El próximo jueves tiene que hacer frente a nuevos pagos y no tiene caja. Su caída podría arrastrar consigo a otras empresas del sector -se anotan caídas en bolsa de entre el 9 y el 10 %- y generar enormes pérdidas en los bancos que le han prestado dinero y en las cuentas de pequeños inversores que tenían capital en el grupo. Hay quien ha llegado a comparar su caso con el de Lehman Brothers, cuya quiebra desató un torbellino de crisis en cadena a ambos lados del Atlántico. ¿Estamos a las puertas de un nuevo crac? ¿Puede el derrumbe de una promotora china hundir la economía europea?

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