La Unión Europea levanta la última barrera de los fondos Next Generation

Salvador Arroyo MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Reuters

A partir de mañana, se hará tangible el primer flujo de ayudas anticovid

12 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Aquel «¡Lo logramos! Europa es fuerte. ¡Europa está unida!», que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, lanzaba al filo de la seis de la madrugada del 21 de julio del 2020 -tras una cumbre de cinco días, una lista interminable de encuentros bilaterales, choques dialécticos y una cadena de amenazas de fractura-, marcó el comienzo de una nueva era en la Unión Europea.

La consecución del histórico pacto que comprometía a un endeudamiento colectivo para superar la mayor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial está a punto de cumplir un año. Y esta misma semana, mañana si nada se tuerce, los ministros de Economía y Finanzas de los Veintisiete harán tangible para una docena de países, España entre ellos, el primer flujo de las ayudas anticovid, que debería llegar entre finales de este mes y principios de agosto. Una visión radicalmente distinta de cómo enfocar una crisis, una empatía norte-sur que costó lograr (y que ya se verá lo que dura), mecanismos garantistas difíciles de hilvanar y el compromiso de que este dinero será clave para las transiciones ecológica y digital de la Unión han hecho realidad el mayor fondo de asistencia jamás activado bajo el principio de solidaridad. El Plan de Recuperación o Next Generation EU (que está formado por 750.000 millones de euros entre subsidios y créditos; 808.000 a precios corrientes) contará además con un presupuesto a largo plazo para el período entre el 2021 y el 2027. En total, se espera que el monto alcance los 1,8 billones de euros.

Para financiar el fondo, la Comisión Europea realizó las primeras emisiones de deuda a finales de junio en una operación sin precedentes. Tiene de plazo para liquidar con los mercados hasta el 31 de diciembre del 2058.

Antes de dar este paso requirió que los parlamentos nacionales de los Veintisiete le dieran el visto bueno. Hubo un susto con Alemania (su Tribunal Constitucional «congeló» el proceso varias semanas). Pero se superó.

Antes (a finales del 2020) Hungría y Polonia pretendieron bloquearlo al negarse a aceptar la condicionalidad del Estado de Derecho (lo respetas como es preceptivo o te quedas sin el dinero). Pero finalmente pasaron por el aro. Hoy arrecian las presiones sobre la Comisión para que cierre el grifo a Hungría por su ley homófoba. Una incógnita que todavía está por despejar.

Los más golpeados

La gran herramienta de reconstrucción postpandemia priorizó desde el principio a los Estados más golpeados por el patógeno. En concreto Italia y también España, que tiene a su disposición transferencias directas por valor de 69.528 millones (el 20,6 % del total) y préstamos que se moverían entre 71.000 y 84.660 millones. Fuera del Mecanismo (aunque ligado a él) también le llegarían otros 12.426 millones (alrededor de un 25 % de una partida especial de refuerzo para la cohesión). Todos los países han tenido que elaborar planes de inversiones y reformas para acceder al dinero. El de España, que se lo llevó a Bruselas el 30 de abril, consta de 102 reformas y 110 inversiones para poder emplear (de momento) solo la parte de subvenciones. Fue aprobado por el equipo de Ursula von der Leyen el 16 de junio. «Ambicioso, con visión de futuro y que ayudará a construir un futuro mejor», destacaba la presidenta del Ejecutivo. El 40 % de la asignación total se destina a medidas que apoyan los objetivos climáticos y otro 28 % irá dirigido a la digitalización.

El plan español pasa el corte sin pedir cambios

Los distintos equipos de control financieros de la UE ya han estudiado al detalle el proyecto español y los once restantes. Todos estuvieron el viernes en la mesa del Coreper (embajadores permanentes) como paso previo a su validación en el consejo de ministros de economía europeo que se celebrará mañana en Bruselas. Salvo excepciones (se apunta a detalles técnicos) recibirán luz verde tal y como ya han sido validados por la Comisión. El de España, en concreto, ha superado el corte sin cambios. «No se espera una discusión en profundidad y la liturgia será bastante sencilla», explican desde el Ministerio de Economía. El primer desembolso que recibirá el país, en forma de anticipo, será del 13 % (9.000 millones). Y el siguiente pago, de unos 10.000 millones, que debería llegar antes de que acabe el año, tampoco supondrá muchos problemas, porque muchas de las inversiones que lo condicionan ya están cerradas o en ejecución.

Las reformas laboral y de las pensiones serán hitos a tener en cuenta ya para el 2022.