«Se a xente non ten efectivo, ¿cobro o café con TPV? Non compensa»

ECONOMÍA

Santi M. Amil

Vecinos de Cenlle denuncian la falta de servicios bancarios básicos

14 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos de 27 concellos ourensanos carecen de sucursales bancarias y de cajeros automáticos donde poder retirar dinero en efectivo. Todos pertenecen a ese grupo de municipios que cada año disminuyen de población y cuya edad media va ascendiendo casi al mismo ritmo. Ourensanos que, en la mayoría de los casos, no usan el servicio de banca móvil —lo de la conexión a Internet sería otro debate— y se manejan con billetes y monedas.

Uno de esos municipios es Cenlle (1.100 vecinos), en pleno corazón de O Ribeiro. No es el único de la comarca que se encuentra en esta situación, que se hace todavía más complicada en los meses de verano, con el regreso de muchos vecinos originarios de la localidad y de visitantes que se ven obligados a coger el coche y acudir a otros municipios para poder sacar dinero de un cajero.

Además de los vecinos, los negocios de la localidad también se resienten. Lo sabe bien Jorge Freigedo. Él regenta el café bar Tenencia, un comercio multiservicio donde se puede sellar una bonoloto, comprar una cajetilla de tabaco o una lata de sardinas y tomarse un café. Donde el dinero en efectivo, la calderilla, es el pago habitual, ya que muchas de las compras no superan el euro. Hace años que desapareció la sucursal bancaria y no le ha quedado más que adaptarse a los tiempos, aunque al resto de los vecinos les cueste.

De hecho, el 10 de diciembre del año pasado, la Xunta y la Fegamp suscribieron un protocolo para sufragar los costes de mantenimiento de los cajeros en estas localidades en riesgo de exclusión financiera. El Concello de Cenlle se sumó a la iniciativa, barajando dos opciones para su ubicación: en las nuevas oficinas municipales o en el aula cultural. De momento es solo un proyecto.

Mientras las administraciones buscan una solución, las compras se siguen moviendo en el municipio. Esa fue una de las razones por las que Jorge Freigedo, con el problema encima, empezó a barajar soluciones. «Eu mirei a opción de facelo a través do meu estanco. Pero obrigábase ao cliente a facer unha compra mínima, e moita xente non fuma. Outro problema é que se non teño efectivo non estaría obrigado a dar o servizo. Vin que non solucionaría o problema», explica. Así que no le quedó otra que hacerse con un TPV (dispositivo para los cobros con tarjeta), para poder dar respuesta a aquellos vecinos que no llevan dinero en efectivo y que no pueden desplazarse cuando quieren, por falta de vehículo o tiempo, al concello de al lado. «E se a xente non ten efectivo ¿cobro un café co TPV? Non compensa. A comisión sería de 0,25 euros. Só podo facelo con gastos superiores a 10 euros. O outro día viñeron uns turistas que estaban aloxados nunca casa rural. Dixeron que non tiñan efectivo e preguntaron onde podían sacar. Fóronse a outro concello e quedaron alí. É normal», explica Freigedo. Lo mismo le sucede con el sellado de lotería. También ha tenido que acostumbrarse al cobro a través del móvil, aunque solo sucede con pocos vecinos, los jóvenes. «A xente maior non se defende», añade el empresario. Así es.

Cierre de oficinas

No es el único caso en la provincia de Ourense que ha visto cerrar de forma paulatina sucursales bancarias o limitar su apertura a un día a la semana. Ocurre lo mismo en Chandrexa de Queixa, Carballeda de Avia, Larouco, A Teixeira, A Arnoia, Lobeira, Melón, Oímbra, Os Blancos, Petín, Piñor, Porqueira, Rairiz de Veiga, Vilar de Santos, Xunqueira de Ambía, Piñor...

La edad media de los vecinos de estos municipios es cada vez mayor y sus desplazamientos en vehículo particular, cada vez más difíciles. A todo esto hay que añadir la cada vez más mermada frecuencia del transporte público entre concellos. «Al final seremos nosotros los que llevemos el dinero a las casas. Necesitaremos un guardaespaldas», afirma el cartero de Cenlle. No está tan desencaminado. En marzo, Correos informó de que instalará cajeros automáticos en veinte localidades de entre 500 y 3.000 habitantes de España. Dos de ellas están en Ourense. Una es Cortegada. La otra, Cenlle.

Feijoo pide regular que no pueda haber pueblos sin cajeros

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, reclamó este viernes que se garantice, a través de una regulación estatal, que ninguna población se quede sin cajero, con independencia de la población censada. Se trata, dice, de asegurar que los vecinos tengan acceso a dinero en efectivo, y asegura que la comunidad no tiene competencias para legislar.