El salto más inesperado de los ERTE a los ERE

L. Palacios MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

M.MORALEJO

Las grandes empresas anuncian cerca de 35.000 despidos y se esperan más a consecuencia de la pandemia, la digitalización y la inminente contrarreforma laboral

10 may 2021 . Actualizado a las 18:27 h.

En estos difíciles primeros meses del año, en los que la economía sigue sufriendo con virulencia los efectos de una pandemia que se alarga más de lo esperado, se está sucediendo un incesante goteo de anuncios de expedientes de regulación de empleo (ERE). No hay semana en la que una gran empresa no haga pública su intención de negociar despidos colectivos que ya apuntan a la expulsión de más de 35.000 personas de un mercado laboral ya de por sí muy mermado.

La última en sumarse ha sido la aerolínea noruega de bajo coste Norwegian, que despedirá a 1.100 empleados en España tras la reducción de su actividad provocada por las restricciones de esta crisis sanitaria. Este sector ha sido fuertemente golpeado por la crisis y aún hay más de 14.000 trabajadores que penden de un hilo al estar sujetos a un ERTE. También la compañía aeronáutica Airbus está inmersa en un proceso para despedir a unos 1.000 empleados por la baja demanda.

Pese a que el sector turístico es el más castigado por esta pandemia y tiene prácticamente paralizada toda actividad, no es, ni mucho menos, el culpable de esta avalancha de ERE que se han sucedido en estos últimos meses. En realidad, puede decirse que se mantiene aletargado, a la espera de que se reactive su actividad y fiando su futuro a un verano sobre el que aún pesan muchas incertidumbres. Por ello, muchos de sus trabajadores aún se mantienen en ERTE y solo algunas compañías han anunciado recortes de personal, como la agencia de viajes Logitravel (300 salidas), el grupo Iberostar (200), la cadena de hoteles NH (187), el turoperador alemán TUI (180) o el hotel Palace de Madrid (152).

La gran mayoría de los despidos colectivos que se sucederán a lo largo de este año proceden del sector bancario. Y aunque lógicamente esta actividad ha sufrido, como todas, el impacto de la pandemia, lo que se esconde verdaderamente detrás de sus ERE es el proceso de digitalización que están llevando a cabo, junto a la oleada de fusiones que llevan al cierre de muchas oficinas. Hasta tal punto que podría provocar la salida de cerca de 20.000 personas, en su mayor parte los empleados de más edad y cercanos a la jubilación.

Solo los ERE anunciados por los tres grandes bancos suman casi 15.000 salidas: CaixaBank protagoniza el mayor despido colectivo de la historia, con 7.791, más del doble de los que se llevarán a cabo en el Santander (3.572) y BBVA (3.448). Pero hay más: el Sabadell realizó el año pasado 1.817 prejubilaciones e Ibercaja ha acordado 750. La fusión de Unicaja y Liberbank también conllevará algún ajuste, aunque aún no está anunciado.

Asimismo, grandes cadenas de la distribución han avanzado otros ERE históricos. El Corte Inglés ha pasado del ERTE, por el que tuvo con el empleo suspendido a 22.000 trabajadores el año pasado, a un ERE que afecta a 3.292 personas. La cadena sueca de ropa H&M también ha planteado uno de los diez grandes ERE de España al prever despedir a 1.100 empleados. Y en el sector comercio están también los despidos colectivos en perfumerías Douglas (492 empleados), Coca-Cola European Partners (360), Adolfo Domínguez (283), Supersol (252), Heineken (228) o Worten (212).

También la industria del automóvil está muy afectada, con caídas históricas de facturación. Nissan va a despedir a 2.500 personas por el cierre de su planta de Barcelona y la fábrica de Ford en Almussafes ha planteado un ERE para 630. Otras compañías vinculadas, como Continental (750), Acciona (500) o Robert Bosch (660) también despedirán. Ni siquiera se libra la industria energética, que cuenta con dos de los diez grandes ERE que hay ahora mismo encima de la mesa: Endesa prevé 1.200 salidas voluntarias en cuatro años, mientras que en Naturgy habrá 1.000 empleados afectados de su plantilla en España.

Las causas

Pero, por desgracia, esto no tiene pinta de que vaya a parar aquí. Pese a que tanto desde el Ministerio de Trabajo como desde la Seguridad Social niegan que haya una avalancha de ERE y estiman que la inmensa mayoría de los aún más de 610.000 trabajadores que continúan en ERTE se reincorporarán a sus puestos, los expertos no tienen dudas de que habrá más despidos en los próximos meses. Y es que del daño coyuntural provocado por la pandemia se ha pasado ya en muchos sectores a un daño estructural, explican, por lo que el paso del ERE al ERTE resulta lógico.

«Sin duda alguna va a haber más despidos colectivos», sostiene Francisco Fernández, socio del área laboral de KPMG Abogados, que vaticina que en 2021 una parte importante de los trabajadores que siguen en ERTE acabarán afectados por un despido colectivo. «Si la situación no mejora de manera radical en los próximos meses, podría estar en riesgo aproximadamente la mitad de esos ERTE», puntualiza por su parte Valentín Bote, presidente de Randstad Research.

Pero la causa no es solo la pandemia y la actual paralización de la actividad y caída de la demanda, sino que influyen también otros procesos como la digitalización, el cambio de hábitos de los consumidores o la incertidumbre jurídica generada por el anuncio de la derogación de la reforma laboral. «El continuo tintineo de cambios en la reforma laboral genera un caldo de cultivo proclive a que haya más despidos colectivos», asegura Fernández, que, al igual que Bote, lamentan que la falta de seguridad jurídica acelere los procesos de ERE.