Una de cada cinco viviendas que se ofertan en Galicia se vende durante el primer mes

P.AVENDAÑO M.M REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PACO RODRÍGUEZ

Las inmobiliarias defienden que un precio competitivo es la clave para acelerar los plazos de la operación

26 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Las propiedades cada vez pasan menos tiempo a la venta en las inmobiliarias o en los portales web. La tendencia es muy similar a la de antes de la pandemia, incluso algo más rápida. Lo que ocurre en Lugo y Ourense es un buen ejemplo. En febrero del 2020, aproximadamente un 8 % de los inmuebles se vendían en los primeros treinta días desde su puesta en el mercado. Ahora ese porcentaje se ha duplicado. Son datos extraídos de uno de los últimos informes publicados por el portal inmobiliario Idealista, que analiza cuánto tardan en venderse o alquilarse las viviendas desde su entrada en el circuito.

En las provincias de Pontevedra y A Coruña son una cuarta parte las que se venden antes de que transcurra un mes, aunque en el área coruñesa los tiempos se han ralentizado casi diez puntos desde hace un año.

Con todo, el dinamismo del mercado inmobiliario en las provincias gallegas está por debajo de la media nacional (33 %). En las principales ciudades del país, como Madrid o Barcelona, menos de un 10 % de las propiedades llegan a cumplir un año publicadas en los portales web. Además, en 26 capitales el porcentaje de ventas rápidas ha aumentado desde el inicio de la crisis sanitaria. Pero no todo sucede en las grandes urbes: en Cuenca, el 80 % de los inmuebles se colocan antes de un mes.

Alquileres

El alquiler es todavía más rápido. La mitad de los arrendamientos se materializan en apenas cuatro semanas. Álvaro Losada, director de la inmobiliaria OKAM, en A Coruña habla de plazos aún más reducidos: «Una propiedad puede alquilarse incluso en el primer día, o en la primera visita. Lo verdaderamente raro es que alguna tarde un mes en arrendarse». Incluso ha habido momentos en los que esta firma ha tenido que reforzar la plantilla para atender llamadas por la alta demanda de algunos inmuebles.

En su agencia también han notado que cada vez se vende en menos tiempo. El confinamiento ha removido las prioridades de la gente, y estos cambios se materializan en muchos casos con una mudanza a casas más grandes o más cómodas. A finales del pasado año, se movían en un plazo medio de venta de cuatro meses y medio. Hoy ya se sitúa más cerca de los tres.

El precio

La clave fundamental para acortar la espera en una venta es que el precio sea competitivo. «Si un piso está correctamente tasado, se vende en el primer mes, o incluso en la primera semana». Así lo ve Paloma Regueira, gerente de la agencia Intervivienda, que lleva veinticinco años gestionando inmuebles en la ciudad de Vigo. Las casas que más tardan en colocarse son aquellas que los propietarios ponen a la venta con un precio por encima de su valor de mercado. Muchos están mal asesorados porque hay bastante desinformación al respecto, defienden las inmobiliarias. «Hay pisos valorados en 145.000 euros que se ponen a la venta por 170.000. Así es imposible», asegura Paloma.

Pero también tienen mucho que ver las características. Un inmueble en buenas condiciones tiene siempre una rápida salida, pero hay opciones que interesan a los clientes más que otras. Lo que más se vende ahora son los pisos de dos habitaciones, «son una inversión segura». Al contrario, los estudios se pusieron de moda, y se vendían la primera semana. Ahora pueden tardar hasta dos meses en cambiar de propietario.