Precio fijo a la nuclear y topes a la hidráulica para bajar la factura

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

BASILIO BELLO

La medida arrebataría a las eléctricas de 1.500 a 3.200 millones

23 ago 2021 . Actualizado a las 19:00 h.

¿Cómo es posible que las eléctricas hayan cobrado a precio de gas una energía como la hidráulica este mes si no tienen que pagar por el agua ni por derechos de emisiones de CO2? La respuesta está, como en casi todo lo que tiene que ver con la subida de precios de la luz, en las deficiencias del sistema eléctrico español. Las compañías que, como Iberdrola o Naturgy, tienen plantas en embalses, sabían que su producción sería necesaria para cubrir la demanda en agosto en plena escasez eólica, así que no dudaron en inflar los precios en las subastas hasta situarlos ligeramente por debajo del precio de la energía de plantas de ciclo combinado —necesitan gas y está por las nubes—. La ecuación es sencilla: bajos costes de producción y más altos precios se traducen en enormes beneficios, que admiten fuentes del sector. Todo ello a costa de secar algunos embalses gallegos como el de As Portas y Cenza.

No es la primera vez que las eléctricas actúan de este modo. En el año 2015, Competencia sancionó a Iberdrola con 25 millones por manipulación del mercado, tras cerciorarse de que había incrementado el precio de las ofertas hidráulicas del Duero, Sil y Tajo entre el 30 de noviembre y el 23 de diciembre del 2013, en plena refriega con el Gobierno, como ha vuelto a pasar este 2021 a costa del recorte de los llamados «beneficios del cielo», dinero extra que hasta ahora recibían las eléctricas por producir con hidráulica y nuclear como si tuvieran que pagar por derechos de CO2.

No parece que las aguas se vayan a calmar porque queda por dalente una década crucial de transición energética en la que tanto la eólica —más intermitente— como la hidráulica tendrán papeles protagonistas.

Para evitar que ese protagonismo se traduzca en facturas de la luz más caras, el socio de la coalición de Gobierno, Unidas Podemos, ha pedido por carta a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que aparte a la hidráulica y la nuclear del mercado de subastas. ¿Cómo? Fijando un precio para la primera y estableciendo topes máximos para la segunda.

La medida, que tendría que estudiar Bruselas para asegurarse de que no distorsiona la competencia, supondría un recorte de entre 1.500 y 3.200 millones de beneficios para las compañías, según los cálculos de la formación morada, que cree que el ahorro se trasladaría finalmente a las familias, siempre que, como ha empezado a hacer Iberdrola con las contribuciones al Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico, no trasladen costes directos o indirectos de medidas gubernamentales a los contratos con clientes.

Así funcionaría

El Ministerio asegura que evaluará la «viabilidad [de la propuesta] con las máximas garantías». La medida permitiría a las comercializadoras adquirir energía nuclear a un precio fijo, como ya lo hacen en Francia. Con ese desacoplamiento, los consumidores no se verían obligados a pagar precios desorbitados fruto de trasladar los costes de producción de las energías más caras a los precios de las más baratas.

Para la energía hidroeléctrica se propone un máximo, de tal forma que si el precio de otras energías, como está ocurriendo con el gas, se dispara, no podrá encarecer de forma artificial el de energías más baratas como la hidráulica. Competencia se encargaría de fijar esos umbrales.

El PP propone bajar impuestos

Por su parte, el Partido Popular (PP) ha vuelto a insistir en la bajada de impuestos como solución a los elevados precios de la luz. Su portavoz en el Senado, Javier Maroto, ha afirmado que el abaratamiento de la factura eléctrica pasa por «sacar los costes no energéticos del recibo y bajar impuestos». Por eso la formación defiende que se destinen los 3.300 millones de euros de más que el Ejecutivo prevé recaudar en impuestos por el incremento el precio de la luz este año al contener la subida del recibo. «No se puede hacer caja a costa de que los trabajadores y clases medias no lleguen a fin de mes. Es posible reducir la factura de la luz sacando los costes no energéticos del recibo y bajando impuestos».

 

La Xunta arremete contra el vaciado de embalses, que debió ser notificado

Cuando un embalse explotado por una empresa concesionaria como Iberdrola reduce el nivel del caudal por debajo del 20 %, como ha pasado con los pantanos de As Portas y Cenza —ambos al 15 % de su capacidad y rozando los umbrales mínimos legales del 12 % y el 11 % respectivamente—, debe avisar con un mes de antelación a las autoridades competentes. Esto es: a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, según confirman fuentes del sector y el propio Ministerio para la Transición Ecológica. Ninguno de estos organismos ni la propia empresa han aclarado a este diario si esa notificación fue recibida y, en su caso, autorizada para reducir el caudal a unos niveles sensiblemente inferiores a la media de los últimos años, que rondan entre el 75 % y el 63 %, respectivamente. A pesar de las cifras, de que el presidente de la Confederación admitiese el «turbinaje excesivo» y de que hay una investigación abierta, desde el Ministerio aseguran que el vaciado entra dentro de la normalidad en verano, sobre todo cuando cae la producción eólica.

Las explicaciones no convencen a la Xunta. La conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, manifestó este lunes en visita al embalse de Portodemouros, que «deixar baixar do 20 % é irresponsable», y que siempre debe ser precedido de una notificación. Admitió que la situación puede pasar a ser alarmante si no llueve en las próximas semanas porque el vaciado «desmesurado», que coincidió con los precios disparados de la luz, podría afectar al caudal ecológico: «Non son os niveis habituais nin os agardados», denunció.