Así que la rebaja del IVA será solo una medida «paliativa», como la denominó Montero, para actuar sobre el precio final de la factura mientras no se ponen en marcha dos grandes reformas estructurales del mercado de electricidad, con medidas con las que el Gobierno espera consolidar una reducción del recibo eléctrico de un 15 %. Se trata de la creación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), que financiarán las empresas energéticas (eléctricas, gasistas y petroleras), y que pagará las primas a las renovables que ahora abonan los consumidores en el recibo. Así, se extraerá ese coste regulado, que suma unos 6.000 millones de euros anuales. La otra medida será de índole recaudatoria para seguir adelgazando esos costes que pesan sobre la factura doméstica. El Gobierno descontará mil millones de euros al año de los beneficios que obtienen las empresas por la venta de electricidad en el mercado, creando el denominado dividendo de carbono.
Revisión de la fiscalidad energética
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, defendió que la subida de los precios eléctricos es coyuntural y que la progresiva penetración de energías renovables en el negocio de la generación de electricidad irá enfriando los costes y, por tanto, la factura. Consideró que «las reformas fiscales hay que acometerlas con prudencia» y recordó que un grupo de expertos están revisando la fiscalidad energética para entregar una propuesta al Gobierno en febrero próximo.