Garamendi defiende aplicar salarios mínimos diferentes en cada territorio

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MARTINA MISER

El presidente de la CEOE  alega que ya hay disparidades laborales entre los trabajadores del metal del País Vasco y el resto de españoles

02 sep 2021 . Actualizado a las 16:51 h.

Quince euros este año y 31 euros en el 2022 y el 2023. Es la subida que quiere aplicar el Ministerio de Trabajo al salario mínimo interprofesional (SMI), congelado desde hace ocho meses en los 950 euros mensuales. 

Las intenciones del Ejecutivo, que ya elevó el umbral un 30 % en apenas tres años, chocan de frente con las de la gran patronal, la CEOE. Su presidente, Antonio Garamendi, insistió esta semana en que no es el momento adecuado para subir los salarios porque todavía persisten muchas incertidumbres sobre la recuperación. Y lo cierto es que, al margen del control de la pandemia, las empresas están teniendo problemas con el encarecimiento del precios de las materias primas y el transporte, un factor que está pesando en el resultado de muchas de ellas. «No es momento de subir el salario mínimo, va a contraer más el empleo», alertó

Según recoge Efe, Garamendi también ha abogado por legislar para aplicar salarios mínimos diferenciados por territorios, de tal forma que se adapten a una «España diversa», como ya se hace en la negociación colectiva. «Sí creo que hay que evaluar un SMI que se acople a cada uno de los territorios de este país», ha afirmado en declaraciones a Capital Radio, donde ha recordado que la negociación colectiva entre patronales y sindicatos varía en función de los territorios, ya que no aplican las mismas condiciones salariales en el convenio del metal del País Vasco que en otras comunidades.

También ha reprochado al Gobierno su manga ancha con el SMI, recordándole que el alza no le cuesta nada al Estado, dado que las Administraciones no actualizan los contratos con las empresas a pesar del aumento de los costes laborales: «El Gobierno está muy tranquilo diciendo que hay que subirlo, pero al Estado le cuesta cero subir el salario mínimo», ha asegurado Garamendi, quien ha insistido en la negativa de las organizaciones empresariales a subir el SMI para lo que resta del 2021.

«Que la gente se ponga en la piel de gente muy humilde que son empresarios», ha reclamado, al tiempo que ha recalcado que el salario mínimo no afecta a las empresas del Ibex ni a la mayoría de sectores que se encuentran bajo el paraguas de la negociación colectiva, sino que afecta fundamentalmente al sector agrario, que aún atraviesa importantes dificultades. «En los últimos tres años el SMI ha subido el 30 %. Nadie dice que no haya que subirlo, solo decimos que no es el momento», ha añadido el presidente de CEOE, partidario de analizar una senda en el tiempo.