El Gobierno simplifica los tipos de contrato, pero no se atreve a flexibilizar los indefinidos

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

CEDIDA

Bruselas demanda a España rebajar los niveles de protección en el mercado laboral para reducir la temporalidad

15 abr 2021 . Actualizado a las 08:54 h.

El plan de inversiones y reformas que el Gobierno español enviará a Bruselas antes del 30 de abril propone reducir las altas tasas de temporalidad, el desempleo estructural y el paro juvenil simplificando el tipo de contratos disponibles en el mercado laboral de cuatro a tres: el «estable», el «temporal» y «en prácticas», dando prioridad siempre al indefinido y ciñendo los temporales a casos muy justificados. También anticipa la creación de un «mecanismo de flexibilidad interna» que permitiría ajustar las horas de trabajo en las empresas en los ciclos de caída de la demanda como alternativa a los despidos. La intención del Ejecutivo es apuntalar esta estrategia creando un mecanismo permanente para la formación y la recualificación de los trabajadores afectados por reestructuraciones de plantilla, la modernización de la negociación colectiva -que no ha demandado Bruselas-, y la revisión de las bonificaciones e incentivos al empleo, hasta ahora poco eficaces.

Entre la vaga lista de propuestas no hay referencia alguna a la «flexibilización de las condiciones de trabajo» que pidió Bruselas en sus últimas recomendaciones. No es que la Comisión Europea quiera precarizar todavía más el mercado laboral español, sino que propone elevar la protección de los temporales y reducir la de los indefinidos, como incentivo para que los empresarios opten por este segundo tipo de contrato. El Gobierno español, sin embargo, no hace referencia en ninguna de las 211 páginas del plan nacional a esa posibilidad que los sindicatos rechazan. No solo eso, dentro del propio Gobierno, el socio de la coalición (Podemos) presiona para derogar la reforma laboral del 2012 que abarató el despido.

En alguno de sus informes la Comisión señala que el elevado coste de despedir a empleados con contratos indefinidos en España corre en contra de los trabajadores con menos experiencia y más jóvenes, abocados a la temporalidad. Los empresarios prefieren un alto nivel de rotación que asumir el compromiso a futuro con un indefinido. Ese fenómeno está lastrando la productividad de las empresas y dificultando el acceso de los trabajadores más jóvenes a una vivienda, a una simple prestación por desempleo o a carreras de cotización estables.

Negociación

¿Está negociando el Gobierno una mayor flexibilidad laboral con Bruselas? Los documentos no apuntan en esa dirección, pero el Ejecutivo aclara que solo son un «resumen» de lo que acabarán enviando a los cuarteles de la Comisión, con la que sigue negociando todos los flecos pendientes. De hecho, tampoco se detallan medidas concretas para garantizar la sostenibilidad de las pensiones -más allá de apuntar a las jubilaciones anticipadas de las rentas altas (2.100 euros), que son un tercio del total- o para fijar una hoja de ruta para la subida de impuestos, más allá de mencionar la voluntad del Ejecutivo de aumentar la tributación a los más ricos, introducir nuevas tasas medioambientales y «revisar» las exenciones y bonificaciones fiscales.