Escrivá: «No nos planteamos hacer más aportaciones a la hucha de las pensiones»

A. Estrada, L. Palacios MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Víctor Lerena | Efe

El ministro de Seguridad Social asegura que el problema sostenibilidad es bastante manejable

01 may 2021 . Actualizado a las 19:07 h.

El ministro de Seguridad Social comenzó la semana acudiendo al Congreso para explicar cómo marcha la negociación para la reforma de las pensiones y le llovieron críticas aceradas de todos los grupos -salvo el socialista- acusándole de falta de transparencia y consenso, de querer recortar las prestaciones y de esquivar las propias recomendaciones del Pacto de Toledo. Él asegura no darse por aludido y lo achaca a la etapa electoral en la que estamos. Mientras, continúa su hoja de ruta para equilibrar las cuentas de la Seguridad Social.

-¿Está cerca el acuerdo para el primer paquete de medidas de la reforma de las pensiones? Porque los sindicatos no solo lo niegan sino que hablan de un bloqueo en el diálogo social.

- El diálogo social es fluido y permanente. Creo que este tipo de críticas hay que interpretarlas como narrativas en procesos de negociación.

No le doy más relevancia. El compromiso es que el primer bloque de elementos de la modernización del sistema de pensiones tiene que estar aprobado por el Parlamento este año, Yo creo que el acuerdo está cerca.

-También le han llovido las críticas de muchos grupos parlamentarios, incluidas las de su socio de Gobierno, Unidas Podemos, que se opone a la fórmula de revalorización y a aumentar los años de cómputo para calcular la pensión.

-Yo no lo entendí así. Hay que tener en cuenta que estamos en período preelectoral. Desde luego lo que yo planteo es la posición del conjunto del Gobierno, como no puede ser de otra forma. Lo que yo llevo al Parlamento ha sido ya discutido dentro del Gobierno.

-Quiere prohibir la jubilación forzosa en los convenios ¿tiene el apoyo de los empresarios para esta medida?

-Esa cláusula tiene dos años de vida y no tiene precedentes en países de nuestro entorno. La jubilación es un derecho, pero pasa a ser una obligación a través de un acuerdo entre terceros. Es una anomalía que puedan obligar a jubilarse a una persona que no quiere. Lo que hemos admitido en la negociación es que la jubilación forzosa se mantenga a los 68 años, que es el modelo francés, en lugar de a los 65. Tenemos que establecer carreras laborales más largas donde se puede cambiar lo que hace cada uno en la empresa, pero no se puede ir a la solución facilona de expulsarle contra su voluntad del mercado del trabajo. Porque sabemos que las personas se sienten más plenas cuando están activas. Hay que buscar desengancharse del mercado de trabajo no de forma abrupta. Todas las modalidades de jubilación parcial, jubilación activa, jubilación demorada pueden establecer mecanismos flexibles.

«Es una anomalía que puedan obligar a jubilarse a una persona que no quiere»

-¿Qué incentivos habrá para las empresas que mantengan a trabajadores de más edad?

-Puede haber algunos mecanismos concretos de rebajas de cotización y también hay otras fórmulas que pueden reducir el coste laboral de personas mayores. Las estamos discutiendo.

-Su rediseño de los coeficientes reductores a las jubilaciones anticipadas no ha sido muy bien acogido. En determinados meses y para pensiones altas penaliza más.

-Para la mayoría de las personas mejora la penalización. ¿Tiene sentido que si estás entre las rentas más altas la penalización sea del 4% y en una pensión media sea del 16%? Por eso se jubilan más anticipadamente quienes tienen rentas más altas. Esto es una regresividad y lo tenemos que corregir. Y creo que todo el mundo estará de acuerdo. Lo demás son ajustes técnicos que mejoran un poco el perfil mensual.

-¿Cuánto puede retrasarse con este sistema la edad efectiva de jubilación y cuánto puede ahorrarse el sistema?

-Si conseguimos que un número suficiente de personas se jubile un mes después, que no le cambia la vida por ello, el efecto agregado es significativo, tiene un efecto de sostenibilidad del sistema muy grande.

Paramétricamente es lo más importante de todo lo que se habla.

-¿Estaría dispuesto a eliminar la compensación de la inflación negativa en la revalorización de las pensiones, que es un elemento que rechazan los sindicatos?

-Hemos comprendido que la simplicidad es importante. Trabajar con inflación esperada, que luego había que corregir, era un problema. Hemos visto con los agentes sociales que un sistema muy sencillo es utilizar siempre la inflación del año anterior. Queda por ver qué tratamiento dar a la situación excepcional de los años en los que hay inflación negativa.

Es un tema que está abierto. Lo que sí vamos a hacer es llevar cada cinco años al Pacto de Toledo el resultado para que se constate el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones.

-Al subir las pensiones con el IPC del año anterior, en épocas de tendencia ascendente de la inflación los pensionistas tendrán una subida menor que la que registra el coste de la vida y al revés cuando la tendencia inflacionista sea descendente.

-El poder adquisitivo hay que evaluarlo en ventanas de cierto tiempo. Toda solución tiene un problema. Utilizando la inflación del año anterior, el poder adquisitivo se está manteniendo antes o después, con un pequeño decalaje.

-La paguilla para compensar la desviación de la inflación ¿ya no va a existir?

-No.

-¿Cómo será el nuevo factor de sostenibilidad?

-Queremos discutirlo con los agentes sociales este año de forma que se pueda llevar al Parlamento el año que viene. Como el factor de sostenibilidad aprobado por el PP no se está aplicando no hay ninguna prisa en derogarlo. Tanto el factor de sostenibilidad como el índice de revalorización tiene que dar certidumbre sobre el proceso de construcción de una pensión a lo largo de toda su vida laboral, porque los ajustes que impactan de forma sobrevenida sobre los pensionistas existentes o en el momento que entras en la pensión es bastante injusto y genera muchos problemas.

-¿Subirán las pensiones mínimas más que el resto el año que viene?

-En la medida en que exista margen en las cuentas de la Seguridad Social las seguiremos subiendo más que el resto.

-¿Cuándo se aplicará el nuevo sistema de cotización de los autónomos?

-El sistema puede estar para el 2022, entendiendo que cualquier despliegue lo haremos gradual. No se trata de cambiar el sistema de golpe, sino que lo iremos haciendo por fases.

-¿Cómo va a equilibrar las cuentas de la Seguridad Social si dice que no va a haber recortes, con la incorporación a la jubilación de las cohortes del baby boom y garantizando el mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas? Llevamos años escuchando que hay que adoptar medidas para evitar la quiebra del sistema?

-El elemento más importante que puede ayudar a reforzar la sostenibilidad del sistema son todos los incentivos voluntarios a que la edad efectiva de jubilación se aproxime a la edad legal. Ese es el mecanismo más potente de todos. Llevamos años escuchando todo un conjunto de proyecciones pesimistas, enormemente sesgadas e interesadas que nos plantean unos escenarios irreales sobre el problema de pensiones en España a medio plazo. España tiene ya fijada la edad legal de jubilación en los 67 años, Francia tiene varada en el Senado su reforma de pensiones para pasar de 62 a 64 años. La reforma de 2011 que se hizo en España aporta mucho a la sostenibilidad.

España tiene un gasto en pensiones en torno al 12 % del PIB y Francia tiene más del 14 % e Italia más del 15 %. España tiene un problema de pensiones asociado al baby boom que hay que abordar, pero es bastante más manejable de lo que se dice. De hecho, la Comisión Europea ha revisado a la baja su escenario del impacto del baby boom. Habría que analizar los intereses de quienes plantean esos escenarios tan alarmistas. La Seguridad Social, con el nivel de contribuciones sociales y prestaciones que tiene, es un sistema bastante sostenible si hacemos una serie de ajustes adicionales. Tampoco hay que cambiar mucho.

-¿Cuándo y cómo se va a lograr el equilibrio presupuestario de la Seguridad Social?

-El equilibrio presupuestario de la Seguridad Social lo debemos alcanzar al final de la legislatura. Cuando se retomen los niveles prepandemia se verá que ese déficit ha desaparecido.

-¿En 2024 la Seguridad Social tendrá superávit?

-Tendrá las cuentas equilibradas.

-Volverá a hacer aportaciones a la hucha de las pensiones?

-No lo sé. No nos lo hemos planteado. Este tema de la hucha es relativamente intrascendente porque en la medida en que el fondo se financia en deuda pública, son vasos comunicantes.

-¿Es más partidario de que la Seguridad Social se endeude si necesita el dinero en lugar de recurrir al Fondo de Reserva?

-Lo que tiene que hacer la Seguridad Social es tener unas cuentas razonablemente equilibradas porque sus ingresos y gastos estén bien diseñados.

-¿No habrá hucha de las pensiones entonces?

-Es algo que no me he planteado. No es un modelo que a mí me genere particular entusiasmo.

«Cerca del 70 % de las solicitudes de la renta mínima se están denegando»

-¿Cómo va el Ingreso Mínimo Vital? ¿Lo van a reevaluar?

-Estamos constatando que el ritmo al que se van concediendo las prestaciones sigue avanzando. Este mes podemos estar cerca de los 280.000 hogares beneficiarios y con los cambios normativos intentamos llegar a más hogares que no nos están pidiendo el ingreso mínimo. Tenemos cerca de un millón de expedientes resueltos y hay un porcentaje muy alto de denegaciones porque los niveles de renta y patrimonio están muy por encima del umbral para concederlo. El reto es ver exactamente por qué no lo piden quienes podrían hacerlo. Estamos trabajando con las ONG y con los ayuntamientos para facilitarles todo el proceso.

-¿Cuál es el porcentaje de denegación?

-En torno al 70 %. No es sorprendente este nivel en este tipo de solicitudes. Las rentas mínimas autonómicas en el territorio de régimen común tenían unos 200.000 beneficiarios en total después de varias décadas de implantación. Nosotros, en diez meses, vamos a estar en 300.000 beneficiarios y queremos llegar a 800.000 hogares, pero somos conscientes de que va a llevar tiempo.

-¿En esos 280.000 beneficiarios están incluidos los 200.000 de las comunidades autónomas?

-Muy pocos, porque hemos constatado que muchos de sus beneficiarios superaban nuestros umbrales de renta y patrimonio y se lo hemos denegado. Hay que tener en cuenta que las comunidades autónomas no contrastan por renta y patrimonio. Nosotros cruzamos los datos con las declaraciones de renta y patrimonio de la Agencia Tributaria y hemos denegado por superar el umbral de patrimonio unas 100.000 solicitudes.

-¿Las comunidades autónomas están dando ayudas a los que no las necesitan?

-Hay distintos sistemas en las comunidades, pero son más de manejar datos de renta parciales, nóminas... Es un modelo menos sofisticado que el nuestro. De haber utilizado nosotros el modelo de declaración responsable de rentas que se nos había planteado como solución, hubiéramos tenido que reclamar el reintegro a unas 600.000 familias.

-¿Repetiría como ministro?

-No tengo mucho tiempo para pensar en ello. Está siendo intenso. Pero ser ministro de España siempre es un honor.

«Prorrogaremos los ERTE cuatro meses más, hasta septiembre»

 -¿Accederá ahora el Gobierno a prorrogar los ERTE hasta final de año tal y como le piden?

-Lo lógico es seguir con el modelo de calendario que ha funcionado, que es prorrogar por tres o cuatro meses, lo que nos da flexibilidad para ir reajustando en función de las distintas situaciones. Yo diría que lo vamos a prorrogar hasta septiembre, cuatro meses más.

-¿Se premiará más la reincorporación de los trabajadores en ERTE?

-Claro. Esto nos funcionó muy bien en la anterior desescalada, a partir de junio, donde los incentivos a la reactivación estaban claros: las exoneraciones a las cuotas a la Seguridad Social eran más altas en un trabajador activado y con carácter decreciente a lo largo de los meses.

Después de mayo se van a dar circunstancias muy similares y, por tanto, rediseñaremos el sistema exactamente igual, con la misma filosofía.

«Me atengo a lo que dice el presidente del Gobierno sobre la prórroga del estado de alarma»

-Yolanda Díaz, sin embargo, anunció que se mantendría una fórmula similar a la actual.

-No, no, claramente la situación es distinta. Ahora mismo, porque estábamos con la segunda y tercera ola, hemos puesto más énfasis en la protección y en el futuro tocará claramente poner más énfasis en la reactivación.

-¿Cuántos trabajadores quedan aún acogidos a un ERTE?

-En torno a 660.000, pero hay unos 200.000 que no están beneficiándose de exoneraciones porque proceden de decretos anteriores y no están en sectores protegidos. Trabajadores en ERTE con exoneraciones de cuota en este cuatrimestre son aproximadamente 460.000, un volumen bastante acotado y muy concentrado en determinados sectores: 200.000 en hostelería, 100.000 en hoteles, 20.000 en agencias de viajes, otros 14.000 en transporte aéreo... Tenemos que ver mejoras significativas en el verano.

-¿Está a favor o en contra de prorrogar el estado de alarma?

-Me atengo a lo que dice el presidente del Gobierno. Yo creo que la expectativa debe ser que el proceso de vacunación en las próximas semanas va a tener una aceleración considerable y lo esperable es que vamos a poder funcionar sin estado de alarma.

-¿Se descarta ya una subida del salario mínimo para este año?

-Es un tema de prioridades. La prioridad ahora es la reactivación de los trabajadores que están en ERTE y en la activación de otros 400.000 que han perdido el empleo en esta crisis.