Las marcas reanudan su expansión con franquicias tras la pandemia

D. Casas REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

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El futuro sobre este modelo de negocio, a debate en el foro de BBVA y La Voz

08 jul 2021 . Actualizado a las 00:32 h.

«Creo que nos esperan buenos momentos». Esta visión de futuro de Carlos Conde, propietario y primer directivo de la cadena de peluquerías del mismo nombre, coincide con la de Miguel Freire Abeijón, director de ventas línea mayor del grupo Gadisa, quienes ayer participaron en el foro Franquicias, una forma distinta y sostenible de emprender, organizado por BBVA, en colaborador con La Voz de Galicia, y en el que también intervino María Eugenia López San Segundo, responsable del departamento de Franquicias y Convenios Pymes del BBVA.

La pandemia ha supuesto un punto de inflexión que ha afectado a todos. A unos más que a otros. Pero en todos los casos y en buena parte de los sectores de la economía se han visto obligados a transformarse y adaptarse a los cambios. También las franquicias. Un modelo de negocio muy arraigado en España que registró su mayor despegue en los primeros años del siglo y que en la actualidad cuenta con 72.515 establecimientos y casi 1.400 enseñas, según el último informe publicado por la Asociación Española de Franquiciadores. Al cierre del 2019, daban empleo a 294.231 personas. Por comunidades, Galicia es el quinto territorio donde se concentra el mayor número de marcas bajo este sistema, un total de 50, con 2.069 establecimientos y más de 6.500 empleos.

Estos números demuestran que «el vehículo empresarial» que representa la franquicia tiene buen encaje en un país de servicios, donde pymes, micropymes y autónomos conforman más del 90 % del tejido productivo. Las dificultades que ha generado la pandemia han afectado a esta actividad, pero «el sector ha sabido sobreponerse rápidamente, sobre todo, por el apoyo de las marcas, que han aprovechado muy bien su modelo de gestión. Las cadenas están recuperando las cifras de facturación y de empleo previas a la crisis sanitaria, así como sus planes de expansión para continuar creciendo», aseguró María Eugenia López San Segundo.

Es el caso del grupo Gadisa, con sus 207 franquiciados Claudio y Claudio Express. Miguel Freire reconocía en el foro que «durante la parte más dura del confinamiento hemos sido capaces de servir a todos nuestros franquiciados en condiciones prácticamente normales».

Aunque los negocios de peluquería y estética fueron considerados esenciales, la crisis obligó a posponer los planes de internacionalización de Carlos Conde Peluquerías. Noventa centros, 300 empleados y un crecimiento constante durante los últimos años le dan el respaldo para seguir creciendo mediante el modelo de franquicia. «Este año hemos abierto 17 establecimientos y pensamos cerrarlo con 20 más» y el salto a Latinoamérica y Estados Unidos. Su presencia en Miami es inminente, también bajo el modelo de masterfranquiciado, es decir, «compran nuestro modelo de negocio en un territorio que creemos óptimo».

Las previsiones de Gadisa con sus marcas franquiciadas para este año son muy expansivas. Miguel Freire aseguró que «la idea es crecer. Llevamos 15 aperturas desde enero y, si todo va bien, cerraremos el ejercicio con el doble de nuevos establecimientos bajo el paraguas de nuestras enseñas».

El acuerdo comercial que se establece entre las partes se ajusta muy bien a quien quiere emprender un negocio. Cuenta con el respaldo de la marca, que le acompaña en cada uno de los procesos hasta que el proyecto está en marcha. Formar al franquiciado para que pueda llevar el negocio con éxito, ayudarle a abrir en una buena ubicación, a seleccionar a su personal, asesorarle en el proceso de apertura y lanzamiento del negocio, cesión de la marca y todos sus elementos de márketing; proveerle de productos y servicios y darle respaldo continuado para que gestione su negocio forman parte de ese decálogo para el que decide emprender con un nuevo negocio bajo el paraguas de una marca, coincidieron en señalar Carlos Conde y Miguel Freire.

A los parámetros que han venido rigiendo hasta ahora para que el contrato funcione se añaden dos nuevos, la digitalización y la sostenibilidad. El primero, porque la pandemia ha provocado unos cambios en los hábitos de los consumidores que han venido para quedarse. 

Piezas angulares

Esta herramienta, reconocieron los ponentes del foro, «será una de las piezas angulares de desarrollo por el impacto de la venta a distancia. Es imprescindible que las cadenas estén digitalizadas y las franquicias tenían durante el confinamiento unos operativos tan desarrollados que afrontaron la crisis de una manera rápida y eficiente». También la sostenibilidad, porque los clientes quieren que los productos y los procesos sean respetuosos con el medio ambiente. Es un compromiso social, reconocieron.

El apoyo financiero es más factible para un negocio respaldado por una enseña 

«El modelo de franquicia lo que hace es maximizar la relación entre la enseña y el emprendedor. Para la marca, es una manera de crecer, ampliar sus puntos de venta, llegar a más localizaciones e incrementar su valor. Para el franquiciado, significa crecer acompañado, al amparo de una marca consolidada, que ya tiene testado y validado su modelo de negocio».

María Eugenia López San Segundo conoce bien los entresijos de este tipo de operaciones. Dirige el departamento de Franquicias y Convenios Pyme de BBVA España, un área que la entidad financiera creó con un equipo específico hace más de cinco años para dar un servicio integral, en materia de financiación, tanto a marcas como a franquiciados.

San Segundo sostiene que el sector se ha ido profesionalizando y, «tanto en España como en Galicia, tiene ganas de afrontar grandes retos y consolidarse. Es una parte esencial del comercio minorista», que, desde el punto de vista financiero, BBVA quiere atender. «Es cierto que las aperturas requieren financiación, pero en nuestro caso queremos dar un servicio integral que comprende el día a día, las necesidades de servicio y el desarrollo del negocio». 

Perfiles emprendedores

Sobre el perfil más idóneo para embarcarse en este modelo de negocio, la directiva del BBVA destaca tres. El de autoempleo, que se inicia con un negocio propio bajo el amparo de una cadena; el franquiciado profesional, que ya forma parte del negocio y diversifica con nuevos proyectos, y el inversor puro y duro. «La franquicia se ha utilizado por grupos empresariales como fórmula diversificadora». Aunque no hay barreras, en donde mejor se enmarca este tipo de modalidad contractual es en el minorista, «retail, alimentario, estética y salud, academias y centros de formación son los que mejor encajan en este tipo de propuesta», con el añadido de la restauración organizada.

Y sobre las expectativas del segmento, el director de ventas linea mayor de Gadisa lo tiene claro: «Quien quiera emprender debe hacerlo con una empresa que tenga conocimiento del sector, porque le aporta confianza, seguridad y respaldo». Sobre todo por parte de un grupo que con su modelo de franquicias en zonas rurales y semiurbanas contribuye «al desarrollo económico de esos lugares y a fijar población. Llevamos 30 años de experiencia, creamos 900 empleos y nuestro objetivo es fijar puntos de venta».