La crisis de la industria gallega golpea a la comunidad

R. González / M. Gago REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PEPA LOSADA

Los trabajadores de Alcoa vuelven a la huelga mientras la Xunta explora, con las plantillas de Vestas y Ence, soluciones para la continuidad de las plantas

28 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La actividad industrial de las fábricas gallegas está especialmente solapada a sectores estratégicos como el naval, el energético, el textil, la automoción... Si los niveles de producción de la industria ya se han visto golpeados por la pandemia, no es menos cierto que también lo fueron por decisiones empresariales que amenazan el tejido productivo. El futuro incierto pesa sobre las fábricas de Alcoa, Vestas y Ence

Alcoa

Huelga indefinida. La situación de la fábrica de aluminio parece encontrarse en un callejón sin salida. Las negociaciones entre la multinacional y el Gobierno central para la venta de la planta -la único de sus características en España- fracasaron y los trabajadores retomaron la huelga indefinida para reclamar un desbloqueo de la operación. La compañía, que rechazó en otoño del 2020 una oferta de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), pide ahora que sea precisamente este organismo el que entre en la ecuación para aminorar el «riesgo», o bien que el Ejecutivo estatal garantice un precio «competitivo» de la energía. El Ministerio de Industria insiste en que hay cuatro posibles compradores y urge a la compañía a agilizar el traspaso sin mediaciones. 

De fondo, sigue abierta la vía judicial, al que el conflicto laboral parece desembocar de nuevo. Alcoa presentó un expediente de regulación de empleo (ERE) que suponía el cierre de la fundición de aluminio, un despido colectivo que fue corregido por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). Al tiempo que negocia la venta, la multinacional no renuncia al cierre y presentó recurso de casación ante el Tribunal Supremo, que abordará el caso el 20 de octubre.

La decisión que tome el alto tribunal mantiene en vilo a una comarca, la de A Mariña Lucense, dependiente de esta industria, y por tanto de su futuro, ya que en la fábrica de aluminio trabajan unos 600 obreros y de su actividad dependen también decenas de empresas auxiliares. la comarca, sin Alcoa perdería buena parte de sus ingresos.

En un limbo queda la factoría hermana, la refinería de alúmina de San Cibrao, que produce en buena parte para la electrolisis del complejo industrial y en la que trabajan otros 500 operarios. Alcoa se niega a venderla, pero existen dudas sobre su continuidad si cierra la planta de aluminio. 

Vestas

El cierre de una fábrica sin pérdidas. La situación de Vestas es otro golpe para la comarca de A Mariña. La multinacional anunció el cierre de una planta, la de Chavín (Viveiro), que emplea a 115 trabajadores y que en el 2019 celebraba por todo lo alto su 20 aniversario, anticipando un brillante futuro. La empresa alega que la demanda de los aerogeneradores de 2 MW -también se fabrican paneles de control para la turbina eólica marina V164- ha caído, pero no incluye pérdidas en su justificación del ERE extintivo. Hoy se inicia el período de consultas del despido colectivo, y ayer la Xunta de Galicia y el comité acordaron la creación de una mesa de trabajo para evitar la clausura de la factoría. El conselleiro de Industria, Francisco Conde, reconoce la contradicción entre la inestabilidad de la planta y el auge de las energías renovables, e insta al Gobierno central a implicarse. Los obreros, por su parte, alertan de una «deslocalización» y piden al Ejecutivo autonómico que actúe para «ganar tiempo» de cara a una solución que permita mantener el empleo. 

Permanencia de Ence

Adscribir los terrenos a la Autoridad portuaria de Marín. La búsqueda de soluciones para mantener la papelera de Ence en su actual ubicación de Lourizán se mantiene después del reciente varapalo judicial, cuando la Audiencia Nacional anulaba la prórroga de la concesión otorgada por el Gobierno de Mariano Rajoy, en el 2016, a la fábrica. La última propuesta que está sobre la mesa es adscribir los terrenos de la pastera en Lourizán al ámbito competencial de la Autoridad Portuaria de Marín y Ría de Pontevedra, como fórmula jurídica para garantizar la continuidad de la fábrica pontevedresa. El conselleiro de Industria, Francisco Conde, manifestó este lunes su respaldo público a la iniciativa. Conde hizo suyos, de esta manera, los argumentos de los comités de empresa de Ence tras mantener, a primera hora de este lunes, una reunión con los respectivos comités de la pastera. Para saber si esta opción tiene posibilidades reales, la Xunta solicitará un informe al Consello Consultivo de Galicia, que se remitirá también a Madrid. Asimismo, el titular de Industria instó al Ministerio de Transición Ecológica a aceptar esta posibilidad jurídica de solucionar el conflicto e implicarse de forma activa en esta vía. El dirigente autonómico se reafirmó en que «a única alternativa posible para a ubicación da planta de Ence é Lourizán e por iso temos que identificar calquera alternativa que nos permita manter a planta alí».