Raúl Blanco: «Alcoa tiene que vender ya y dejar de enredar»

F. Fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Raúl Blanco y Galo Gutiérrez, a la izquierda, con los presidentes de los comités de las antiguas fábricas de Alcoa en A Coruña y Avilés
Raúl Blanco y Galo Gutiérrez, a la izquierda, con los presidentes de los comités de las antiguas fábricas de Alcoa en A Coruña y Avilés FERNANDO VILLAR

El secretario general de Industria reconoce que Liberty debe demostrar su solvencia financiera para comprar la fábrica de aluminio gallega

22 abr 2021 . Actualizado a las 19:54 h.

«Si Alcoa tiene realmente buena fe, que venda ya y deje de causar daño y de enredar». Es el consejo lanzado por  el secretario general de Industria, Raúl Blanco, a la multinacional estadounidense, tras una reunión en la que esta comunicó los avances en las negociaciones con la SEPI para vender la fábrica de aluminio gallega, situada en San Cibrao (Cervo). Avances más bien escasos cuando se acerca la fecha del 30 de abril que se concedieron las partes para alcanzar un acuerdo.

Alcoa le reprocha a la SEPI que no responda a una hoja de condiciones generales que le enviaron el 4 de febrero. Y Blanco le responde que «lo que tiene que decidir ya Alcoa es vender a terceros, a empresas que están interesadas, sea Advance (Liberty), si demuestra solvencia financiera, o sean otras, y no utilizar a las Administraciones de excusa porque no son las Administraciones las que venden la planta». 

Las negociaciones están medio paradas por los problemas de solvencia financiera de Liberty, tras la quiebra de su principal prestamista, el banco Greensill. Un extremo que inquieta al Gobierno, más tras lo ocurrido hace dos años con la venta de las plantas de A Coruña y Avilés. Alcoa buscó a un fondo de inversión como comprador, que revendió las fábricas a los pocos meses. Ahora están en manos del grupo industrial Riesgo de dudosa solvencia.Tanto que la operación, y las tres empresas implicadas en ella, Alcoa incluida, están siendo investigados por la Audiencia Nacional.

Como consecuencia de esos problemas con la operación de hace dos años, Alcoa ha exigido a la SEPI una cláusula de indemnidad, esto es, una especie de blindaje ante eventuales reclamaciones judiciales tras la venta. Raúl Blanco avanzó que «la propuesta que hizo Alcoa no cumple el marco jurídico y por tanto no va a ser aceptada, pero se está analizando qué posibilidades hay para facilitar esa operación».

La multinacional presentó el verano pasado un despido colectivo para 524 trabajadores de la fábrica de aluminio de San Cibrao, que implicaría el cierre, pero fue anulado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Alcoa recurrió el fallo ante el Supremo, pero, al mismo tiempo, aceptó negociar una venta con la SEPI. La sociedad estatal compraría la planta para luego traspasársela a otro inversor. El grupo Liberty está interesado en ello desde el verano pasado.