Los trabajadores en ERTE con menores sueldos pagarán más IRPF en todas las comunidades

Ana Balseiro
ANA BALSEIRO MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Una oficina de empleo en una imagen de archivo
Una oficina de empleo en una imagen de archivo Ángel Manso

Para ingresos de hasta 18.000 euros el sobrecoste fiscal llega a 226 euros en función del territorio, según los asesores fiscales

16 abr 2021 . Actualizado a las 09:07 h.

Nuevo revés para los trabajadores afectados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) durante el pasado año. No solo tendrán que hacer la declaración de la renta si sus ingresos (al proceder de dos pagadores) rebasan los 14.000 euros brutos anuales, siempre que de uno de ellos reciba más de 1.500 euros. Además, quienes tengan las retribuciones más bajas —en la horquilla entre 14.000 y 18.000 euros— tendrán que pagar más a Hacienda que quienes no estuvieron en su situación y recibieron la nómina solo de su empresa y no también del SEPE, como ocurre en los ajustes de empleo. Así lo confirmaron este jueves los responsables del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), el órgano especializado del Consejo General de Economistas de España.

De hecho, para los tramos inferiores de rentas (como muestra el gráfico que acompaña esta información), los cálculos del REAF evidencian un sobrecoste fiscal de hasta 226 euros en función de la comunidad en la que tribute el trabajador. En el caso de unos ingresos de 18.000 euros, la factura del contribuyente en ERTE obligado a declarar será en Cataluña de 342 euros frente a los casi 116 de Madrid.

Galicia, de las menos gravosas

Para el mismo supuesto anterior, en Galicia la declaración del IRPF supondría pagar a Hacienda algo menos de 164 euros, lo que coloca a la comunidad en la parte baja de la tabla, como menos gravosa para los afectados, en todos los tramos de ingresos analizados.

Los expertos en fiscalidad señalaron también que aunque Cataluña ha sido la única comunidad que ha introducido una deducción para aliviar el golpe a los afectados, esta no consigue neutralizarlo completamente.

Sobrecoste en todas las regiones

Esta anomalía, que hace que los trabajadores afectados por un ajuste de empleo y con menores salarios tengan que pagar más al fisco se repite en todos los territorios, aunque varíen las cuantías. Durante una rueda de prensa telemática para presentar las novedades de esta campaña de la renta y del patrimonio, el REAF analizó diferentes supuestos (con rentas del trabajo de entre 14.000 y 21.000 euros brutos anuales), comparando lo que un trabajador en ERTE y otro que hubiera percibido sus ingresos solo de su empresa tendrán que liquidar en el IRPF.

¿Qué explica que tengan que pagar más los primeros, sin importar en qué comunidad residan? El secretario técnico del REAF, Luis del Amo explicó que obedece a que a dicho intervalo de rentas se le aplica la reducción por rendimientos del trabajo, «que produce una gran progresividad». Indicó que dicha progresividad se corrige por el reglamento para el cálculo de retenciones (que son las mismas para todos los trabajadores del país, independientemente de las escalas autonómicas del impuesto). «Esto hace que los contribuyentes con esas rentas, en general, tributen menos cuando tienen un solo pagador, al no tener que presentar declaración», añadió.

Los cálculos muestran que entre los 18.000 y los 22.000 euros —cuantía esta última que marca la obligación de declarar— el sobrecoste fiscal de estar en ERTE se diluye e incluso desaparece, pues en cuatro comunidades (Madrid, Canarias, La Rioja y Galicia) el resultado de la declaración sale a favor del contribuyente, con cuantías de entre 12 y 75 euros para ingresos de 21.000 euros. Por contra, en otros territorios, como Cataluña o Aragón, el trabajador en ERTE abonará 173 y 61 euros respectivamente.

Los expertos piden una reforma tributaria «global» y no solo cambios puntuales

En el mismo acto, el REAF también destacó las novedades de esta campaña de la renta, marcada por el efecto tributario del covid, además de aprovechar para proponer las líneas que, a su juicio, deberían marcar la reforma tributaria en la que el comité de expertos constituido este lunes comenzará ya a trabajar.

«Esperamos con ansia el informe del comité, que la ministra espera tener a finales de año para introducir alguna modificación impositiva en el 2022. Esperamos que sea una reforma global, no solo cuestiones puntuales, sino del sistema en su conjunto, bien engarzada», dijo el presidente del REAF, Agustín Fernández, que ofreció colaboración, «si en algún momento nos piden opinión».

Consideran que los impuestos troncales en España tienen un diseño similar al de los países de su entorno, que se ha hecho un esfuerzo importante para reducir los beneficios fiscales y que los tipos impositivos que se aplican son «relativamente elevados».

Armonizar, no uniformizar

Pese a ello, entienden que a medio plazo es necesario ejecutar reformas, especialmente en lo relativo al sistema de financiación autonómica. Al hilo del debate sobre la armonización que el Ejecutivo pretende imponer a los tributos en manos de las comunidades —como el de patrimonio o el de sucesiones y donaciones—, el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, defendió la armonización, aunque matizó que «armonizar no quiere decir uniformizar». «Sería razonable replantearnos esos impuestos en profundidad, pero si hay comunidades a las que bajarlos les ha dado buen resultado, que lo hagan. Y si es al contrario, por motivos ideológicos, también. Que pueda haber competencia dentro de unos marcos», valoró.