Eduardo Dávila: «Somos el tercer país del mundo con más ciberataques: 40.000 al día»

Paula Avendaño / G. L. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El presidente ejecutivo de Aon para España, Europa y Oriente Medio defiende la necesidad de cuidar la salud mental en las empresas

29 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La multinacional Aon es una de las compañías de seguros más grandes del mundo. El 25 % de ella, unos 4.000 millones de euros de facturación y el empleo de 18.000 personas, están a cargo de un gallego. Eduardo Dávila es coruñés, y desde el 1 de julio, es el presidente ejecutivo de la firma para Europa, África y Oriente Medio, uno de los directivos gallegos con mayor rango en una multinacional extranjera. Casado y padre de tres hijos, tiene por delante el reto de dar solución a los mayores riesgos de las empresas en la próxima década: la pandemia, el cambio climático o la ciberseguridad.

-¿Cómo de necesario es asumir riesgos para tener éxito?

-Para las empresas, imprescindible, siempre y cuando se haga asesorado bien y valorado las diferentes alternativas. En mi caso particular me dejo asesorar mucho por mi propia intuición. Desde muy al principio sé lo que me dice el estómago y, a partir de ahí, trato de construir el caso que apoye ese sentimiento. Una reflexión diferente es cómo cada uno definimos el triunfo y el éxito.

-¿Son las empresas más humanas que antes de esta crisis?

-Quiero pensar que sí. Sería un drama no haber aprendido nada de una experiencia tan dura y simplemente querer volver al pasado. Es importante que el humano haga el humano. Las empresas, independientemente de su actividad, son entes firmados por personas. Personas con sentimientos, con ilusiones, ambiciones y necesidades de equilibrio e ilusión por un proyecto común. Además, todos tenemos un propósito.

-Parece que somos ahora más conscientes de que hay que cuidar la salud de los empleados.

-Aunque ya estábamos en una trayectoria hacia ello, diría que esta situación ha acelerado esa tendencia. Es un tema que nos interesa mucho y queremos ayudar en salud mental. Estamos inmersos en una campaña a nivel mundial que principalmente tiene como objetivo ayudar a entender esta nueva realidad y cuidar a sus empleados de una forma distinta y mejor.

-¿Qué necesita nuestro país para ponerse a la cabeza en el ámbito de la innovación?

-Inversión y diversidad. Tener ideas es una cosa, transformarlas en valor, es otra. Dicho eso, es increíble lo que hace nuestra comunidad científica y empresarial con recursos tan escasos. Mucha gente piensa que el dinero empleado en procesos de innovación es un gasto en vez de una inversión, pero de vez en cuando hay que proyectarse y pensar qué cosas tengo que hacer hoy para llegar a ese punto en el futuro. La innovación surge en el sitio y momento más inesperado, pero es verdad que crear el ambiente propicio ayuda a que se produzca.

-¿Los ciberataques a las empresas son más habituales de lo que quizás trasciende?

-Muchísimo más. Lo que pasa es que, como bien dice, trascienden los más importantes o visibles, en función de las empresas o Estados que son víctimas de los mismos. Solo en España hay 40.000 ciberataques diarios. Creciendo más del 125 % cada año. Después de Estados Unidos y Alemania, somos el país más amenazado por los ciberdelincuentes.

-¿Cuál es su reto más inmediato tras su nombramiento?

-Acelerar nuestra estrategia de diversidad e inclusión para que cada uno pueda desarrollar su máximo potencial. Y por otro lado, crear nuevas soluciones que ayuden a minimizar el impacto de los riesgos. Esta industria está evolucionando, la magnitud de las amenazas nunca ha sido tan grande. Hoy en día, los riesgos derivados de pandemias, cambio climático, reputación, ciberseguridad, son la prioridad de cualquier líder empresarial, y por tanto es nuestra obligación liderar las soluciones para ayudarlos.

-¿Cuánto importa lo cultural cuando una empresa quiere expandirse a otros territorios?

-En mi experiencia, la prudencia, respeto, humildad y curiosidad me han ayudado muchísimo a ser aceptado en diferentes culturas y geografías. La verdad es que es fascinante gestionarlo y descubrir que una vez ganada esa confianza, estés donde estés, el común denominador es que detrás de todo hay una persona. La habilidad es cómo llegar a ella con su cultura y formas de hacer, y no solo con las nuestras. Creo que guardarse el ego y aceptar lo diverso es un buen punto para comenzar cualquier camino.

-¿Qué va a transformar el mercado de trabajo en la próxima década?

-Espero que la diversidad e inclusión de mucho talento diferente. Y que el talento acceda a puestos que ayuden a transformar, y evolucionar a las empresas. Empezando por las mujeres.