La recuperación de los precios del petróleo y el modelo de negocio integrado apuntalaron las cuentas de la energética
29 abr 2021 . Actualizado a las 19:32 h.Repsol ha comenzado el año en verde. La compañía logró durante el primer trimestre del 2021 un resultado neto positivo de 648 millones de euros, apoyado en una eficiente gestión que le permitió afrontar el difícil contexto provocado por la crisis del coronavirus. La pandemia continuó lastrando la economía global durante los primeros meses del ejercicio, en los que las medidas implantadas por la compañía la ayudaron a aprovechar la recuperación que empezó a observarse en los precios del crudo tras su abrupta caída del 2020 y mejorar las cifras obtenidas en el mismo período del año pasado.
Estos resultados llegan tras dos ejercicios consecutivos de pérdidas. En el 2020, Repsol se dejó casi 3.300 millones de euros, lastrado por la crisis del covid-19, aunque un año antes también perdió más de 3.800 millones tras ajustar el valor contable de parte de sus activos. La crisis sanitaria derrumbó en el 2020 la demanda mundial y los precios de las materias primas de referencia internacional, con descensos sin precedentes que llevaron al crudo brent a mínimos de 15 dólares por barril en abril del pasado año y a una cotización media para el ejercicio de 41 dólares. Entre enero y marzo del 2021, la cotización media del oro negro se incrementó hasta los 61 dólares por barril.
Repsol destaca el «buen comportamiento» de sus áreas de exploración y producción y de química. El modelo integrado de negocio fue «determinante», según la compañía, para conseguir una cifra positiva en un contexto de gran dificultad, que afectó de forma notable a Refino y a Movilidad.
Reducir la deuda neta
Repsol también fue capaz de reducir en 326 millones de euros su deuda neta en los tres primeros meses del año, hasta situarla en 6.452 millones. Por su parte, la liquidez alcanzó los 8.456 millones de euros, lo que representa 2,93 veces los vencimientos a corto plazo.
Adicionalmente, con el objetivo de reforzar su posición financiera, la compañía cerró en marzo una emisión de bonos subordinados por un importe de 750 millones. «Hemos tenido un desempeño positivo en un entorno extremadamente difícil que nos obliga a seguir trabajando duro», aseguró Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol.