La Audiencia Nacional archiva la causa contra Repsol, CaixaBank, Brufau y Fainé por el caso Villarejo

J. M. Camarero MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Todos negaron en sus declaraciones cualquier irregularidad en la contratación de Cenyt, la empresa del excomisario

29 jul 2021 . Actualizado a las 18:21 h.

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha decidido archivar la causa contra el presidente de Repsol, Antonio Brufau, y el que fuera presidente de CaixaBank, Isidro Fainé, por la que se investigaban los trabajos encargados al excomisario José Manuel Villarejo para, presuntamente, espiar al entonces máximo directivo de Sacyr, Luis del Rivero.

Además, el juez ha decidido ampliar ese archivo a las dos propias compañías como personas jurídicas. En relación a Fainé y Brufau, ha acordado el sobreseimiento provisional al no constar su participación en la contratación de Cenyt, la empresa vinculada a Villarejo en torno a la cual se gestionaban todos los contratos ahora investigados en diversas causas con estas dos y otras muchas empresas del Ibex-35.

El juez considera que, con toda la documentación aportada por ambas compañías hasta ahora en el proceso abierto por el caso Villarejo se desprende que dicha contratación de sus servicios no recaía en el ámbito de control del presidente, sino en el de sus directores de seguridad. «Sin indicios que apunten a que los presidentes de las compañías interviniesen de manera directa en los hechos investigados, no es posible transferir a dichos presidentes una obligación de supervisión y vigilancia corporativa que está delegada en los órganos competentes para ello», ha dicho.

En cuanto a Repsol y CaixaBank como sociedades, el magistrado ha considerado que las dos tenían mecanismos de prevención implantados que «eran adecuados, con independencia de la final ocurrencia de los hechos objeto de investigación».

En esta pieza separada de Tándem se investiga el Proyecto Wine, por el cual habrían encargado a Villarejo que espiara a Del Rivero para evitar que este último se hiciera con el control de Repsol (de la que CaixaBank era uno de los mayores accionistas) a través de una alianza con la petrolera mexicana Pemex.

García-Castellón había acordado a principios de julio la imputación de Repsol y CaixaBank como personas jurídicas dentro de una pieza separada del «caso Villarejo». El juez apreciaba dudas sobre la operativa empleada por las dos entidades en la contratación de Villarejo. Destacaba dos extremos: la legalidad de los trabajos contratados -pagaron 389.400 euros- y la condición de funcionario público de Villarejo en el momento de los hechos, 2011 y 2012.

Tanto Caixabank como Repsol remitieron en su momento documentación en la que ambas aludían a la legalidad de la contratación de Cenyt, justificándose en la convicción de que se trataba de servicios de seguridad privada. Además, tanto Antonio Brufau como Isidro Fainé ya declararon por estos hechos en mayo. El actual responsable de la petrolera atribuyó a Araujo la responsabilidad del contrato con Villarejo y Fainé dijo que conoció por Brufau el «encargo» sobre Sacyr. Tras conocer la imputación, Repsol alegó que «demostrará» que actuó de forma correcta y dijo que la medida judicial no afecta a su actividad.