Las bases de cotización de los trabajadores gallegos crecieron un 4,5 % pese a la pandemia

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ALBERTO LÓPEZ

Las de las mujeres aumentan más, pero siguen siendo un 15 % inferiores a las de los hombres

20 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Si hay un elemento diferencial en esta crisis respecto a la gran recesión del 2008, ese es el de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Una herramienta que no solo permitió cortar en seco la sangría de despidos de las dos primeras semanas del confinamiento (en las que se destruyeron casi 900.000 empleos) y garantizar ingresos a millones de familias en los meses posteriores, sino que también tendrá un efecto importante a futuro. En concreto, en evitar el efecto de la crisis en futuras pensiones o prestaciones contributivas. Y es que, en plena pandemia, el sostén de los ERTE permitió que las bases de cotización de los trabajadores no solo no se resintiesen sino que aumentasen con fuerza. En diciembre, por ejemplo, la retribución media de un trabajador gallego sometida a tributación por la Seguridad Social ascendió a 1.807,4 euros, un 4,5 % más que en el mismo mes del 2019.

El alza de las bases de cotización en la comunidad es medio punto inferior a la registrada en el conjunto del país, pero muestra el plus de resistencia del mercado laboral en esta crisis, pese al desplome histórico del PIB por las medidas de contención sanitaria.

Si se desagregan los datos, estos muestran que en la comunidad las retribuciones de las mujeres crecieron casi el doble que las de los hombres (un 6 % frente a un 3,3 %), aunque ellas siguen cotizando un 15 % menos que ellos.

Una brecha de género que, con diferente intensidad, se produce en todos los sectores. Solo hay una excepción: las industrias extractivas, donde las mujeres cobran más que los hombres. Si se analizan el resto, la mayor diferencia se encuentra en las profesiones científicas y técnicas, donde la diferencia de bases de cotización alcanza los 511 euros mensuales. Las menores están en la construcción y el transporte, dos sectores donde las mujeres son minoría, pero donde las que hay cobran salarios muy similares a las de sus compañeros varones (con una brecha de 64 y 71 euros, respectivamente).

Si hay diferencias por sexos y sectores (la base de cotización media en la hostelería es un tercio de la de la banca o las empresas energéticas), también es acusado el contraste por edades. Y es que durante el cénit de la carrera laboral, que según los datos de la Seguridad Social se produce entre los 55 y los 59 años, los trabajadores cobran más del doble que al inicio: 2.202 euros frente a los 1.107 de los menores de 24.

La reapertura de la economía dispara la creación de empresas

La reactivación progresiva de la economía tras el fin de la tercera ola y el levantamiento de las medidas de restricción impuestas durante ella ha disparado la creación de empresas, que creció el mes pasado un 65 % (y en Galicia un 45 %) interanual, según la estadística mercantil publicada ayer por el Colegio de Registradores. Pero si esa comparativa está contaminada por el hecho de que marzo del 2020 fue prácticamente inhábil desde la declaración del estado de alarma, los datos muestran también un intenso crecimiento si se contrastan con los del mismo mes del ejercicio previo a la pandemia. Si en marzo de este 2021 se constituyeron en Galicia 447 empresas, dos años antes echaron a andar 398, lo que se traduce en un alza del 12 %.

Lo que se mantiene estable en la comunidad son los concursos de acreedores: en Galicia se tramitaron 18, un 18 % menos que un año antes y un 25 % menos que en el mismo mes del 2019. Un dato influido en parte por la moratoria concursal, que sin embargo no ha evitado un alza del 70,8 % en el conjunto de España.