Según explicaron fuentes de Facenda, la iniciativa consiste, además de instalar cajeros automáticos en dependencias municipales, en la prestación de un servicio de asistencia financiera que permita, «de xeito semellante a unha oficina bancaria convencional, solucionar presencialmente as dúbidas dos clientes». Se completará también con oferta de formación financiera y digital para los clientes, para facilitarles el acceso a la banca electrónica.
La Xunta concederá «un incentivo» a una entidad financiera —elegida por convocatoria pública— para que preste los servicios bancarios básicos en los municipios que se adhieran al protocolo firmado con la Fegamp y firmen el convenio correspondiente. Facenda señaló que el proceso de contratación «culminará en breve», sin concretar fecha. Su puesta en marcha en 36 concellos pondría fin a la exclusión financiera, ya que —según el Banco de España— son 38 los que carecen de cajero o de sucursal bancaria.