Stellantis Vigo vuelve al trabajo con el reto de superar la crisis de los microchips

Alejandra Pascual Santiago
Alejandra pascual VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Oscar Vázquez

La planta de Balaídos pasará de fabricar 91 vehículos eléctricos al día en septiembre a 224 en noviembre

17 ago 2021 . Actualizado a las 23:11 h.

A pesar del desabastecimiento de componentes electrónicos que sufrió la planta de Stellantis Vigo en los últimos meses, los trabajadores han disfrutado este verano de tres semanas de vacaciones como en años anteriores. No habrá días añadidos. Hoy regresan a la fábrica de Balaídos más de 7.000 empleados «con normalidade», apuntan los sindicatos. La plantilla se irá incorporando por turnos, a partir de las seis de la mañana, en los distintos sistemas.

Stellantis recupera la actividad condicionada por los problemas del mercado en cuanto al stock de microchips. También la industria auxiliar. Ante un panorama de incertidumbre, el sector de la automoción en la provincia de Pontevedra (150 empresas) asume que la crisis seguirá lastrando la producción en lo que resta de año. Los sindicatos confían en que se haya hecho acopio de componentes a lo largo de estas semanas para no tener grandes sobresaltos.

En Stellantis Vigo todo está diseñado con tiralíneas. La puesta a punto de la planta tras el período estival comenzó el pasado jueves. Está organizada como un conglomerado de tres fábricas dependientes entre sí: embutición y ferrage, pintura y montaje. Proveedores, filiales y responsables de diferentes divisiones trabajan desde hace cinco días para que hoy cada uno de los trabajadores pueda incorporarse en su puesto a la hora correspondiente y tenga tarea entre manos, sin tiempos muertos.

La factoría viguesa se fue de vacaciones con una pérdida estimada de 65.000 vehículos, consecuencia de la treintena de días que tuvo que suspender su producción, entre diferentes turnos y sistemas.

Electrificación

El nuevo curso comienza también con un Stellantis comprometido con el imparable proceso de electrificación del sector, clave para la matriz del grupo. «Si queremos seguir siendo asequibles, con tecnología eléctrica que es un 40 % más cara, tenemos que trabajar más en la reducción de costes», advirtió Carlos Tavares, director general del grupo, hace solo tres días. Le preocupa el alto precio de estos modelos y sitúa en un 70 % la producción de eléctricos e híbridos enchufables en las fábricas de Europa en el 2030, frente al 14 % actual.

Vigo se erige como una avanzadilla de este tipo de producción: aquí se han fabricado desde hace 26 años más de 20.000 unidades de las versiones libres de emisiones de Citroën C15, Citroën Berlingo y Peugeot Partner. En el próximo mes de septiembre, la planta se ha propuesto fabricar 91 vehículos eléctricos al día. En noviembre, se espera que esa cifra se eleve hasta las 224 unidades cada jornada. El nivel de producción en Balaídos de todos sus modelos está situado en 2.300 vehículos al día.

Vigo sigue fortaleciendo su experiencia en los eléctricos, con seis modelos. Se trata de las versiones comerciales y polivalentes del Citroën ë-Berlingo, Opel Combo-e y Peugeot e-Partner (en su versión polivalente, Peugeot e-Rifter).

Otro aspecto a tener en cuenta es que el gigante Stellantis, cuarto mayor grupo automovilístico del mundo tras la fusión de PSA y Fiat, arranca este nuevo curso en plena metamorfosis de su estructura de venta en Europa (quiere prescindir de 129 concesionarios en España para crear megacomercios). El precio de las acciones del grupo, que cotiza en la bolsa de Wall Street, en París y en Milán, sigue revalorizándose. Además, Peugeot Citröen Automóviles España, la filial del grupo, con sede en Vigo, retomó en el 2020 números verdes en su balance (8,9 millones de beneficio en un proceso sumamente complejo para la industria).