Escrivá dice ahora que no derogará este año el factor de sostenibilidad

lucía palacios MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

EUROPA PRESS / R.Rubio.POOL

Pone en peligro el acuerdo para reformar las pensiones, que se daba por cerrado

31 may 2021 . Actualizado a las 20:58 h.

Nuevo giro en la reforma de las pensiones cuando el acuerdo se daba ya prácticamente por cerrado. El factor de sostenibilidad no se derogará formalmente en este primer paquete de medidas. Lo reconoció este lunes el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, durante una entrevista en RNE, lo que ha provocado sorpresa, desconcierto y enfado entre los sindicatos. Se abre así una grieta en la negociación, que podría descarrilar.

Para las organizaciones de los trabajadores, esta es una cuestión clave. En los últimos meses habían intensificado su ofensiva para que se introdujera en esta primera fase y no se dejara para la del año que viene. De hecho, cuando ya daban por hecho que lo habían conseguido y que el Gobierno había dado su brazo a torcer, el ministro se desmarcó asegurando que en estas medidas se recoge el «compromiso firme de derogarlo» en un plazo de tiempo, como tarde en la primera parte del año que viene, pero no habrá una ley que dé carpetazo definitivo a este mecanismo de corrección que introdujo Mariano Rajoy en la reforma del 2013 y que penalizaba a los pensionistas.

«Es en el segundo paquete, acompañado de un nuevo mecanismo de equidad intergeneracional, cuando se deroga formalmente la ley», admitió Escrivá, quien precisó que «lo que hay en este primer paquete es el compromiso del Gobierno de derogar en un plazo fijo el factor de sostenibilidad sí o sí», aunque «cuándo ocurra esto es otra cosa distinta». Y recordó que hay tiempo para suprimir esta medida, teniendo en cuenta que su entrada en vigor se ha aplazado hasta el 2023.

El ministro quiere que la derogación se haga al tiempo que se apruebe un nuevo mecanismo que lo sustituya. Su diseño «no está lo suficientemente pergeñado para proponerlo a los agentes sociales», argumentó. Pero no opinan igual los sindicatos. Para ellos, la derogación es una exigencia sin la cual no firmarían, tal y como han dicho en numerosas ocasiones. A UGT no le ha sentado nada bien este juego de última hora del ministro, se lo han hecho saber y confían en que «rectifique» porque «este no es el acuerdo al que habíamos llegado». «Para nosotros la derogación de la reforma del 2013 conlleva de manera inmediata tanto la derogación del Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP) como del factor de sostenibilidad, así como un año para negociar uno nuevo», explicaron fuentes del sindicato.

Comisiones Obreras (CC.OO.) se reúne en ejecutiva para decidir qué hacer. En principio, su idea era apoyarlo, pero su respaldo peligra ahora con la redacción que se da al factor de sostenibilidad. Desde la CEOE, por su parte, advierten de que, a día de hoy, no puede decirse que haya un «preacuerdo ni principio de acuerdo» y ven difícil alcanzarlo a lo largo de esta semana.

Compromiso con Bruselas

El ministro evitó hablar como otras veces de un «acuerdo inminente» y lanzó una advertencia: «Ellos saben que la reforma tiene que estar aprobada y publicada en el BOE este mismo año porque es un compromiso asumido por el Gobierno con Bruselas. Y los plazos van muy justos». La intención del Gobierno es aprobar la reforma de las pensiones como ley y eso exige un trámite parlamentario farragoso. El Ejecutivo confía en llevar la reforma al Congreso a lo largo del mes de julio.

Mercado laboral

El ministro Escrivá anticipó que mayo podría ser uno de los mejores meses en términos de afiliación desde que comenzó la pandemia: «Superaremos con toda seguridad los 200.000 afiliados en mayo», aseguró. Casi 100.000 trabajadores que estaban en ERTE se reincorporaron, lo que supone que desde el máximo alcanzado en enero, han vuelto a la actividad un millón de personas, entre nuevos empleos y ERTE.