La autorización del Gobierno no garantiza el éxito de la opa del fondo IFM sobre Naturgy

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

NACHO DOCE

Deberá convencer a miles de accionistas minoritarios con una oferta que en ocho meses se ha quedado corta

05 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Seis meses ha tenido que esperar el fondo australiano IFM para que el Consejo de Ministros autorice su opa sobre el 23 % de Naturgy. No todo está hecho todavía, pues la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) debe autorizar aún el folleto de la oferta y también deberá pronunciarse el consejo de administración de la eléctrica. Pero no parece que las dificultades pueden venir por ese lado. Sí quizá para ejecutar la opa en sí misma, es decir, conseguir que los accionistas más pequeños (institucionales y particulares) le vendan sus títulos. Porque los grandes no lo van a hacer. Criteria Caixa, con el 26 % del capital, lleva un par de meses, de hecho, haciendo lo contrario: comprando títulos para consolidar aún más su posición en Naturgy. Los fondos GIP y Rioja (este compuesto por el británico CVC, antiguo dueño de R y que acaba de comprar el 11 % de LaLiga, y por la española familia March), con un 20 % cada uno, tampoco van a vender, pues así lo acordaron con IFM desde el principio. Quedaría la empresa estatal argelina Sonatrach, con el 4 %, pero está alineada con Criteria, así que tampoco parece que acudirá a la opa.

Le queda disponible un 28,6 % de capital, que cotiza libremente en bolsa y que está en manos de miles de inversores institucionales y de pequeños minoristas. Suficiente, en teoría, teniendo en cuenta que IFM ambiciona exactamente el 22,68 % de la eléctrica española. El problema es convencer a tantos pequeños accionistas para que se desprendan de su inversión. Un buen precio que les garantice una jugosa rentabilidad sería un gran aliciente para vencer posibles reticencias. IFM ofrece 22,07 euros por título -revisó el valor a la baja dos veces para descontar el dividendo que la compañía repartió entre sus accionistas-. Es una cifra que, cuando dio a conocer la oferta, el 26 de enero, no estaba nada mal, pues entonces la acción se cotizaba a 19 euros. Con el anuncio de opa superó los 22, pero luego volvió a bajar. Hasta las últimas semanas. Primero porque la compra que está llevando a cabo Criteria Caixa para escalar posiciones está revalorizando los títulos, tendencia que se mantuvo con la presentación, hace unos días, del nuevo plan estratégico de la eléctrica hasta el 2025. El resultado es que la acción de la eléctrica cotiza en bolsa a un valor muy parecido al que ofrece IFM (a 21,83 euros), así que quizá muchos accionistas ni pestañeen cuando llegue la hora de acudir a la oferta. Según los analistas de Bank of America, el fondo australiano tiene dos opciones: o retirar la oferta u ofrecer más dinero. Oficialmente, IFM no realiza valoraciones sobre la operación en marcha.

Podemos reniega

Entre tanto, los socios del Gobierno de coalición siguen mostrando que caminan por separado. Al día siguiente de que el Consejo de Ministros, en el que se sientan juntos PSOE y Unidas Podemos, aprobase la opa con varias condiciones, la secretaria general de Podemos y ministra de Asuntos Sociales, Ione Belarra, opinaba en Twitter que «la venta de un 22 % de Naturgy a un fondo extranjero con residencia en las islas Caimán es una pésima noticia para nuestro país. Perdemos soberanía. Nuestro objetivo como Estado debe ser garantizar derechos por encima de cualquier interés económico de una empresa extranjera».

Además, el PP ha pedido una convocatoria urgente de la Diputación Permanente para que las ministras de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y de Transición Ecológica, Teresa Ribera, comparezcan para informar de la autorización a IFM.

Un precio que ha dejado de ser atractivo

Los analistas dan casi por hecho que el fondo australiano se va a ver obligado a mejorar su oferta por cada acción de Naturgy para conseguir su objetivo. David Galán, director de Bolsa General, considera que el precio actual que propone (22,07 euros por título) es casi idéntico al de mercado (21,83) y que así la operación ya no resulta atractiva. A no ser, claro, que la cotización se desplome a lo largo de este mes, aclara, entonces sí saldría a cuenta la propuesta de opa.

De lo contrario, «va a tener que subir el precio» para convencer a los inversores, que podrían optar por aguardar tiempos mejores durante los tres próximos años. ¿Por qué ese tiempo? Porque el Consejo de Ministros autorizó a IFM a realizar la inversión en una empresa estratégica como Naturgy a cambio de que, una vez sentado en el consejo de administración, velase por la integridad, el empleo y la españolidad de la empresa durante los cinco años siguientes a la opa. También impuso otra condición: que no permitiese que el consejo decidiese excluir de cotización la compañía eléctrica durante un período de tres años. De este modo, los inversores cuentan con esa seguridad y si la oferta actual no es lo suficientemente atractiva podrían aguardar tiempos mejores.

Galán considera que IFM ya estará adquiriendo todas las acciones posibles de capital flotante (el que cotiza libremente en bolsa) para ir acumulando títulos para cuando formalice la opa, previsiblemente el próximo mes de septiembre.