Sandra Ortega cierra el año de la pandemia en números rojos: Rosp Corunna perdió 91 millones

La Voz REDACCIÓN

ECONOMÍA

CESAR QUIAN

El descenso se debe, principalmente, a los menores dividendos por su 5,05 % en Inditex

11 ago 2021 . Actualizado a las 18:52 h.

Rosp Corunna, la sociedad patrimonial de Sandra Ortega, perdió 91,2 millones de euros en el año de la pandemia, frente al beneficio de más de 117 millones obtenido en el 2019. Así consta en las cuentas que el grupo acaba de depositar en el Registro Mercantil, que reflejan el impacto del covid en el entramado empresarial de la mujer más rica de España.

La sociedad, que gestiona las participaciones que Sandra Ortega heredó de su madre en Inditex y Pharmamar (entre otras empresas), así como sus inversiones inmobiliarias, vio caer sus ingresos un 23,8 %, hasta los 159,575 millones de euros. Un recorte que se explica por el desplome de los dividendos abonados por sus participadas, que se redujeron más de un 54,4 %, al pasar de 161,8 millones en el año previo a la pandemia a los 73,8 del pasado ejercicio.

El mayor recorte se produjo en la retribución que la hija de los fundadores de Inditex recibe por sus acciones en la textil, que aplicó un severo ajuste por la pandemia. En concreto, percibió 55, 1 millones de euros por su paquete del 5,05 % en la multinacional con sede en Arteixo, por el que había ingresado casi 138,6 millones un año antes.

La segunda mayor fortuna del país (cerca de 6.400 millones de euros, según las estimaciones de la revista Forbes) también vio cómo el covid depreciaba su patrimonio inmobiliario, valorado al cierre del año pasado en 468,6 millones, frente a los 576,6 de antes de la pandemia.

Pese a ese revés contable, Ortega siguió apostando por el ladrillo, con la adquisición de un inmueble en Londres, del que no revela el precio. Sí lo hace con el de venta de dos edificios que poseía en Alemania, por los que ingresó 35,9 millones.

En las cuentas, Rosp Corunna reconoce que el grupo ha tenido «que hacer frente a la renegociación de algunos de sus arrendamientos con terceros, ha concedido períodos de carencia a determinados inquilinos, ha paralizado sus actividades hoteleras y ha sufrido retrasos en la evolución de algunos proyectos en fase de desarrollo».

A lo que apenas hay referencia es a la salida del exgestor José Leyte, que pasó de manejar la fortuna de Sandra Ortega a cruzarse demandas con la empresaria, que lo acusa de apropiación indebida, falsedad documental y administración desleal (mientras él reclama un mayor finiquito). Su despido solo se refleja en el descenso del personal directivo y en el menor gasto en salarios, con un ahorro de 1,7 millones.