Bruselas envía una carta a España pidiendo explicaciones sobre el plan de recuperación

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / AGENCIAS

ECONOMÍA

POOL

La Comisión Europea admite que hay que aclarar «cuestiones abiertas» que no se han detallado

20 may 2021 . Actualizado a las 17:58 h.

Han pasado solo 20 días desde que el Gobierno español envió a Bruselas su plan de inversiones y reformas, con el que aspira a desembolsar 72.000 millones de euros en los próximos años, y ya tiene en el buzón la primera carta de la Comisión Europea pidiendo explicaciones. Entre las 2.000 páginas que están siendo revisadas con lupa en los cuarteles del Ejecutivo comunitario, los expertos han encontrado algunas lagunas: «Se trata de una comunicación que ha tenido lugar con todos los países que han remitido su plan a Bruselas», explican desde el Ministerio de Economía.

Ni Bruselas ni el Gobierno quieren revelar qué información se demanda en la misiva, más allá de confirmar que el equipo de la presidenta, Ursula von der Leyen, quiere despejar dudas en torno a algunas partes del plan que no han sido lo suficientemente detalladas: «En el caso de España, se trata de temas técnicos muy menores, no de exigencias de cambios en el plan», aseguran desde el Gobierno.

A pesar de la trascendencia que tendrá para el país su puesta en marcha —necesita la luz verde de la Comisión Europea para poder empezar a desembolsar fondos—, ambos Ejecutivos se negaron este jueves a detallar cuándo se envió la carta, qué plazos tiene España para responder a la misiva o en qué partes del plan de reformas estructurales se han detectado insuficiencias. Hasta que se cumplan los dos meses de revisión, Bruselas no tiene pensado manifestarse sobre la idoneidad del plan. ¿Por qué? Cualquier cambio que se exija se tratará a puerta cerrada para tener garantías de que no habrá interferencias.

De lo que no cabe duda es de que hay «cuestiones abiertas», poco claras. El equipo económico quiere «información adicional» para poder evaluar al completo las inversiones y las reformas incluidas en sus páginas. El anuncio no ha sorprendido al eurodiputado Luis Garicano (Ciudadanos), quien aseguró esta mañana que la misiva «es crítica con el plan español y sí entra en determinadas reformas e inversiones», según recoge Europa Press. «Mi mensaje a la Comisión sería que este es el momento de conseguir que los países hagan sus deberes», deslizó tras un encuentro con la prensa, antes de criticar la escasa «ambición reformista» de un plan que no cuenta con «consenso político».

Reformas en el aire

Una de las críticas más repetidas entre los expertos hacia el plan tiene que ver con la falta de concreción de las reformas estructurales. Aunque el diagnóstico de las deficiencias que tendrá que corregir España en los próximos años se considera acertado, organismos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) han reprochado al Ejecutivo de Sánchez que no cuantifique su impacto. No lo puede hacer porque ni siquiera tiene sobre la mesa una propuesta en firme. Los cambios en la fiscalidad (peaje en las carreteras, «revisión» de las bonificaciones, impuesto al diésel, tasas medioambientales y la intención de subir los impuestos de sociedades, patrimonio y sucesiones) están a expensas de los que recomiende el comité de expertos fiscales en el 2022, así que no hay un calendario claro. Lo mismo ocurre con los cambios en las pensiones. Más allá de garantizar la sostenibilidad del sistema alargando la edad de jubilación legal e introduciendo incentivos a la retirada tardía del mercado laboral, no se sabe qué naturaleza tendrán esos incentivos para poder calcular su impacto. Todo dependerá de los acuerdos en el marco del diálogo social con empresas y trabajadores.