Amelia Pérez: «Derogar la reforma laboral permitirá que la gente tenga contratos decentes»
ECONOMÍA
La secretaria xeral de CC. OO. Galicia defiende una nueva subida del salario mínimo para reactivar el consumo
21 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Se cumple un mes «vertiginoso» desde que Amelia Pérez (Moaña, 1970) se convirtió en la primera mujer que ha logrado ascender al cargo de máxima responsable de un sindicato en Galicia: la secretaría xeral de CC. OO. Diplomada en turismo y trabajadora de Zara se convirtió en delegada sindical en 1999. Hija de un ama de casa y de un trabajador del metal reconvertido a pintor; y madre de un niño de 7 años, la hasta hace poco secretaria xeral del sindicato en Vigo (desde el año 2012), y ahora nueva líder de la organización tras la renuncia de Ramón Sarmiento, el pasado 22 de mayo, en el décimo segundo congreso nacional de Comisións Obreiras de Galicia en el que fue elegida, prometió «escuchar, empatía y trabajo en equipo» para dirigir esta nueva etapa, que estará más marcada que nunca por el feminismo.
-Ha ganado en un proceso en el que había dos candidaturas. ¿Será difícil la unificación? ¿Cómo es la fisura que queda?
-Desde el primer momento se incorporaron a la comisión ejecutiva representantes de las dos candidaturas. Soy una persona de integración y de reparto de tareas. Los lances que se pueden producir en un congreso son legítimos, pero ahora toca currar y ya está.
-¿Por qué se hizo sindicalista una trabajadora de Zara?
-Desde pequeña mamé el activismo sindical y político. Mi padre fue afiliado de toda la vida. Desde siempre he tenido cierta conciencia social que con el tiempo vas desarrollando. Hasta que llegas a tener claro que, al igual que los empresarios defienden sus derechos, los trabajadores tenemos que defender los nuestros, y la mejor forma de hacerlo es agrupados.
-¿En qué momento está el sindicalismo?
-Siempre hay momentos mejores y peores, pero por encima de todo está la vocación de defender los intereses de clase.
-Se lo pregunto porque, con la que está cayendo, da la sensación de que los sindicatos están perdiendo el pulso de la calle?
-La pandemia ha afectado a todo y también lo ha tapado todo. Nos seguimos movilizando, pero nos encontramos con muchas limitaciones en las convocatorias. Eso no quiere decir que el sindicalismo no esté en la calle. Lo está, pero las circunstancias son las que son.
-Palabras de la ministra Yolanda Díaz sobre la reforma laboral: «El Gobierno derogará lo que tenga que derogar y vamos a construir un nuevo marco de relaciones laborales». ¿Lo suscribe?
-Nosotros llevamos mucho tiempo detrás de ello y no renunciamos: pedimos la derogación total de la reforma laboral del Partido Popular. Es imprescindible para modernizar nuestro mercado de trabajo. No podemos trabajar con una reforma laboral que lo único que hizo fue agrandar la precariedad de nuestro mercado de trabajo, con índices tremendos de temporalidad, contratos a tiempo parcial, subcontratación, tras subcontratación, tras subcontratación, expulsando a nuestros jóvenes del país para que tengan un trabajo con condiciones dignas.
-¿Qué plantean ustedes?
-Contratos decentes, que permitan estabilidad laboral y un proyecto de vida. Hay trabajadores con contratos indecentes, no les llega el salario para vivir y tienen que ir a los comedores sociales.
-La CEOE y el Banco de España dicen que la subida del salario mínimo hace caer el empleo. El Gobierno trabaja ya en un nuevo incremento del 10 % ¿Cómo lo ve?
-Hay que seguir subiendo el salario mínimo. Es necesario porque los trabajadores tienen que poder llegar a fin de mes. Sin contratos decentes ni salarios dignos no hay forma de reactivar la demanda de los consumidores. Ese es un discurso incoherente de la parte empresarial, que está desvirtuando la realidad. Me remito al economista Antón Costas, presidente del CES, que lo ha explicado bien, y defiende que la subida del salario mínimo va a afectar de manera muy residual al empleo. La anterior subida ya lo demostró.
«No creo que una CEG fuerte mejore en nada el diálogo social»
El diálogo social está marcado en rojo en la agenda de Amelia Pérez, pero la flamante secretaria xeral de CC. OO. Galicia todavía no ha tenido tiempo de reunirse con el presidente de la CEG, Juan Manuel Vieites.
-¿Una patronal unida y fuerte es mejor a la hora de negociar?
-No sé si el que haya una CEG más tranquila y fuerte puede llevar a algún cambio en la mesa de diálogo social, no lo creo. No veo que suponga una mejora, más allá de una mejor interlocución.
-El desmantelamiento industrial en Ferrolterra, Alcoa, los ERTE en la automoción por la crisis de los microchips; la difícil situación que atraviesan los grandes astilleros gallegos... Hay bastantes frentes abiertos.
-También tenemos los ERTE de la banca. Se está generando una tormenta perfecta y hay empresarios que se están aprovechando para deshacerse de lo mejor que tienen, que es su capital humano. En el momento en que se retire el sostén de los ERTE habrá muchas empresas que no podrán sobrevivir tanto por la crisis como por los cambios productivos que provocan una destrucción de empleo brutal. Respecto a Alcoa, no podemos permitir el comportamiento de multinacionales que llegan arramplando con todo
-Qué papel tiene y quiere tener CC. OO. en la supervisión del reparto de los fondos europeos Next Generation?
-Estamos en la mesa de los fondos Next Generation y damos nuestra opinión, pero no es vinculante para la toma de decisiones de la Xunta. Nos gustaría que no se nos utilizara. Nos jugamos el sentar las bases para encarar el futuro del país. No debemos desaprovechar esta oportunidad.
-¿Y la lucha por la igualdad? ¿Cómo la va a enfocar?
-Acabar con la brecha salarial es fundamental. Para eso lo primero es la educación y la concienciación para alcanzar la igualdad real que demandamos. En ese sentido, contar con voces femeninas en las mesas de negociación de los convenios, así como en los órganos de dirección de empresas, sindicatos y demás actores económicos es un elemento crucial para lograr ese objetivo. Queda camino por recorrer. La igualdad en el ámbito de la negociación colectiva es ya un tema transversal que está interiorizado. Pero hay que hacer un trabajo a futuro con las nuevas generaciones,