Bruselas eleva al 6,2 % la previsión de crecimiento de la economía española

Redacción LA VOZ

ECONOMÍA

FRANCISCO SECO / POOL

Son tres décimas más que lo previsto en primavera, aunque empeora en medio punto el repunte del PIB el año que viene

07 jul 2021 . Actualizado a las 19:06 h.

El avance del proceso de vacunación propiciará un rebote de la economía española mayor del estimado inicialmente. Pese a la incertidumbre por la expansión de la variante delta y el repunte de la incidencia, la Comisión Europea revisó este miércoles al alza sus previsiones económicas para España. En concreto, vaticina que el producto interior bruto crecerá un 6,2 %, tres décimas más de lo que pronosticó en primavera. En cambio, el Ejecutivo comunitario rebaja el optimismo de cara al año que viene, cuando cree que el PIB rebotará un 6,3 %, lo que supone medio punto menos que el último cálculo.

España será, tras Irlanda, el país de la eurozona que experimentará la mayor recuperación económica este año y el que más crecerá el próximo ejercicio, a mucha distancia del promedio de la zona euro, que apunta un alza del 4,8 % para el 2021 y del 4,5 % para el próximo.

El informe de las autoridades comunitarias también refleja el fuerte repunte de la inflación en los últimos meses, aunque sus previsiones pasan por que la tasa del IPC se modere de aquí a final de año, cerrando el ejercicio en el 2,1 % (dos décimas por encima del promedio en los países que comparten la moneda única) para seguir enfriándose en el 2022 (1,4 %). 

Pese a destilar más optimismo, desde Bruselas llaman la atención en que todavía hay serias amenazas que pueden hacer descarrilar el proceso de recuperación. En concreto, urgen a acelerar el proceso de vacunación para hacer frente a la expansión de nuevas variantes más contagiosas del virus, al tiempo que recuerdan que el avance de la economía dependerá de cómo los hogares y las empresas respondan al progresivo levantamiento (o endurecimiento) de las restricciones.

También advierte la Comisión que la inflación «puede resultar más alta de lo previsto». Dependerá, dicen, de que continúen los problemas con el abastecimiento de materias primas y componentes electrónicos y de que esos cuellos de botella se trasladen al consumidor en forma de mayores precios.

La recuperación plena del empleo y el PIB no llegará hasta el 2023, según la OCDE

Pese al fuerte rebote de la actividad experimentado desde la pasada primavera, España todavía tardará casi dos años en recuperarse de la profunda herida abierta por la pandemia, que provocó la mayor caída de la economía desde la Guerra Civil. Según un informe publicado este miércoles por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el país no recuperará los niveles de riqueza y empleo precovid hasta el año 2023.

«La fuerte recuperación económica y del empleo experimentada en el 2021 y proyectada para el 2022 no serán suficientes para alcanzar el nivel precovid de PIB per cápita y tasa de empleo (63,5%) antes del 2023», señala el think tank de los países más ricos en su informe Perspectivas de empleo 2021. Según las proyecciones de la OCDE, la tasa de paro de España se mantendrá a finales del próximo año alrededor de seis décimas por encima del nivel registrado antes de la pandemia.

Por otro lado, el organismo advierte de que la crisis ha afectado más a los más vulnerables, incluyendo trabajadores con bajas remuneraciones o con contratos temporales, personas con bajo nivel educativo, y jóvenes, al tiempo que destaca la eficacia de las ayudas públicas, como el subsidio de desempleo y los ERTE, para proteger los ingresos. En este sentido, señala que la utilización máxima de las regulaciones temporales de empleo en España fue comparable a la de otros países de la OCDE, cubriendo en torno al 20 % de los asalariados (por debajo de otros países donde estos esquemas se emplean de forma habitual, como Francia.

No obstante, el estudio apunta que las personas vulnerables que perdieron el empleo al principio de la pandemia se encuentran actualmente en una situación de desempleo a largo plazo, mientras que la recuperación de sus horas de trabajo es más lenta que la de trabajadores con mayor vínculo con el mercado laboral.