Rafael Outeiral: «Tenemos en proyecto diseñar un buque propulsado con hidrógeno»

Sofía Vázquez
sofía vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Ramón Leiro

Nodosa participa en un consorcio que optará a los fondos europeos con su plan

15 may 2021 . Actualizado a las 21:41 h.

«Sí, soy conciliador. Ante una discusión mi papel es que cada persona entienda que hay posturas diferentes y que se puede opinar lo contrario respecto a un tema. A veces es difícil que alguien recapacite, pero hay que intentarlo». Así se explica Rafael Outeiral Graña (Cangas, 18 del 11 de 1960), gerente de Nodosa, una empresa a la que llegó hace 36 años de la mano de los dos fundadores, Manuel Dopico y Jaime Novas. Ya se ha incorporado la segunda generación. Outeiral hizo de nexo de unión. Sin problemas.

[Empieza la entrevista pero da la noticia cuando está a punto de finalizar.]

-¿Van a optar a las ayudas de reconstrucción europea?

-Tenemos un proyecto bonito. Vamos en un consorcio apoyados por la Autoridad Portuaria de Marín, con la Universidad de Vigo y con otras empresas.

-¿Puede contar el proyecto?

-Todavía no mucho. Es el diseño y el desarrollo de un buque propulsado con hidrógeno, con pila de hidrógeno. Es un salto cualitativo al que hay que ir. Los vehículos ya lo están haciendo. Hay una legislación que dice que en el año 2050 ningún vehículo puede ser ya con motor de combustión. En el mar va a pasar lo mismo. Es decir, esa transición energética es una realidad y todos tenemos que ir desarrollando nuevas formas de propulsar, de operar y de desplazar los barcos.

-Dicen que les va muy bien en el astillero.

-El naval es un sector muy cíclico. Hay grandes altibajos. Nosotros mantenemos una línea bastante estable. Con la que está cayendo por ahí, no nos quejamos. En nuestra estrategia diferenciamos la construcción y la reparación naval. Diversificamos entre ambas áreas, y además le damos mucha importancia a las dos. No dejamos ninguna al margen. Pero en realidad no cuento ningún secreto.

-Ustedes han construido a lo largo de la historia 300 buques. Dígame los cinco primeros y los cinco últimos.

-Ufff. Es difícil. Me acuerdo del primero, Aveiro. El segundo fue El Delfín; la construcción tres pues ya tengo un poco más dificultades…. Lo que sí te podría decir es que los cinco primeros barcos que hizo Nodosa fueron auxiliares de mejillonera. El último que entregamos fue el Falcon, un arrastrero de última generación para el caladero de Malvinas, que hicimos para la compañía armadora Petrel Fishing Company LTD.

-¿Y el cuarto y el tercero de los últimos?

El Monte Lourido es el anterior para Ferralemes LTD. También para faenar en Malvinas. [Nos armamos un pequeño lío con los números de los barcos] El 298 fue un auxiliar mejillonero para O Grove. Y el 297 y 296 son dos barcos gemelos para Groenlandia (están en construcción). Se trata de dos portacontenedores.

-¿Y el 301 y el 302?

-El 301 se trata un contrato que aún no está cerrado, y el 302 es una draga de succión para una empresa gallega muy puntera en este subsector. Es un cliente habitual nuestro. Ya es el tercer barco que le hacemos y la empresa se llama Canlemar. Es de la zona de Ferrolterra, con base en Pontedeume, pero tienen dragas por todo el mundo.

-De todos los barcos que ustedes han hecho, ¿con cuál se queda?

-Eso es muy difícil de responder. Hubo dos hitos importantes. Uno, que nos dio la posibilidad de adentrarnos en el mundo de estos pesqueros de altura, que nos lo facilitó una construcción que fue el Monte Ferro, del grupo Rampesca. A raíz de que ellos confiaran en nosotros y apostaran por nosotros con ese barco de ochenta metros para Malvinas, se nos abrieron las puertas del mercado. Sobre todo de clientes que operan en este caladero. Otro hito fue también la primera draga de succión, que nos dio la posibilidad de diversificar y de adentrarnos en ese mundo también apasionante. Así hicimos un proyecto de los mas importantes a nivel internacional. Para Marruecos. Era una draga de succión dotada con alta tecnología. A raíz de esa construcción, pusimos en marcha dos proyectos de I+D, con varios socios tecnológicos. Uno estaba vinculado a hacer más sostenible, más ecológico el proceso de dragado. El otro consistió en diseñar un robot. Me explico, las dragas llevan un brazo de succión pero suele ser muy rígido, limita las actividades del brazo. Nosotros añadimos un pequeño robot que pudiera hacer labores de dragado en aquellos sitios más recónditos. Fue un proyecto muy interesante.

-¿Están patentados?

-Sí, tenemos una cobertura a nivel nacional y europeo con el resto de los socios del consorcio.

-Ustedes siguen en crecimiento.

-Llevábamos una línea muy ascendente. Venimos de dos años de tener una actividad... Creo que un poquito anormal. Pasamos de los 50 millones y con unos niveles de actividad que bueno, que incluso yo creo que estaban por encima de nuestras posibilidades. En una ocasión, llegamos a estar aquí construyendo ocho barcos a la vez, además de los que estaban en reparación; es decir, una locura. El año pasado influyó la pandemia. Hubo una reducción, pero también fue una reducción lógica.

-¿Cómo tienen que crecer las empresas? Si ustedes tienen carga de trabajo ¿por qué no van a crecer?

-Sí, pero tienes que poder controlar ese crecimiento. A nivel de productividad, nivel de costes. Creo que todas las organizaciones y todas las empresas tenemos nuestros límites. Por encima de ellos surgen las dificultades, y a lo mejor no eres tan productivo ni tan rentable.

-¿Usted ha visto morir a empresas de éxito?

Pues sí, claro que sí. Por ejemplo, Factoría Naval de Marín, Astilleros Cíes... con cargas altísimas de trabajo y tuvieron que echar el cierre.

-¿Cuál es el error que no quiere cometer?

-Huir de la sensatez o de la modestia. Intentar corregir aquellos puntos débiles que tienes, pero sin alardear demasiado. Creo que esa es una virtud que siempre tuvimos y que fue clave para llegar aquí.

[A Rafael Oural, casado y con un hijo, le gusta el deporte. Es «muy futbolero». Tiene una pachanguita de amigos en Cangas. Es el «fútbol a pie». Se trata de jugar andando y está prohibido correr].

-Será un aburrimiento

-De eso nada. Sudas y te lo pasas en grande. Está pensado para mayores de cincuenta, y tenemos gente incluso de ochenta.