La falta de microchips manda para casa a 20.000 empleados gallegos del motor

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Stellantis Vigo
Stellantis Vigo

El cierre hasta nuevo aviso de Stellantis Vigo arrastra al parque de proveedores

22 may 2021 . Actualizado a las 08:51 h.

El daño es ya irreparable para la industria del automóvil, y también para la recuperación de economía gallega, seriamente amenazada por un frenazo en seco. No es para menos. El sector que genera el 17 % del PIB de Galicia se paró el jueves por la noche por falta de componentes electrónicos para seguir produciendo. La parada del constructor Stellantis Vigo (Peugeot, Citroën, Opel y Fiat) «hasta nuevo aviso» como consecuencia del desabastecimiento global de microchips o semiconductores ha tenido un inmediato efecto dominó sobre el parque gallego de proveedores (más de 120 fabricantes de componentes).

Los que trabajan en síncrono con la planta de montaje, como Faurecia Asientos, Faurecia Escape, Plastic Omnium, Lear Asientos o SMRC Automotive han tenido que parar por completo. Otros, mantienen la actividad bajo mínimos y con las plantillas reducidas, para atender pedidos de otros fabricantes, igualmente afectados por el crisis de semiconductores. En total, según estimaciones de los sindicatos del sector, desde el jueves, la automoción gallega ha mandado para casa a más de 20.000 trabajadores, de una plantilla total de más de 28.000 (incluidos los 7.500 de Stellantis).Todas estas empresas tienen en vigor expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) desde el pasado enero, en previsión de que la crisis de los microchips que vienen arrastrando en los últimos meses empeorara, como está ocurriendo.

50.000 coches perdidos

Por cada día completo de parada, Stellantis Vigo dejará de fabricar 2.300 vehículos (la planta trabaja a 4 turnos: mañana, tarde, noche y fin de semana). La multinacional asegura que no puede dar una fecha concreta de vuelta a la actividad, porque depende de cómo vaya evolucionando el flujo de aprovisionamiento, y del reparto equitativo de componentes entre las distintas plantas del grupo. Fuentes de la industria de los proveedores, por su parte, sitúan la vuelta a la producción en la primera semana de junio. De ser así, la pérdida de producción rondaría las 20.000 unidades que se suman a las más de 30.000 que la fábrica gallega ha dejado de ensamblar forzada por la falta de piezas en los cuatro primeros meses del año.

A Stellantis Vigo se ha sumado en las últimas horas también la planta de Mercedes-Benz de Vitoria-Gasteiz, tras anunciar que suspenderá la actividad de sus tres turnos de producción el próximo 25 de mayo. En realidad, las 17 factorías de vehículos implantadas en España se están viendo afectadas por paradas intermitentes, que se traducen ya en una importante pérdida de actividad. Las fábricas españolas produjeron 850.043 unidades entre enero y abril, lo que supone un 30,4 % más que en el mismo período del 2020, pero un 13,4 % por debajo de los niveles del 2019, el último año antes de la pandemia, según datos avanzados ayer por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac)». La patronal española asegura que el desabastecimiento de microchips está suponiendo un importante lastre para alcanzar el ritmo deseado en la fabricación, tanto en España como en Europa y prevé que «la situación no mejore al menos hasta después de verano». La escasez de semiconductores en el sector automovilístico no afecta solo a España. General Motors y Ford en Estados Unidos o Nissan en Japón también han visto ralentizada su producción. Hasta Toyota ha anunciado que parará su actividad en dos plantas japonesas durante varios días de junio por falta de chips.

¿Semiconductores hechos en Galicia? Sí, pero no antes del 2024

En el verano de 1997, el bum de los tamagochi (una mascota virtual) provocó el primer gran cuello de botella en el suministro de microchips. La diferencia con la actual crisis que está paralizando la industria del automóvil es que, en aquel momento, los semiconductores tenían importancia, pero no eran tan demandados como ahora, por el auge de la electrónica de consumo (smartphones, tabletas, Internet de las cosas), y porque cada coche de los de ahora va equipado con 50 o 100 pequeños microchips (dependiendo del modelo) de ayuda a la conducción y a la seguridad del vehículo.  La ausencia de semiconductores está perjudicado a la industria del automóvil, pero también a grandes lanzamientos electrónicos a nivel internacional. Esta crisis ha estado detrás de los retrasos para comprar la nueva videoconsola PlayStation 5 y la nueva XBox y del aplazamiento del lanzamiento del nuevo móvil de Samsung.

Los principales fabricantes están en Taiwán (TSMC), Corea del Sur (Samsung) y Estados Unidos (Intel), pero no dan abasto para cubrir una demanda que va al alza. Los Gobiernos de medio mundo han empezado a buscar soluciones, como fabricar sus propios semiconductores. Europa no cuenta con ninguna planta de estos dispositivos, y en este escenario Galicia parece estar dispuesta a dar un paso adelante.

El propio conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, manifestó ayer en Vigo el apoyo de la Xunta a la industria del automóvil en esta crisis de desabastecimiento de microchips, y animó al sector a aprovechar los fondos europeos de reconstrucción para «completar su cadena de valor» y, por ejemplo, «atraer fabricantes de esos semiconductores o microchips a Galicia». Ya hay un proyecto sobre la mesa, promovido por el Consorcio de la Zona Franca de Vigo, en colaboración con la Escuela Superior de Telecomunicaciones de la universidad viguesa y otros socios tecnológicos, aunque en ningún caso llegaría a tiempo para solucionar la actual crisis. La iniciativa necesita inversores para crear una fábrica que generaría 150 empleos y un alto valor añadido. Por ahora solo hay una manifestación de interés para poder optar a los fondos europeos de recuperación Next Generation de un proyecto para instalar en la ciudad una Fábrica de Circuitos Fotónicos y Laboratorio de I+D. El presupuesto es de 50,4 millones y en tres años estaría en funcionamiento. El proyecto generaría 150 puestos de trabajo directos de alto valor técnico y 700 indirectos en el sistema nacional de I+D, proveedores, startups y pymes. Pero ya hay quien se está dando más prisa. Bosch abrirá a finales de este año una fábrica de semiconductores en Dresde (Alemania) para lo que se ha realizado una inversión de 1.000 millones de euros. El gigante surcoreano Samsung ha anunciado una planta en Texas (EE.UU.) presupuestada en 17.000 millones.

Una crisis por desabastecimiento mundial que no tiene precedentes en la automoción

Nunca la escasez de una pieza había causado tanto daño a la industria del automóvil. El sector gallego reconoce su desconcierto ante una situación que no tiene precedentes. «Hemos vivido momentos complicados, como cuando la catástrofe de Fukushima dañó las plantas de Hitachi, que fabricaba un componente clave para ensamblar los motores diésel de PSA; pero nunca nada como esto. No se entiende que no haya capacidad de reacción», sostiene el directivo de una empresa gallega de componentes. Preocupa en el sector el cierre de la planta de Stellantis Vigo. «Se produce en un momento clave, y casi inédito, con un modelo como el Peugeot 2008 que está muy fuerte en el mercado en toda Europa, en donde lidera el segmento de los todocamino, y esto va a suponer un parón importante», advierten.También la gama de vehículos comerciales (Peugeot, Citroën, Opel y Toyota) se verá afectada, «aunque es un producto de gran prestigio y el cliente si tiene que esperar un mes por él, espera», aseguran desde el sector.

Otras fuentes del automóvil contextualizan la parada de Stellantis en Vigo y le restan trascendencia. «En estos últimos meses, la planta gallega ha estado trabajando más que otras fábricas del grupo en Francia, como Rennes, Sochaux, Mulhouse. Vigo no tiene derecho a quejarse. En Francia han cortado más la producción por falta de microchips que aquí. Se trata de equilibrar la balanza», aseguran.