Bruselas sube su previsión de crecimiento para España hasta el 5,9 % en el 2021

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

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Rebaja el optimismo del Gobierno, que había calculado una recuperación del PIB del 6,5 %

12 may 2021 . Actualizado a las 19:21 h.

La recuperación de la economía española tras la pandemia será la más vigorosa de toda la zona euro, pero no alcanzará las cotas que había previsto el Gobierno español. Eso es lo que creen los expertos de la Comisión Europea, que este miércoles han hecho públicas sus previsiones económicas para el horizonte 2021-2022. 

Bruselas rebaja el optimismo del Ejecutivo de Sánchez, que esperaba relanzar el PIB en el 2021 hasta el 6,5 %. En los cuarteles de la capital europea esas cuentas no cuadran. Estiman que la recuperación este año se verá lastrada por la caída del 0,5 % del primer trimestre, fruto de los excesos de la Navidad y las medidas de restricción que tuvo que adoptar el país para contener la ola de contagios de coronavirus. Bruselas anticipa un crecimiento del PIB para el 2021 bastante más moderado, del entorno del 5,9 %. Tampoco está convencida de que España pueda crecer un 7 % en el 2022, como dijo el Gobierno. Sitúa el repunte del PIB dos décimas por debajo, en el 6,8 %. 

¿A qué se debe esta divergencia? Aunque la economía española recuperará el pulso que tenía antes de la pandemia a finales del 2022, el Ejecutivo comunitario cree que no le dará tiempo a ejecutar todos los fondos previstos para el 2021 del plan de recuperación Next Generation EU. De hecho, en sus cálculos traslada casi todo su impacto al año que viene, fruto de los retrasos que está sufriendo su tramitación en los parlamentos nacionales. «La puesta en marcha del plan jugará un rol decisivo, empujando el rebote en la segunda mitad del 2021 y ayudando a sostener la expansión económica en el horizonte de previsión (2022)», señala en los documentos. A pesar de rebajar las expectativas, Bruselas cree que España es capaz de absorber la mitad de las ayudas directas (34.750 millones de euros) para finales del 2022: «Si se aplica de forma eficiente, con su combinación de proyectos estratégicos acompañados de amplias reformas, el impacto económico puede ser significativo, particularmente en el 2022», desliza. El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha asegurado este miércoles que España podría desembolsar hasta 12.000 millones de euros este 2021 y otros 22.000 millones de euros en el 2022. 

Déficit y deuda pública

Las estimaciones de la Comisión apuntan a errores de cálculo importantes en lo que se refiere al déficit. Mientras el Gobierno anunció una brecha del 8,4 % para este año, tras un 11 % de récord en la zona euro en el 2020, la Comisión cree que no será tan grande y se situará en el 7,6 %. Eso sí, no confía en el esfuerzo del Gobierno para reducir el agujero de sus cuentas hasta el 5 % en el 2022. Estima que esa cifra se situará dos décimas por encima. Si se cumplen sus pronósticos, España afrontaría la reactivación de las normas de disciplina fiscal con la urgencia de ajustes por más de 20.000 millones de euros para cumplir con el umbral de déficit. El Gobierno español no esconde su intención de abrir el debate para reformar las normas fiscales en el euro, algo que choca con el rechazo frontal de Alemania o los Países Bajos. 

La deuda pública, que despidió el 2020 en el 120 % del PIB, se relajará lentamente hasta el 119,6 % y el 116,9 % en el 2021 y el 2022. Umbrales todavía más altos de lo que espera el Ejecutivo de Sánchez (119,5 % y 115,1 % respectivamente). 

En cuanto al desempleo, Bruselas advierte de que los ERTE y las ayudas al cese de actividad temporal han sido de ayuda, pero serán insuficientes para evitar que aumente la cola de parados, que podría alcanzar al 15,7 % de la población activa este año (dos décimas más que en el 2020), antes de caer al 14,4 % el año que viene, cifras que quedan muy lejos del 27 % de desempleo que llegó a anotarse España en la última crisis, cuando las políticas de expansión del gasto brillaron por su ausencia. 

En sus previsiones, la Comisión Europea también lanza una advertencia seria por el riesgo para la capacidad productiva y el empleo que supone la materialización de las insolvencias empresariales. El Gobierno español ha aplazado la cascada de quiebras entre las corporaciones alargando hasta junio la moratoria para presentar concurso de acreedores, pero la rapidez en los procesos de reestructuración de deuda, en un país donde casi todos los concursos acaban en liquidación, será vital para mantener con vida el tejido productivo.