El edificio residencial más alto de Europa, acabado tras 15 años

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

InTempo, en Benidorm, fue el gran fiasco inmobiliario de la antigua Caixa Galicia

15 jul 2021 . Actualizado a las 09:39 h.

Si el refrán dice que no hay mal que cien años dure, en el caso del InTempo, el rascacielos residencial más alto de Europa, su mal fario se ha prolongado tres lustros. Los que han pasado desde que en el 2006 la antigua Caixa Galicia impulsó su construcción en la localidad alicantina de Benidorm -le concedió un préstamo de 108 millones de euros a su promotora, Olga Urbana-, hasta la actualidad, cuando acaban de concluir las obras y los primeros apartamentos están prácticamente listos para que sus propietarios comiencen a ocuparlos.

Está ubicado frente a la playa de Poniente, como el Gran Hotel Bali (sus 186 metros de altura lo convirtieron en el edificio más alto del país durante unos años), y sus medidas hablan por sí solas: 198 metros de altura y 47 plantas que acogen 256 apartamentos de lujo en un diseño poco convencional, de leve regusto cañí a Torres Petronas, con la salvedad de que la pasarela de conexión entre los dos cuerpos de la construcción corona el edificio a modo de diamante.

De hecho, la azarosa historia de InTempo incluye la quiebra de la promotora en el 2014, cuando la obra estaba completada en un 80 %. Poco antes Novacaixagalicia había traspasado el crédito (con un 50 % de descuento) a la Sareb, el archiconocido banco malo que absorbió los activos inmobiliarios tóxicos de la banca. Pese a tanto tropiezo, la obra acabó reactivándose, ya que la Sareb lo vendió al fondo estadounidense SPV cuatro años después.

De la mano de la promotora Uniq Residencial, los nuevos propietarios apostaron por reconvertir el proyecto inicial al segmento del lujo y, dado que no podían hacer nada con su ya desfasado exterior, lo fiaron todo al interior.

Así, tiraron tabiques y rediseñaron los espacios para ofrecer apartamentos amplios, modernos y llenos de luz, con una superficie mínima de 75 metros cuadrados y un precio a partir de los 245.000 euros. Los 279 metros del más caro -en la zona del diamante- rozan los 2,4 millones. Además, las dos plantas superiores del cono albergan las zonas comunes, incluida una piscina climatizada, sauna, cabinas de masaje o el spa más alto del continente. Una terraza con servicio de coctelería y camas balinesas en la azotea ponen la guinda al rascacielos, del que hasta el momento se ha vendido el 40 % de los apartamentos. Las primeras llaves se entregarán en septiembre.