La tercera ola se llevó por delante dos de cada cien empleos en Galicia

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PEPA LOSADA

La ocupación cayó en más de 21.100 personas, y el paro creció en 15.700

29 abr 2021 . Actualizado a las 18:30 h.

El primer trimestre del año nunca es un período fértil para el mercado laboral. El fin de la campaña navideña provoca la extinción de decenas de miles de contratos de refuerzo que a veces se prorrogan durante los primeros días de rebajas, provocando un retroceso de la ocupación hasta que llega la Semana Santa y la llegada de los primeros turistas empieza a reactivar sectores como el hospedaje o la hostelería. Un bache que en este arranque del 2021 se vio agravado por los efectos económicos de la tercera ola de la pandemia, que si bien no llevó a un confinamiento obligó a adoptar severas restricciones, desde el cierre de actividades no esenciales (bares y restaurantes incluidos) a la estricta limitación de horarios en el comercio.

Ocupación

Uno de cada siete puestos de trabajo perdidos en España eran gallegos. Ese cóctel negativo provocó la destrucción de 137.500 empleos en España entre enero y marzo, según la encuesta de población activa (EPA) publicada ayer, que cifra el total de trabajadores en 19,2 millones. Más de uno de cada siete puestos perdidos en el país (un 15 %) correspondían a empresas gallegas, lo que se tradujo en un descenso de la ocupación en 21.100 personas (según el IGE, aunque el INE eleva la cifra en 100 más). En solo tres meses se perdieron dos de cada cien empleos que había en la comunidad al cierre del 2020, dejando el total de ocupados por debajo de los 1,06 millones.

Solo tres comunidades consiguieron cerrar el primer cuarto del año con un saldo positivo en el mercado laboral: Madrid (40.400 nuevos puestos), Cataluña (33.300) y Cantabria (1.200).

Empleo destruido

Hombre, temporal y trabajador de la industria, el perfil del despedido. La pérdida de empleo en Galicia entre enero y marzo fue mucho más acusada entre los hombres (13.300 ocupados menos) que entre las mujeres (7.900). Algo que obedece, principalmente a los sectores con mayores ajustes de plantilla. La industria fue la que prescindió de más trabajadores, con 5.800 bajas, pero fue la construcción la que, en términos relativos, más redujo su fuerza laboral, al prescindir del 7 % de sus ocupados (5.300). El sector primario, el único que creó empleo en el conjunto de España, no escapa de los números rojos en la comunidad, con 4.400 bajas. El de los servicios, pese a padecer el grueso de las restricciones de actividad, fue el que más contuvo la sangría laboral: solo recortó el 0,7 % de los empleos (5.600).

Los asalariados con contrato temporal fueron, como es habitual, los principales paganos de los recortes en las empresas.

Paro

Baja en España, sube en Galicia. Pese a la caída de la actividad, el desempleo se redujo en España en 65.800 personas. Es la primera caída del paro en un primer trimestre desde el 2015, y coloca la tasa de desempleo dos centésimas por debajo del 16 %, con 3,65 millones de personas que quieren trabajar y no pueden. Galicia rompe con la tendencia general con una subida del desempleo del 11 % entre enero y marzo. Los 15.700 nuevos parados dejan el total de desocupados en 158.300 y la tasa de paro en el 13 %.

Ocupados que no trabajan

Menos gente en ERTE, pero más bajas por enfermedad y ausencias por mal tiempo. A la hora de valorar los datos de la EPA hay que tener en cuenta que, de los 19,2 millones de ocupados, hay casi dos millones (1,96) que pese a tener empleo no estaban trabajando cuando les hicieron la encuesta. La cifra excede en más de 800.000 las ausencias normales (por vacaciones o bajas) en el primer cuarto de los años previos a la pandemia. Según el INE, se redujo en 80.000 la cifra de trabajadores en ERTE, pero hubo más ausencias por enfermedad y por imprevistos como el temporal Filomena.

Más de 1,2 millones de hogares tienen a todos sus miembros en paro

L.P., G.L.

El impacto de la crisis derivada de la pandemia ha incrementado los niveles de riesgo de pobreza, que ya eran muy altos al no haberse recuperado del impacto de la anterior crisis. Así se refleja en el hecho de que, pese a que el paro ha caído en este inicio del 2021, el número de hogares con todos sus miembros en desempleo sigue subiendo: casi 30.000 más en este primer trimestre, con lo que se sitúa en los 1.226.200, casi una de cada quince familias.

Por otro lado, la tercera ola volvió a disparar la cifra de teletrabajadores, aunque sin llegar al nivel que hubo en pleno confinamiento: entre enero y marzo 2,1 millones de ocupados prestaron servicio desde su domicilio al menos la mitad de su jornada laboral, lo que supone el 11,2% del total de ocupados.

Reacciones

Los datos de la EPA generaron preocupación en los agentes sociales, tanto sindicatos como patronal, aunque como es habitual por motivos muy dispares. Así, la secretaria de Empleo de CC.OO. en Galicia, Maica Bouza, alertó de la pérdida de población activa en la comunidad, que «significa que un número considerable de persoas non atopa en Galicia resposta a súas expectativas de atopar traballo e desenvolver un proxecto de vida». En UGT coinciden en que el «desánimo na busca de emprego e a falta de expectativas» lleva a muchos gallegos a la inactividad.

Por su parte, para la patronal CEOE «los resultados de la EPA evidencian que el primer trimestre ha sido un período perdido para la normalización de la economía española» y urgen medidas para minimizar el impacto de la crisis y generar un clima favorable para las empresas.